Ecos Del Corazón

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En el backstage, Paul y Ace trataban de animar a Eric antes de que entraran al escenario. Eric, sin embargo, no podía evitar pensar en Bruce y en la pelea que habían tenido. La ausencia de Bruce pesaba sobre él como una sombra constante.

PAUL: Vamos, Eric. Hoy vamos a romperla. ¿Verdad, Ace?

ACE: -con una sonrisa- ¡Claro que sí! Tenemos que dar lo mejor de nosotros.

ERIC: -intentando sonreír- Sí, lo sé. Gracias, chicos.

Justo en ese momento, Gene entró con una expresión de urgencia.

GENE: Chicos, es hora. Tenemos que salir al escenario ahora.

Eric suspiró profundamente, agarró sus baquetas y se dirigió al escenario sin decir una palabra más. Sus compañeros lo siguieron, dándole palmaditas de ánimo en la espalda mientras caminaban.

Mientras tanto, en el avión, Bruce estaba mirando por la ventana cuando los fuegos artificiales y luces del concierto empezaron a iluminar el cielo nocturno. Recordó que la banda se estaba presentando y siguió mirando, sintiendo una punzada de nostalgia y arrepentimiento.

Después de unos minutos, Bruce bajó la persiana de la ventana y sacó su teléfono. Empezó a ver las fotos que tenía con Eric, recordando los buenos momentos que habían compartido juntos.

BRUCE: -susurrando para sí mismo- Lo siento tanto, Eric.

Mientras Bruce se sumergía en sus recuerdos, el avión continuaba su trayecto, alejándolo cada vez más de los fuegos artificiales y la música que una vez habían compartido juntos.

Horas más tarde, el avión aterrizó en su destino. Bruce recogió su equipaje y salió del aeropuerto, dirigiéndose a su casa. El viaje en taxi fue silencioso, su mente aún ocupada con pensamientos de Eric. Al llegar a casa, se sintió extrañamente vacío, como si una parte de él se hubiera quedado atrás.

Abrió la puerta de su apartamento y dejó caer su maleta en el suelo. El lugar estaba oscuro y silencioso, una soledad que parecía amplificar su dolor. Bruce se desplomó en el sofá, apoyando la cabeza en sus manos.

BRUCE: -con voz quebrada- ¿Qué he hecho?

Bruce se acurrucó en el sofá  dejando escapar las lágrimas  y sin pensar Bruce había quedado profundamente dormido.