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La pareja caminaba por un parque, disfrutando de la brisa suave y el canto de los pájaros. A medida que avanzaban, Eric vio una tienda de peluches a lo lejos, sus ojos brillando con emoción. Se detuvo y miró a Bruce con una sonrisa radiante.

ERIC: -con entusiasmo- ¡Bruce, mira! ¿Podemos entrar a la tienda de peluches?

Bruce sonrió ante la expresión infantil de Eric, disfrutando de su entusiasmo.

BRUCE: -jugando- Claro que sí, pero primero necesito algo a cambio.

ERIC: -inclinando la cabeza- ¿Qué cosa?

BRUCE: -sonriendo- Un beso.

Eric se puso de puntitas y, con una sonrisa, le dio un beso a Bruce. La calidez del momento los envolvió, haciendo que ambos olvidaran por un instante todo lo demás.

BRUCE: -susurrando después del beso- Gracias. Ahora, vamos a ver esos peluches.

Eric tomó la mano de Bruce y lo llevó a la tienda. Una vez dentro, Eric se movía de un lado a otro, admirando cada peluche con la emoción de un niño en una tienda de dulces. Bruce lo seguía, disfrutando de la felicidad de su pareja.

ERIC: -señalando un oso de peluche- ¡Mira este! Es tan lindo.

BRUCE: -sonriendo- ¿Te gusta? Entonces lo llevaremos.

Eric sonrió y abrazó a Bruce, feliz de estar compartiendo ese momento con él. Bruce pagó el oso de peluche y salieron de la tienda, con Eric abrazando su nueva adquisición.

ERIC: Gracias, Bruce. Eres el mejor.

BRUCE: -abrazándolo- Todo por verte feliz.

Continuaron su paseo por el parque, disfrutando de la compañía del otro, el sol de la tarde bañándolos en una luz cálida y dorada.

Ya era de noche y la pareja regresaba al departamento. Mientras subían las escaleras, Bruce de repente cargó a Eric, haciéndolo dar un pequeño grito de sorpresa.

ERIC: ¡Bruce! ¿Qué haces?

BRUCE: -riendo- Llevándote a casa más rápido.

ERIC: ¡Vas a hacer que me caiga!

BRUCE: Nunca dejaría que eso pasara.

Bruce empezó a subir las escaleras rápidamente con Eric en sus brazos, provocando risas y gritos de emoción. Al llegar al departamento, Bruce dejó a Eric suavemente en el sofá y lo besó apasionadamente.

ERIC: -jadeando suavemente- Siempre sabes cómo sorprenderme.

BRUCE: -sonriendo- No pude resistirme. Te ves tan adorable.

ERIC: -sonrojándose- Vamos, deja de burlarte.

BRUCE: No me burlo, solo digo la verdad.

Después del beso, ambos se acomodaron en el sofá y encendieron la televisión para buscar una película.

ERIC: ¿Qué te parece una comedia romántica?

BRUCE: Perfecto, algo ligero para terminar el día.

Eric se acurrucó junto a Bruce, sintiéndose seguro y amado mientras la luz tenue del televisor llenaba la habitación.

BRUCE: -acariciando el cabello de Eric- Estoy feliz de que hayas venido a verme.

ERIC: Yo también, Bruce. Te extrañaba tanto.

BRUCE: Prometo que haremos que estos días juntos sean inolvidables.

ERIC: -sonriendo- Ya lo son.

Escogieron una comedia romántica y se dispusieron a disfrutar de la noche juntos, compartiendo risas y caricias mientras la película avanzaba.

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