Capitulo 41

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ván
Lucy y yo llegamos a la cabaña, realmente no hemos hablado todo el camino aquí. Me bajé de la camioneta de mala gana.

—Apurate bajate o que, ¿quieres que te abra la puerta Princesa?

—Ashhh ya vas a empezar de mamon ¿Dónde estamos Ivan? no hay nada cerca de aquí donde se supone que vamos a dormir? 

—Sabes que tenemos problemas mayores y tu luego te preocupas por dónde vamos a dormir, eres tan ridícula.

Veo que agacha su carita y mira fijamente a la noche oscura.

—Tenemos que dejar la auto aquí y caminar hasta una cabaña a unos 2 kilómetros más delante.

—Mmmm está bien.

Veo que mira sus tacones pero no dice nada. Se abraza a sí misma porque la noche empieza a ponerse muy fría. La ignoro y empiezo a caminar, miro que esta batallando por caminar sobre el suelo rocoso.

—Luciana, date prisa, si no sabes caminar con tacones altos, ¿por qué carajo te pones esa mierda?

—No tienes que gritarme por todo, no es mi culpa que tengamos que estar aquí. Lo siento señor por no usar la ropa y zapatos adecuados, pero verás, no planeé huir del gobierno con un criminal como tú idiota.

—Mira mugre mocosa enfadosa a mi me respetas escuchaste. Sigue así de mamona y aquí te dejo para que te coman los pinches leones.

—Bueno bueno todo será mejor que estar a tu lado. Todo lo que haces es gritar y gritar y recordarme cuánto te molesta mi presencia.

Empiezo a caminar lo más rápido que puedo, paso junto a él, pero para mi mala suerte, uno de mis tacones altos se atascan en una de las rocas, lo que me hace torcerme el tobillo y caer al suelo. Inmediatamente siento un dolor agudo en el tobillo y grito de dolor. Ivan corre hacia mí, mientras empiezo a llorar.

—Déjame en paz Ivan, si me vas a gritar solo vete ya lo resolveré yo misma, ya vere como salgo de aquí yo sola.

—Hay si miren a la experta, a Doña Mamona las puede todas, callate Luciana déjame ver qué tan mal te lastimaste. Dios eres tan torpe solo a ti te pasan estas cosas no te digo contigo morra.

Tomo suavemente su tacón alto y se lo quito, le pongo un poco de presión en el tobillo y ella grita de dolor.

—¡¡Ayhhhh!!! Que carajo Iván.

— ¿Qué te duele mucho?

—No, no duele nada, mugre viejo menso claro que duele,esa es la pregunta más estúpida por dios.

—Hay sí, y no me grites. Puta madre tengo que cargarte, vamos andale.

Cargo a Lucy en mi espalda, ella rodea mi cuello y empiezo a caminar, me encanta tenerla así de cerca. Mi mano al hacer contacto con sus piernas me hace sentir de alguna manera y no puedo evitar pensar en ese beso que nos dimos en el antro. Yo inicié el beso pero ella me correspondió. Puedo decir que fue una explosión de emociones. Estoy profundamente enamorado de mi pequeña, pero ella me odia por todo lo que le dije cuando rompí con ella.

—Estas bien pinche pesada Lucy no mames esque tu no comes tu tragas. Pobreito el hombre que te toque, se ira a la ruina en cuestión de una semana porque tu si que tienes buen apetito.

—El hombre que me toque, me aceptarán tal como soy y ciertamente no hablará toda esa mierda como tu lo haces. Ahora por que no te callas y llévame ya, vamos a la cabaña porque tengo mucho dolor.

—Ahora si jodimos la niña se pone sus pinches moños bien pinche mandona a la verga.

—Pues así soy y que eh.

—Ni quien te aguante pinche morra castroza.

Minutos después de llegar a la cabaña, es una cabaña pequeña pero es mejor que nada. Abro la puerta todavía con Lucy sobre mi espalda, entra y uso la linterna de mi teléfono para guiarme a la cama y sentarla.

La siento en la cama con cuidado de no lastimarle el tobillo y camino en busca de los aparatos que hay aquí para que nos den un poco de luz. Esta cabaña no se usa mucho pero tiene todo lo necesario para emergencias como ésta. Busco el botiquín de primeros auxilios, necesito envolver el tobillo de Lucy y darle algunos analgésicos.

—Déjame ver tu tobillo.

Ella hace lo que le digo y empiezo a doblar su tobillo con mucho cuidado, su suave piel rosando con la mía es pura tentación de no llevar esto aún más lejos. Ella hace muecas de dolor mientras le envuelvo el tobillo. Quiero quitarle el dolor, no hay nada en este mundo que no haría por ella, mi pequeña mi niña bonita.

—Ten toma esta pastilla que es para el dolor.

—Mmmm gracias.

—No, nada de gracias esto te costara solo espera hasta que regresemos.

—Ashhh por dios.

—Tengo un poco de hambre solo tenemos comida enlatada ¿quieres algo?

—No, no quiero nada.

—Tu te lo pierdes pues, morra berrinchuda crees que pensabas que tendrías un buffet de comida o lo que eres tan superficial.

—Puedes pensar lo que quieras. No puedo esperar para irme y no volver a ver tu estúpida cara nunca más.

—Eso no es lo que dijiste cuando tenía mi lengua entre esa boquita y se sabe mamasita asi que no te hagas la santa porque no te queda.

Ella pone los ojos en blanco, se da vuelta y se acuesta en la cama, me da la espalda mientras empiezo a comer en una mesa pequeña a su lado. Ella abraza su cuerpo pero su orgullo le impide pedirme una cobija. La veo hacerse bolita y estoy disfrutando de la vista ya que el vestido que lleva es muy corto, puedo admirar esas bonitas piernas que una vez me comí.
Unos minutos después termino de comer y me acerco a un pequeño armario y tomo unas cuantas cobijas, ya que aquí las noches son muy frías. Me acuesto a su lado como solo hay una cama, tenemos que dormir juntos. La miro y ella está durmiendo. La cubro y me acerco mas a ella porque ahora yo también tengo frío.
Muevo suavemente su cuerpo más hacia mí y me acurruco con ella. Me siento tan bien había extrañado su pequeño cuerpo estar cerca del mío. Su dulce aroma me brinda consuelo y tranquilidad. Algo que ella siempre me brindó. Ella es el balance perfecto es mi mas necesidad.

—Hay mi niña como te amo mi amor, siempre te amare, solo tu me haces sentir de esta manera mi peque hermosa.

Esto ya casi se acaba 🥺🥺
Sigan disfrutando de esta novela gracias por sus votos y comentarios las tqm un chingo 💕

LA MB 《 IVAN ARCHIVALDO GUZMAN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora