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El primer y único hombre al que amé en mi vida me mostró cosas que no conocía y que hasta el día de hoy mantengo grabadas en mi corazón.

Hemos aprendido y crecido juntos. Los errores solo nos dan paso para crecer y más luego de que tuvimos nuestro primer bebé.

Cuando Matt nació König se volvió más dedicado, se preocupaba por darle todo el amor que nosotros no tuvimos cuando éramos niños.

Queríamos hacerlo feliz en consuelo de nuestras desgracias que se habían convertido en oportunidades para mostrar que el mundo no necesariamente debe ser cruel.

Es un padre amoroso y un buen líder. Aunque debía trabajar jamás descuidó a nuestro bebé y siempre intentaba enseñarlo o hacer que se sienta conectado con él.

Que pasara tanto tiempo con nuestro hijo me dió oportunidad de asistir a mis terapias, mismas que él también tomó por nosotros desde que estaba embarazada.

Queríamos sanar para poder proporcionarle estabilidad a la familia que intentamos formar juntos.

Por ello cuando llegó un nuevo bebé y al ver la dedicación con la que König cuidaba a nuestra primera niña y que además enseñaba a su hermano a cuidarla y respetarla me hizo darme cuenta de una cosa.

Amo a este hombre.

Quiero pasar el resto de mi vida con él.

Siempre supe eso, pero es una sensación diferente, mi amor cambió cuando me convertí en madre.

Ya no es un amor agobiado ni desesperado, aquel sentimiento de temor que tenía permanentemente pensando en que si cerraba los ojos por mucho tiempo mi familia desaparecería.

Es un amor que me hace sentir en paz y afortunada por esto que creamos juntos y que hemos luchado por conservar de esta forma.

Desde que era más jóven e incluso ahora puedo decir con firmeza que König es el amor de mi vida.

— Matt, ven aquí. — Lo llamó Price de inmediato al ver cómo quería entrar a la habitación. — No puedes entrar, tu madre se está arreglando. Y ten cuidado con esos anillos.

— Pero yo quiero verla. — Dijo con un puchero volviendo a poner los anillos en la pequeña almohada que sostenía.

— Lo harás pronto. Tienes que ser paciente, tus papás estás nerviosos.

— ¿Y por qué deben estarlo? Ya se han casado antes ¿Cual es el problema? — Gruñó Ghost.

— ¡Es porque están enamorados! — Matt estaba muy animado por poder presenciar la boda de sus padres.

Él más que cualquier otra persona era testigo a diario de cómo se llevaban y verlos así le encantaba.

En clase presumía orgulloso a su familia. Siempre iban a sus actividades escolares y uno de los dos lo acompañaba todos los días a la escuela.

Le divertía cuando era el turno de su padre pues así podía mostrarle a sus compañeros que él era un coronel muy fuerte y los niños siempre lo rodeaban esperando que el más alto diera alguna demostración.

El pequeño amaba a su familia, más ahora que tenía una hermanita a la que podía amar también.

Matt se sentó al lado de su tío Price, pues era quien más lo corregía y enseñaba. Su papá siempre le decía que para ser fuerte primero debías ser inteligente, por eso cuando iban a visitarlos el niño intentaba pasar mucho tiempo con el capitán. Era un hombre sabio.

Por otra parte, König estaba tan nervioso que mecía a su bebé para intentar distraerse a si mismo. Sentía que era como casarse con ella por primera vez.

Horangi se acercó palmeando su brazo para tranquilizarlo.

— Hermano, cálmate. Dame a la niña, la vas a marear.

Fass meine Tochter nicht an. Sus nervios provocaban que todo lo que dijese fuera en alemán.

Quiso resistirse pero al final terminó cediendo y pasándole con cuidado a su pequeña.

Era muy celoso con ella. Matt es su orgullo pero definitivamente esa bebé es su princesa, sobre todo porque siempre quiso tener una niña.

Horangi se sentó presumido junto a los demás, la competencia por ser el tío favorito entre él y Soap continuaba ahora con ella, pues Matt había elegido a Price.

Intentó calmarla cuando empezó a llorar, pero fue arrebatada por Ghost. El coreano frunció el ceño cuando se tranquilizó de inmediato.

— No entiendo por qué le gusta estar contigo, das miedo.

— Es porque no soy insoportable como ustedes. — Dijo acariciando a la niña que empezaba a babear sus dedos.

El boqueo de König les hizo darse cuenta de que finalmente __________ se había presentado.

Era difícil ignorar la sonrisa amplia que ambos tenían, aquella que querían compartir con sus amigos más cercanos, mismos que ayudaron a que ambos pudieran estar juntos de nuevo.

Cuando estuvieron el uno frente al otro tomaron sus manos, sin perder la mirada.

Meine Liebe... Estás hermosa.

— König, me siento tan feliz ahora.

Él la tomó de las manos para dejar un beso en su frente y otro en sus labios.

— Gracias por darme a nuestros hijos, por ser mi compañera, por darme felicidad.

Price hizo señas al niño para que se acercara, yendo rápidamente frente a sus padres. Tenía una sonrisa de oreja a oreja.

— __________, te tomo como mi esposa y me ofrezco como tu esposo, para cuidar juntos a nuestra familia y hacerte feliz hasta que la muerte nos separe. E incluso después de ella mi corazón te será fiel hasta que podamos reencontrarnos.

Tomó con sumo cuidado el anillo para ponerlo en su dedo, besando su posición.

— König, me has acompañado en mis peores momentos y motivado a volver mi vida mejor por mí, por ti y por nuestros hijos. Me has mostrado un nuevo lado de la vida y es por eso que hoy quiero tomarte como mi esposo y ofrecerme a ti como tu esposa.

Ella hizo lo mismo, le puso su anillo en muestra de la renovación de su unión.

Finalizando con un beso donde se profundizó todo lo que sienten el uno por el otro.

Cargado de los aplausos de sus amigos que también forman parte de su familia.

Cargado de los aplausos de sus amigos que también forman parte de su familia

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N/A: Ojalá alguien tenga todavía esto en biblioteca.

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