Conociendo a mi ídolo |Marc Márquez| [FINALIZADA]

Capítulo 34: Sense tu

-Narra Marc-

Se me habían hecho las tantas en el circuito. Emilio había convocado una rueda de prensa con motivo de mi vuelta, aunque yo sabía que en esa rueda de prensa se iba a hablar de todo menos de motos.

- Buenas tardes Marc, ¿cómo te han sentado las declaraciones de Claudia?, ¿y qué opinas de las respuestas que han dado Rins y tu novia?

Miré a la periodista, sin saber de qué estaba hablando ¿Declaraciones de Claudia? ¿Respuesta de Rins y de Nevaeh? Como siempre, era el último en enterarme de todo.

- Lo siento, pero estoy aquí para hablar de mi vida personal. Si nadie tiene preguntas sobre mi vida profesional, me iré a casa.

Parecieron sorprenderse al escuchar mis palabras, pero de inmediato comenzaron a hacer preguntas sobre mi vida profesional. Tras más de media hora contestando preguntas, di por finalizada la rueda de prensa y volví al box para reunirme con mi equipo.

- ¿Alguien va a explicarme qué ha pasado con Nevaeh, Rins y Claudia?

- Marc... Te juro que no sé qué se le pasa por la cabeza... Ella no es mala chica...

Escuché las palabras del jefe de mecánicos de mi equipo y respiré hondo para no matar a alguien. Sabía que tener una relación con la hija de alguien me mi equipo no era buena idea, pero jamás imaginé que pudiese darme tantos dolores de cabeza. Me contó con notable arrepentimiento en el rostro lo que había pasado hacía menos de una hora. Lo que dijo Claudia, cómo la defendió Rins y las palabras que le dijo Nevaeh durante su llamada teléfonica. Dios, tenía que estar que se subía por las paredes. Me despedí del equipo de mala gana y leí el WhatsApp que me había mandado Alex. Suspiré mientras entraba en el coche y conduje a una velocidad algo más elevada de lo que correspondía para poder llegar antes a casa. Pero, cuando llegué, no había nadie. Sólo una nota con la letra de Alex informándome de que se iban a un concierto, asegurando que volverían tarde. Me sentía como él hijo adolescente de un matrimonio moderno que salía de fiesta constantemente. Llamé a Tito para que me hiciera algo de compañía, y después me di una ducha y preparé algo de cenar mientras lo esperaba. Sospechaba que iba a ser una noche muy larga.

-Narra Nevaeh-

Aparqué la moto en la misma calle en la que se situaba el local donde era el concierto, recordándome a mí misma que tenía que apuntarme a una autoescuela antes de que me pillasen sin carne de conducir, y me bajé después de Alex. Los dos andamos en silencio hacia el bar, y al entrar vi que no había mucha gente, pero tampoco estaba casi vacío, era un punto intermedio perfecto.

- ¿Qué vas a tomar? -Me preguntó Alex, sacándome de mis pensamientos-

- Una coca cola. 

Él asintió y pidió dos coca colas mientras yo corría hacia una de las mesas. Sonreí al sentarme en una de las sillas, era el sitio perfecto, el escenario se veía tremendamente bien.

- Eres rápida. 

Le sonreí a Alex, que acababa de sentarse en la otra silla libre, y le di un trago a mi refresco.

- ¿Crees que Marc está ya en casa?

- Seguramente.

- Voy a llamarlo, ahora vuelvo.
 
Él asintió y me levanté de mi sitio para abandonar el local, había demasiado ruido para hablar por teléfono. Llamé dos veces a Marc y lo intenté una tercera, ahí fue cuando me cogió el teléfono.

- Hola petita.

- Hola Marc, ¿Cómo estás?

- Hombre, estaría mejor si estuvieses aquí... Pero qué le voy a hacer.

- Bueno, quería despejarme un poco... Entre la PAU y lo que ha pasa hoy...

- Lo entiendo amor.

Sonreí como idiota al escucharle, nunca me había llamado así.

- Te dejo ya, el concierto va a empezar. Te quiero, no te acuestes tarde que mañana madrugas.

- Sí mamá, te quiero.

Sonreí y colgué el teléfono antes de entrar de nuevo al local. Me senté en mi silla y le sonreí a Alex, que me devolvió la sonrisa.

- ¿Estaba muy enfadado?

- Digamos que estaba molesto.

- Mañana ni se acordará, no te preocupes.

- Lo sé.

Y, tras pronunciar aquellas palabras, escuché como la melodía de una guitarra comenzaba a sonar. Miré hacia el escenario, varios chicos estaban encima de él. Y entonces, para mi sorpresa, empezaron a cantar en catalán.

- Alex, ¿no cantan en castellano?

- No, es un grupo catalán y canta en catalán, le ponían la banda sonora a Pulseras Rojas.

- No veía esa serie... No me voy a enterar de nada.

- Tú sólo presta atención, ya verás como entiendes más de lo que imaginas.

Suspiré y decidí hacerle caso. Volví a beber de mi refresco, e intenté poner todos mis sentidos en la canción.

"És de nit, és tot fosc, estic sol i no hi ha ningú, és de nit, un record dins del cor, ella hi és a dins..."

Efectivamente no entendía nada, prácticamente ni una sola palabra, pero ver cómo a Alex se le ponían los pelos de punta me dio a entender que no sólo cantaban bien, sino que además sus letras debían transmitir muchísimo. Cantaron más de quince canciones, y además cuando el concierto se acabó uno de los integrantes del grupo se pasó a saludar a Alex y estuvimos un rato hablando con él. Así que cuando llegamos a casa ya era bastante tarde. Más de las doce. Me daba rabia pensar que Marc ya estaba durmiendo, no lo había visto en todo el día, porque el rato que pasamos juntos por la mañana había sido tan corto que ni siquiera contaba.

- Hasta mañana peque, gracias por acompañarme.

Me dijo Alex antes de besar mi cabeza y marcharse a su habitación.

- Hasta mañana -le sonreí antes de entrar en mi habitación-

Efectivamente, Marc estaba durmiendo. Suspiré y me quité las botas antes de desnudarme hasta quedar en ropa interior. Justo cuando me acerqué al armario a coger un pijama, sentí unas manos en mi cintura.

- Ya hace demasiado calor como para llevar pijama.

Reí al escuchar las palabras de Marc y me giré para mirarlo.

- Creí que estabas dormido.

- Pues no, me estaba haciendo el dormido, que es distinto.

Sonreí y besé sus labios sin poder aguantar más, lo había echado de menos, no imaginaba cuánto.