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Días después, una noche antes de salir al escenario, Paul estaba visiblemente nervioso. Bruce y Eric, que estaban a su lado, intentaban calmarlo sin éxito.

BRUCE: Vamos, Paul, lo has hecho mil veces. ¿Qué está pasando?

ERIC: Sí, Paul, respira hondo. Estamos aquí contigo.

Pero Paul no lograba calmarse. Gene, observando la situación, decidió actuar. No le importaba quién estuviera mirando, ni siquiera el mismo manager de la banda. Su corazón estaba decidido.

GENE: ¡Aparta, Bruce! -dijo, empujando a Bruce a un lado-

BRUCE: ¿Qué demonios, Gene?

Eric, enfadado, gritó:

ERIC: ¡Gene, ¿qué te pasa?!

Gene ignoró a ambos, caminando directamente hasta Paul. Una vez frente a él, Gene agarró el mentón de Paul, obligándolo a mirarlo a los ojos. Eric estaba a punto de intervenir, pero Bruce lo detuvo, notando algo diferente en la expresión de Gene.

BRUCE: Espera, Eric. Déjalo hablar.

Paul, sorprendido, trató de apartar la mirada, pero Gene sostuvo su mentón con firmeza.

GENE: Paul, escúchame. Lo siento. Sé que te hice daño, y sé que no puedo cambiar lo que pasó. Pero quiero que sepas algo...

Paul, aún nervioso, respiraba con dificultad.

PAUL:¿Qué es lo que quieres, Gene?

Gene miró a Paul con una intensidad que nunca antes había mostrado.

GENE: Te amo, Paul. Fui un idiota al no darme cuenta antes. Me asusté de mis propios sentimientos y te lastimé por eso. Pero ya no más. No me importa quién lo sepa o quién lo vea. Solo me importas tú.

Bruce y Eric miraron con asombro la escena que se desarrollaba ante ellos. El manager, que estaba cerca, también observaba con curiosidad. Gene había dejado de lado su fachada fría y estaba mostrando su verdadero yo.

Paul, aún en shock, dejó caer una lágrima.

PAUL: Gene... yo... no sé qué decir.

GENE: No tienes que decir nada ahora. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, y que lo que siento es real.

Eric, viendo la sinceridad en los ojos de Gene, relajó su postura.

ERIC: Está bien, Bruce. Creo que esto es algo que Paul necesita escuchar.

Paul, tomando una profunda respiración, finalmente encontró su voz.

PAUL: Gene, me lastimaste mucho. Pero si realmente sientes lo que dices, entonces quiero intentarlo. No sé si puedo perdonarte de inmediato, pero quiero intentarlo...

Gene asintió, soltando el mentón de Paul y tomando sus manos.

GENE: Eso es todo lo que pido. Vamos a salir ahí y dar el mejor show de nuestras vidas, juntos.

Bruce y Eric intercambiaron una mirada de alivio y apoyo. Bruce dio un paso adelante y puso una mano en el hombro de Paul.

BRUCE: Vamos, chicos. Tenemos un show que hacer. Y lo haremos juntos, como siempre.

ERIC: -sonrió y asintió- Sí, juntos.

La tensión en la habitación se disipó mientras se preparaban para salir al escenario. Los cuatro, ahora más unidos que nunca, se dirigieron hacia la tarima. La música, las luces y los gritos del público les esperaban, pero lo más importante era que habían encontrado la manera de sanar y fortalecerse.

El manager se acercó, notando el cambio de energía en el grupo.

MANAGER: Listos para salir, chicos. Es hora de darles un espectáculo que nunca olvidarán.

Gene, Paul, Bruce y Eric se miraron entre ellos, sintiendo la conexión y el apoyo mutuo. Gene apretó la mano de Paul una última vez antes de soltarla.

GENE: Vamos a hacerlo.

Paul, con una renovada confianza, asintió.

PAUL: Sí, vamos a hacerlo.

Con una última mirada entre ellos, la banda se dirigió al escenario, listos para enfrentar al mundo con una fuerza y unidad renovadas. La música comenzó, y con cada nota, el vínculo entre ellos se hacía más fuerte, mostrando al público no solo su talento, sino también la inquebrantable unión que los sostenía.

Y así, con el rugido de la multitud y el poder de su música, la banda encontró su camino de regreso, no solo como músicos, sino como amigos y compañeros que habían superado sus diferencias y se habían encontrado a sí mismos de nuevo.

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