Capítulo 49: Vuelta a la rutina

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-Narra Marc-

Al día siguiente recibí un WhatsApp de Emilio a primera hora de la mañana para citarme en una cafetería cercana al hotel. Probablemente quería hablar de lo ocurrido el día anterior, de lo ocurrido con Alex y con Nevaeh, en el fondo me daba pena, bastante tenía que aguantarme a mí con mis actos impulsivos, ahora también debía soportar a mi novia y a mi hermano. Desayuné con él en una cafetería cercana al hotel y después me pasé la mañana haciendo ejercicio en la playa, no quise despertar a Nevaeh, habíamos llegado a las seis de la mañana al hotel y no quería hacerla madrugar. Justo cuando pensaba volver al hotel, me encontré con la pareja del año paseándose de la mano. Eran las personas más cantosas que había conocido en mi vida… Iban a tener más de un susto con la prensa si no cambiaban de actitud. Pero ya se darían cuenta ellos solos. Volvimos al hotel los tres juntos, y cada uno se marchó a su habitación, ya que necesitábamos una ducha después de tanta agua salada. Quedamos en vernos en media hora en la entrada del restaurante del hotel para comer juntos, y me sorprendió ver que Nevaeh no estaba en la habitación. Le mandé un whatsapp preguntándole que dónde estaba, y al ver que no recibía respuesta me di una ducha rápida y me preparé para ir a almorzar con mi hermano y Anna.

- ¿Dónde está Nevaeh? –Me preguntó Anna mientras entrábamos al restaurante-

- En la habitación no está… Habrá ido a la playa –le contesté yo, intentando mostrar indiferencia, aunque honestamente me ponía de los nervios no saber dónde estaba mi novia después de lo ocurrido con Claudia y Lora-

- Está ahí –aseguró mi hermano mientras señalaba una de las mesas del restaurante-

Y, al fijarme un poco mejor, no sólo me di cuenta de que era Nevaeh, sino que además estaba siendo acompañada por un chico, y ese chico no podía ser otro que Joel. Me acerqué a la mesa, sintiendo los pasos de mi hermano y de Anna a mis espaldas. Toqué el hombro de Nevaeh, que se giró de inmediato y me sonrió.

- ¿Se puede saber dónde estabas? –Me preguntó algo molesta-

- Emilio quería hablar conmigo y me daba pena despertarte. 

Me  acerqué a ella para besarla, pero me puso su mejilla en el último momento. Genial, ahora me hacía la cobra.

- Joel está de vacaciones con su familia –me explicó con una sonrisa-

Yo simplemente asentí y sonreí. Tanto ella como su ex nos invitaron a los tres a sentarnos con ellos, y por supuesto fui el primero en coger sitio, preguntándome cuánto tiempo llevaban ahí, estando solos y hablando de cualquier cosa. El chico se dedicó a ponerme de los nervios durante hora y media, haciendo reír constantemente tanto a Nevaeh como a Anna, contándonos su maravilloso viaje por las capitales europeas que comenzaba realizar ese mismo verano, y, cómo no, aprovechando cualquier oportunidad para dar pena , asegurando que echaba muchísimo de menos a Nevaeh. Agradecí que mi novia decidiese que era hora de marcharse y, tras despedirnos de Joel, volvimos a las habitaciones. Teníamos una conversación pendiente, necesitaba saber qué había pasado en el restaurante en mi ausencia.

- ¿Llevabas mucho tiempo con Joel cuando llegamos nosotros? –le pregunté, intentando parecer lo más casual posible-

- No, una media hora.

- ¿Y de qué hablasteis en ese tiempo?

- Marc, ¿estás celoso?

La miré sin saber qué contestar. Por supuesto que estaba celoso. Había sido celoso con todas mis parejas, y ahora que había encontrado a la persona con la que quería pasar el resto de mi vida… No podía evitar no serlo.

- Un poco…

Ella sonrió y me abrazó.

- Pues no tienes motivos para estarlo. Cuando estuve secuestrada me dio por pensar y me di cuenta de que no había sido justa con Joel, le debía una explicación… Y el destino hizo que los dos nos encontráramos en la misma ciudad Marc, yo creo en el destino y creo que éste me estaba dando una oportunidad para rectificar.

- Está bien, lo entiendo.

Sonreí, y la besé por primera vez en el día. Si algo tenía claro es que podía confiar en Nevaeh.

- Y no quiero que te pongas celoso, Marc, porque te aseguro que nadie en este mundo puede hacerme sentir lo que me haces sentir tú cuando me besas, cuando me acaricias, cuando me sonríes o simplemente cuando me miras. No sé si estaremos juntos toda la vida, porque las cosas pueden cambiar y nadie puede saber cómo ni donde estaremos dentro de unos años, pero ten claro que, pase lo que pase, siempre serás el amor de mi vida. 

Sonreí como un tonto al escucharla y volví a besarla. No sabía qué decir, pero a veces no hacen falta palabras para demostrar lo que sentimos. A veces los hechos hablaban por sí solos, y tanto ella como yo habíamos hecho muchas locuras el uno por el otro en el mes que llevábamos juntos, así que, a esas alturas, no necesitaba decirle que la amaba y que la quería a mi lado, porque ella ya lo sabía de sobra, y lo mejor es que era correspondido.

-Narra Nevaeh-

Después de pasar toda la tarde paseando por las calles de Cádiz en compañía de Marc, Alex y Anna, llegó la hora de volver a Barcelona. Volvimos al hotel a buscar nuestras cosas, y pasamos el viaje en avión durmiendo, ya que era bastante tarde. Cuando dejamos a Anna en su casa ya pasaban las tres de la madrugada, llevaba tres días seguidos acostándome tarde y levantándome temprano… Y necesitaba descansar. Así que, nada más caer en la cama, sentí que no podía aguantar ni un segundo más despierta.

Al despertar al día siguiente vi que Marc seguía durmiendo a mi lado. Fruncí el ceño, era lunes y supuestamente le tocaba ir a entrenar al circuito.

- Marc… -lo llamé tocándole el brazo- Marc, despierta…

- ¿Qué pasa petita? –Me contestó él medio dormido-

- ¿No tienes que ir a entrenar?

- Sí… ¿Qué hora es?

- Las diez y media.

- ¡Mierda!

Se levantó de golpe y miró su móvil, pero este no reaccionó, estaba apagado.

- Se me apagó el móvil por falta de batería… Por eso no sonó el despertador, seguro que tengo cientos de llamadas perdidas.

Sin perder más tiempo, puso el móvil a cargar y corrió hacia el baño para ducharse y prepararse. Yo salí a la cocina a preparar algo rápido de comer, cuando me di el susto de mi vida al ver a alguien más en casa. Era la figura de una mujer…

Conociendo a mi ídolo |Marc Márquez| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora