Capitulo 42

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Lucy
Me despierto cuando los rayos del sol empiezan a entrar por la pequeña ventana de la cabaña. Siento algo pesado en mi pecho y miro a mi izquierda y veo a Iván recostado sobre mis senos. Su cabello está todo desordenado pero incluso así de alguna manera logra verse muy guapo. Intento moverme pero es imposible, tiene todo su cuerpo envuelto al mio. Supongo que no sentí tanto frío en toda la noche porque ambos estábamos muy juntos. 

—Oye, oye, quítate de mí, no soy tu almohada, Don Iván.

—Es tan temprano en la mañana y de alguna manera logras molestarme que don el tuyo morra.

—Déjame, Iván, no sé por qué sientes que tienes derecho a estar tan cerca de mí. Si te molesto tanto como dices entonces déjame en paz alejate de mi.

—Pshhh ni siquiera sabes si fuiste tú quien se acorruco conmigo queria estar enpiernada la morra.

—Hay no que enfado con usted Doño ya mejor callese.

—Deberíamos comer algo para que puedas tomar más medicamento para el dolor de tu tobillo. Por mucho que te agradezca que no comieras ayer por la noche, de esa manera nuestro suministro de alimentos dura más, lamentablemente tendrás que comer hoy. No porque me importes, sino porque no quiero que mueras con lo pesada que eres. No puedo imaginarme cargándote hasta abajo para tener un entierro adecuado para ti.

—Mira Ivan ya me tienes harta con tu estúpida actitud sarcástica me molesta, me fastidia me caes muy mal.

—Pues me vale 3 metros de pura verga como la ves mija. Ahora levántate y no estés echada todo el día como una vaca y levántate y haz algo, tenemos que ir a buscar leña para poder encender la chimenea, así no hará mucho frío en la noche. Si no eres capaz querrás estar bajo las sábanas conmigo JAJAJA.

Lucy no me hace caso se levanta y comienza a caminar con dificultad comemos en total silencio ella ni siquiera me mira. Sin preguntar, camina hacia el pequeño armario, saca una camisa y camina hacia el pequeño baño y luego, segundos después, escucho el agua correr, lo que me permite saber que se está duchando. Maldita sea se mira bien hermosa estoy celoso hasta de las putas gotas de agua porque esas si llegan a acariciar su hermoso cuerpo. Basta Ivan calmate de tanta pendejada.

Minutos más tarde salió de la ducha con una camisa con botones que le quedaba un poco grande, pero aun así se ve muy bonita. Fui y me duché también. Cuando salí, ella no estaba en ningún lugar, comencé a entrar en pánico por un momento hasta que abrí la puerta y la vi justo en frente de la cabaña agarrándose de un palo largo para sostenerse ya que su tobillo todavía le dolia. Estaba agachada para agarrar leña para la chimenea. La admiré por unos minutos sin que ella se diera cuenta pero una vez que lo hizo me puso los ojos en blanco. Una parte de mí me gusta su actitud atrevida hacia mí, no me tiene miedo ni se siente intimidada, dice lo que piensa y esa fue una de las muchas cosas que me hicieron enamorarme de ella.

—En lugar de mirarme boquiabierto, ¿por qué no viene y se algo útil y me ayudas a recoger leña antes de que llueva, señor?

—No te estaba mirando a ti, para tu información, estaba mirando a un oso pardo aya. Estaba intentando usarte como carnada para poder dispararle y comérmelo.

—¿Que un oso? donde muéstrame Ivan, donde?

—Parece que lo asustaste con tus desagradables gritos.

—Pues estos gritos te gustaban y se sabe.

—Que dijistes?

—Nada, nada que tenemos que darnos prisa y agarrar leña porque anoche hizo mucho frío.

—Sí, claro, como no si me usaste como una cobija mugre mocosa mimada.

—Bueno, al menos cumples tu propósito.

Seguimos caminando recogiendo leña, ella realmente no podía seguirme el ritmo pero lo intentó, nos alejamos bastante de la cabaña. De repente se nubló mucho y empezó a llover muy fuerte con truenos y relámpagos, tuvimos que regresar rápidamente a la cabaña, era peligroso ya que había muchos relámpagos y estábamos rodeados nada más que de árboles.

