Trapped | König

⩩ XXVI. Análisis

No sé dónde estamos, pero en este lugar no da la luz del Sol.

Mi madre parece nerviosa, trata desesperadamente de ocultarme y ha colocado más hataduras en mi cuerpo y mi boca. ¿Será que me están buscando?

Por favor no me rescaten, no quiero repetir el mismo ciclo.

Por su seguridad no deja entrar a ningún hombre y eso es un alivio para mí, pero no parece querer liberarme. Eso me da un respiro al menos para poder pensar.

— Mamá ¿Por qué ya no hablas conmigo? — Necesitaba obtener al menos algo, una migaja que me hiciera pensar que tengo futuro aquí.

Aproveché de inmediato cuando había quitado la mordaza de mi boca para cambiarla, buscando su atención.

— Me gustaría que ayudaras a tu madre y te mantengas en silencio ¿De acuerdo?

— Es que me siento sola, hace tanto no hablo contigo y no me has dado la oportunidad. No sé si te he hecho falta como tú a mí.

— Cariño, claro que sí, por eso te busqué. Sabes cuanto te necesito, por eso no puedo dejarte ir ahora.

— ¿Cuando vendrá alguien? Estoy triste, necesito cariño. Necesito que un hombre me toque mamá.

Ella se sorprendió, no era para menos. Y aunque estaba emocionada podría ser riesgoso traer a alguien aquí, los desconocidos le generaban desconfianza. Alguien podría hablar o rastrearnos si no tenía cuidado, lo sé bien.

Y yo sabía que traería a alguien que ya conoce, así que espero correr con suerte es tan vez. Después de todo su vicio por prostituirme para poder conseguir dinero no podía desaprovecharse.

Ambas podemos jugar este sucio juego. Me uniré a ti.

No estaban acostumbrados a convivir, menos a ponerse de acuerdo. König y Ghost siempre querían estar a la cabeza y su lucha por la razón los llevaba a disturbios más grandes que impedían avanzar con el rescate.

— ¡Solo falta que quieras salir bar por bar, casino por casino a preguntar si alguien conoce a esa jodida anciana! — Ghost no era paciente, quería salir de inmediato y no valía escuchar las ideas estúpidas del coronel.