Ecos Del Corazón

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La banda llegó al aeropuerto y, un poco cansados, cada uno se sentó en sus asientos en el avión. En cuestión de minutos, todos estaban dormidos, excepto Eric. Con un pequeño cuaderno en mano, escribió un poema mientras pensaba en Bruce. No podía dejar de extrañar su presencia, su olor, su risa. Finalmente, el agotamiento lo venció y se quedó dormido con el cuaderno aún en sus manos.

Las horas pasaron y la mañana llegó rápidamente. Eric, profundamente dormido, dejó caer el cuaderno, despertándose de golpe. Desorientado, buscó el cuaderno, que había caído no muy lejos. Al levantarse para recogerlo, sintió un mareo repentino. Se agarró la cabeza, necesitando un momento para recuperar el equilibrio.

Paul, que había despertado al escuchar el ruido, notó la expresión de malestar en el rostro de Eric y se levantó preocupado.

PAUL: Eric, ¿estás bien? Pareces un poco pálido.

ERIC: -intentando sonreír- Sí, solo un poco mareado. Quizás no dormí bien.

PAUL: -acercándose- Déjame ayudarte. No te ves nada bien.

Eric se dejó guiar por Paul hacia su asiento. Paul le ofreció un poco de agua y se sentó a su lado, observándolo con preocupación.

PAUL: ¿Te duele algo? ¿Quieres que llame a alguien?

ERIC: -suspirando- No, solo necesito descansar un poco más. Anoche no pude dejar de pensar en Bruce y eso me quitó el sueño.

PAUL: Te entiendo. Todos extrañamos a alguien a veces. Pero tienes que cuidarte, Eric. No puedes permitirte enfermar.

ERIC: -sonriendo débilmente- Lo sé, lo sé. Gracias, Paul.

Paul se quedó a su lado un rato, asegurándose de que Eric se sintiera mejor. A medida que el avión continuaba su viaje, el resto de los miembros de la banda empezaron a despertar, uno por uno.

GENE: -bostezando- ¿Todo bien por aquí?

PAUL: Sí, solo que Eric se sintió un poco mareado. Pero creo que está bien ahora.

GENE: -mirando a Eric- Cuídate, hombre. Aún nos queda mucho por hacer.

ERIC: Lo haré, no te preocupes.

Ace, que había estado observando desde su asiento, se acercó también.

ACE: ¿Necesitas algo, Eric? Puedo buscar al asistente de vuelo si necesitas.

ERIC: Gracias, Ace. Solo necesito un poco de descanso.

La banda se acomodó para el resto del vuelo, tratando de relajarse y recuperar fuerzas. Eric, con el cuaderno firmemente en sus manos, se recostó en su asiento, sintiendo un poco de alivio al saber que tenía a sus amigos cerca.

Mientras el avión seguía su curso, Eric dejó que sus pensamientos vagaran de nuevo hacia Bruce, prometiéndose a sí mismo que encontraría la manera de reunirse con él pronto. Por ahora, debía concentrarse en el presente y cuidar de sí mismo para poder enfrentar lo que viniera.