—Luciana apurate tenemos que regresar a la cabaña, orale morra metele nitro.

—¿Eres tonto o te haces el tonto? Lo estoy intentando, esto es lo más rápido que puedo caminar, idiota. Sabes qué, sigue adelante, déjame en paz, eventualmente llegaré allí.

—Solo salta encima de mí, te cargare de nuevo, pinche espalda me duele la culera de cargar tanto pinche peso.

—Miralo ya vas a empezar de nuevo.

Ella salta sobre mi espalda y yo trato de cargar tanta leña como puedo mientras la sostengo, finalmente llegamos a la cabaña empapados, inmediatamente me cambio y luego ella hace lo mismo. La lluvia continúa, enciendo el fuego en la chimenea ya que se acerca la noche. Cené y ella se negó a comer, lo cual es raro de ella, siempre tiene apetito, pero hoy no, eso empieza a preocuparme un poco. Me dijo que lo único que quería hacer era dormir. la cual la dejo descansar un poco.
Fui y me acosté a su lado y ella dormía tranquilamente. Me quedé dormido poco después.

Lucy
Me despierto con un dolor de cabeza terrible y tengo tanto frío la noche es fría y todavía llueve muy fuerte con truenos y relámpagos. Escucho ruidos afuera, suenan como animales salvajes, no lo sé, pero tengo mucho miedo.

—Ivan, Ivan, oye, oye despierta escucho algo afuera no sé qué es creo que quiere entrar aquí suena como un animal.

—Shhhh callate y dejame dormir Luciana. Como tu te la pasaste  hechada ahora no quieres dejar dormir a uno, mugre morra cabrona. Sigueme molestando y te voy a echar para afuera para que te coma ese animal salvaje.

—Ivan...Ivan....

—Shhhh ya callate Luciana!!!

Tan pronto como dije eso, siento su pequeño cuerpo acurrucarse contra el mío, se siente muy caliente y luego empiezo a sentirla temblar. Me doy vuelta y la miro y le toco la frente, ella está ardiendo de fiebre.

—Hay Luciana tienes fiebre, te resfriaste por mojarte hoy.

Me levanto y tomo un trapo mojado y se lo pongo en la frente ella esta temblando de mucho frio por la fiebre la cubro con la cobija y me acurruco con ella y la abrazo ella me mira sus ojitos cafesitos se ven caídos y llorosos . Odio verla así, se agarra de mi camisa y salta mientras escucha un fuerte trueno.

—Shhhh mi peque estoy aquí para cuidarte chiquita.

—Ivann....yo..yo te amo tanto, nunca dejé de amarte.

Probablemente dice esto porque está disvariando por la fiebre. lo cual aprovecho también empiezo a acariciarle la mejilla y le beso la punta de la nariz.

—Yo también te amo mi niña hermosa, nunca dejé de amarte mi amor nunca lo hize, nunca lo hare.

La cuidé toda la noche. Sé que mañana no recordará nada, pero al menos sé que todavía me ama tanto como yo la amo. Quizás algún día ella entienda por qué hice lo que hice. Siempre estaba pensando en su futuro y bienestar.

Ahora estoy en mi rancho los dias han pasado y ya todo esta mas tranquilo. Las cosas se han calmado y Lucy y yo estamos igual cada quien por su lado lo cual me duele pero así deben ser las cosas. Ella comenzó a trabajar y a fabricar las pastillas, y está haciendo un trabajo fenomenal. No esperaba menos de ella, es muy inteligente. Sé que se acerca el día en el que ella tendrá que regresar a España. No estoy preparado para eso, pero sigo diciéndome a mi mismo que nuestro destino no era estar juntos y que necesito aprender a aceptarlo.

Me acuesto en mi cama mientras pienso en esa noche en la cabaña, no sé si soñé o si esto realmente sucedió. Podría jurar que Iván me dijo que todavía me amaba mucho pero mi mente está nublada por lo cual no sé si estaba alucinando por mi fiebre o si realmente pasó.

Awwww "No se puede renunciar a aquello en lo que no dejas de pensar todos los dias".

Será que Lucy e Ivan por fin puedan estar juntos? Esto ya casi acaba.
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LA MB 《 IVAN ARCHIVALDO GUZMAN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora