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La noche pasó y Paul se quedó en el hospital. Mientras esperaba, oyó pasos acelerados que se acercaban. Levantó la mirada y vio a Bruce llegar, con el rostro lleno de preocupación. Paul se levantó y se acercó a Bruce, quien le pidió desesperadamente que le dijera dónde estaba Eric.

BRUCE: Paul, ¿dónde está Eric? ¿Está bien? ¡Por favor, dime que está bien!

Paul suspiró y asintió, llevándolo a la habitación donde se encontraba Eric. Bruce entró rápidamente y vio a Eric acurrucado, abrazando sus rodillas. Con una voz quebrada, llamó a Eric.

BRUCE: Eric...

Eric levantó la mirada y vio a Bruce, su expresión cambiando de sorpresa a alivio. Bruce se acercó lentamente y se arrodilló junto a la cama, tomando una de las manos de Eric.

BRUCE: -con voz temblorosa- Eric, estoy aquí. Lo siento tanto...

ERIC: -con una sonrisa débil- amor... pensé que no vendrías.

BRUCE: -mirando a los ojos de Eric- No podía dejarte solo en esto.

Eric apretó la mano de Bruce con sus fuerzas debilitadas, sintiendo un poco de consuelo en su presencia. Paul, observando desde la puerta, decidió dejarlos solos por un momento y salió de la habitación, dándoles privacidad.

BRUCE: -acariciando el rostro de Eric- Vamos a superar esto juntos, ¿de acuerdo? No importa lo que pase, estaré aquí para ti.

ERIC: -con lágrimas en los ojos- Gracias, Bruce. No sé qué haría sin ti.

La habitación se llenó de una mezcla de emociones mientras Bruce y Eric se reconectaban, encontrando fuerza el uno en el otro. Afuera, Paul se unió a Gene y Ace en la sala de espera, sabiendo que su amigo estaba en buenas manos.

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