Estoy segura que es por sus constantes provocaciones. Había llegado a un nivel de irritación que estaba empezando a pensar que quería que le rogara.
No es normal la cantidad de situaciones que hemos tenido donde hay tensión entre nosotros. Un simple beso, es todo lo que pido.
Pero König ni siquiera puede tocar un centímetro de mi piel sin que yo deba interferir.
¿Cómo puede mantenerme así sin siquiera ponerme un dedo encima?
Me pidió acompañarlo a la base y acepté, aprovechando estar allí para hablar con aquella chica que había conocido, Farah.
Es muy agradable, creo que podemos llevarnos bien.
A König no le gusta mucho que me aleje de los sitios donde me pueda ver pero no le doy mucha importancia.
Casi todo el día estaba metido en una oficina con su compañero, ya lo había conocido antes, Horangi.
No me cae mal pero no he platicado mucho con él para decir que somos amigos.
Acompañé a König a realizar sus entrenamientos, prometí no volver a pisar un campo de entrenamiento luego de la explotación que sufrí hace semanas, pero he hecho la excepción mientras no sea yo quien entrene.
Me invitó a ejercitarme con él pero me negué rotundamente. La última vez que lo tuve como mi entrenador me terminó doliendo el cuerpo por dos semanas enteras.
Lo miraba ejercitarse con tanta agilidad, misma que no me sorprendió. Noto perfectamente sus capacidades.
Aunque juro que algún día ese trapo en su cabeza hará que se desmaye.
Estuvo alrededor de dos horas en su rutina. Dios, cómo puede alguien hacer todo eso durante dos horas y seguir como si nada? Supongo que es su costumbre.
Una mujer se acercó a él con una botella de agua, la aceptó. Ellos empezaron a charlar.
Pero sin duda lo que me molestó fue que ella parecía tocarlo de vez en cuando y él no se inmutaba. La gota que derramó vaso fue cuando la tomó de la mano.
No se tensa, se lo está permitiendo.
¿Qué confianza tienen esos dos?
¿Por qué a ella si la puede tocar?
No soy alguien a quien le guste armar dramas, pero mi cuerpo se movió solo, siendo conciente hasta estar a su lado.
— ¿Cuando nos vamos? — Le pregunté, ignorando a propósito a la mujer, pero cuando me giré ella lucía visiblemente incómoda.
— Oh, disculpa, que mal educada. Mi nombre es ________, esposa de König.
Extendí mi mano hacia ella con una sonrisa forzada, la estrechó.
— Creo que es mejor que ya me vaya, gracias por todo coronel.
La vi marcharse, luego él habló.
— ¿Qué sucede?
— Nada, ya quiero irme, es todo.
— ¿Estás molesta conmigo? Es una de las cadetes de la organización, la despedí porque acaba de ser aprobada su renuncia.
No le respondí, no me importa quién sea ella.
— Si lo que quieres es regresar a la casa, yo te llevaré. Solo espera aquí.
Me quedé en el lugar cruzada de brazos, él regresó minutos después.
Todo el camino de regreso el ambiente estuvo silencioso, he de admitir que me estaba comportando como una imbécil, pero no podía evitarlo.
Él solo habló cuando llegamos.
— ¿Por qué no me dices nada? Ya te he explicado todo, dime qué debo hacer ahora. — Al no recibir respuesta de mi parte, quitó su máscara y se acerca para tomar mi mentón, obligandome a mirarlo. — ________ — Pero retiró su toque casi de inmediato.
— Esto es a lo que me refiero, ni siquiera puedes mantener contacto conmigo por más de un jodido minuto. — No me contuve.
— _________ cálmate, dime qué es lo que pasa.
— ¿Qué pasa König? ¿Qué te pasa a ti? No puedes estar cerca de mi, pero sí puedes hacer todo eso con otras mujeres. ¡Si te doy asco solo dímelo!
— ¿Qué estás diciendo?
— ¿Es que no te gusto?
— No es eso tú... Me gustas mucho.
— ¿Por qué no eres capaz de hacer nada de eso? — Él se quedó en silencio unos segundos, bajó la mirada.
— No quiero ensuciarte... — Al subir la mirada notó mi expresión confundida y siguió hablando. — Tengo las manos manchadas de sangre de otras personas en la guerra, no voy a tocarte con las manos sucias.
Me acerqué a él, puse mis manos en su pecho.
— No me importa qué hayas hecho, no importa de dónde vengas. Estoy contigo, quiero estarlo. Por favor permíteme estarlo.
No dijo nada, sus manos viajaron hasta mi espalda, terminando en mi cintura, pero luego se apartó.
— Perdóname.
Me quedé en mi lugar, la respiración empezaba a abandonar mi cuerpo. Sentí un peso en el pecho por su rechazo.
No pude decir nada más, solo me giré para subir hacia mi habitación, no pude mirarlo por la vergüenza, no quería mirarlo.
Un jalón brusco me hizo retroceder, me giró hacia él y puso sus manos a ambos lados de mi cara, enredando sus dedos con mi cabello en el proceso.
— Verdammt...
Fue lo último que escuché antes de sentir sus cálidos labios tomar los míos con desesperación.
N/A: No suelo agregar notas en los capítulos pero amanecí amorosa JSCKD.
Quiero agradecer a esas cuantas personitas que leen lo que escribo y dejan su estrellita, me siento muy feliz de que haya alguien leyendo esto después de abandonarlo por tanto tiempo.
Intentaré publicar más seguido <33.También quería preguntar si no les incomoda que vaya a escribir acerca de una situación sexual.
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Trapped | König
RomanceQuiero enamorarme de ti, por favor ayúdame a amarte sanamente. Oh Bella, has sido cegada por "La Bestia". ︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿ König x Fem reader 1rst published story NO CANON