Capítulo 19: La barbacoa

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Conecté mis auriculares para no despertar a Nevaeh, y abrí el único archivo que había en el cd, era un vídeo, así que supuse que sería alguna película o algo así. Pero para mi sorpresa se trataba de Lora entrando en una casa que tanto yo como mi hermano conocíamos muy bien. La casa de Alex Rins. Habíamos estado en alguna que otra fiesta, y en un par de comidas y cumpleaños, pero en ese momento lo único que me interesaba saber era qué hacía ella allí. Comenzaron a cenar, y a medida que la cena avanzaba Alex le dijo que él sólo buscaba algo pasajero, que no buscaba nada serio, y la novia de mi hermano le decía que a ella le pasaba lo mismo, que el compromiso la asustaba. ¿Perdona? ¿Qué era aquello, una cámara oculta? Por si fuese poco, Lora no dejaba de insinuarse y de provocar a Rins, y yo ya tenía una imaginen completamente distinta de ella. Nevaeh tenía razón, ¿Cómo pude estar tan ciego? Para rematar, cuando terminaron de cenar los dos salieron del comedor y la siguiente imagen que vi fue en una habitación. Alex ya estaba en ropa interior y ella estaba a punto, cuando él se separó asegurando que no podía hacerle eso a mi hermano. Lora insistió, pero él se mantuvo firme y finalmente se fue de allí bastante enfadada. Dios, tenía que hablar con Alex... No iba a permitir que pasase ni un minuto más al lado de esa guarra. Pero antes le debía una disculpa a Nevaeh... Apagué el ordenador y me acerqué a ella.
- Petita... ¿Sabes que aún no has hecho ni la PAU y ya tienes grandes dotes de periodista?
Dije mientras besaba toda su cara, ella comenzaba a despertarse.
- ¿Qué dices Marc...?
- Que tú acusaste a Lora de ser infiel y conseguiste pruebas de ello.
Se levantó de golpe y me miró asustada.
- No me digas que lo has visto...
- Lo he visto, y sólo puedo decirte dos cosas... Gracias por abrirme los ojos, te prometo que arreglaré esto y tú no te verás afectada, y lo segundo, siento haberte tratado así y haber desconfiado de ti, no volverá a pasar.
Ella sonrió y me abrazó con fuerza.
- Espero que tu hermano tenga mejor suerte con la próxima...
Los dos sonreímos, y fuimos a ducharnos y prepararnos, ninguno quería perderse la salida de Alex del hospital.

- Tito, acércate un poco más o no saldrás.
Y, tras el enésimo intento de selfie, mi hermano consiguió sacar una foto decente que poder compartir con nuestras fans.
- ¡Nevaeh, tienes que darme tu instagram para que pueda etiquetarte!
Ella le sonrió y se acercó a él para teclear su usuario en el móvil de Alex mientras salíamos del hospital. Por supuesto, habían más prensa y fans que nunca. Aquello era un agobio. Cogí de la mano a Nevaeh para no perderla entre ese mar de personas, cámaras y micrófonos y milagrosamente conseguimos llegar a los aparcamientos.
- Bueno, nos vemos todos en casa para cenar, a las nueve y media, sed puntuales, por favor.
Tras dar aquel aviso, mi madre se subió en el asiento del copiloto del coche de mi padre, y el coche arrancó, llevando a mis abuelos en el mismo coche. Después salió Tito en su moto con su novia, y los últimos en salir fuimos Alex, Nevaeh y yo. Mi hermano se sentó en los asientos traseros para dejar que ella estuviese a mi lado y arranqué mi coche para poner rumbo a casa.
- Las fans preguntan si eres la novia de Marc, Neva, ¿Qué les digo?
- No añadas más leña al fuego, Márquez...
Él simplemente comenzó a reír, pero su rostro se volvió serio de pronto cuando su móvil comenzó a sonar. Alguien lo estaba llamando, y las tres personas que íbamos en ese coche sabíamos muy bien quién era ese alguien.
- Hola, soy Alex Márquez y en este momento sí que estoy disponible y puedo hablar, pero no acostumbro a mantener conversaciones con zorras infieles, así que no vuelvas a llamarme, porque de todas las que conozco tú te llevas el primer premio. Gracias.
Nevaeh y yo nos miramos antes de estallar en carcajadas.
- ¡Eres el puto amo, germà!
- ¡Di que sí Alex, se merecía eso y mucho más!
Así es, Nevaeh y yo habíamos hablado con Alex y le habíamos contado lo ocurrido. Y, aunque le dijimos que teníamos pruebas por si no nos creía, él no quiso verlas. Se lo había tomado bastante bien, yo incluso sospechaba que él se imaginaba algo.
-Narra Nevaeh-
Cuando llegamos a casa, todos los que habían salido antes que nosotros estaban allí, y muchos compañeros de Marc y de Alex que aún no conocía estaban allí.
Aquello era el paraíso para cualquier aficionado a las motos, como lo era yo. Pedrosa, Rossi, Petrucci, Bautista, los hermanos Espargaro... Y por supuesto, Rins. Todos estaban deseosos de conocerme, y Marc se encargaba de irme presentando de uno en uno. Aunque tanto él como yo estábamos pendientes de Alex por si volvía a recibir alguna llamada de Lora. Pero no fue así. Disfrutó de la barbacoa como un niño, habló con todo el mundo, reía constantemente y se sacó cientos de fotos con todos los invitados. Todo parecía ir bien. Yo me dediqué a ayudar a Roser a cocinar, y dejé que me hiciese miles de preguntas sobre mi vida y mi relación con Marc, aunque la entendía perfectamente, su hijo menor acababa de enterarse de que habían engañado a su hijo menor, y no iba a ser fácil que confiase en mí. Pero yo estaba dispuesta a ganarme su confianza.
- Nevaeh, ¿Podemos hablar?
Me giré para encontrarme con una cara muy conocida, era Emilo, el representante de Marc. Yo asentí y le sonreí a Roser antes de separarme de la barbacoa y alejarme un poco de la multitud con Emilo.
- Bueno, es sobre Marc...
- ¿Sobre Marc?, ¿le pasa algo?
Él me miró, y suspiró.

Conociendo a mi ídolo |Marc Márquez| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora