⩩ X. Abismo de sensaciones

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No podía evitar jadear mientras lo sentía devorar mis labios

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No podía evitar jadear mientras lo sentía devorar mis labios. ¿También tenía ganas de besarme?

Todos esos intentos fallidos han valido tanto la pena.

Nuestras lenguas se encontraron cuando me afirmó contra la pared del inicio de las escaleras. La falta de aire fue lo único que rompió nuestro encuentro, pero él no se detuvo.

Dejó un camino de besos húmedos que viajaron desde mi barbilla hasta mi cuello, sus manos se mantuvieron en mi abdomen hasta que me miró de nuevo.

Pasó sus dedos por mis labios hinchados y se acercó a susurrarme.

— ¿Quieres que te toque? Te daré lo que deseas Hasenmädchen, todo lo que tu cuerpo necesita.

Me cargó con facilidad escaleras arriba, esto estaba avanzando hacia un rumbo más alejado del que imaginé.

Pero lo necesitaba.

Quería ser tocada por él.

Necesitaba ser tocada por mi esposo.

Caí suavemente en la cama cuando atrapó mis labios, sus hábiles manos deslizaban mi ropa para desnudarme ante él. Mi respiración era inestable cuando me miró, deseoso.

— Quiero probar cada rincón de tu cuerpo.

Sus besos bajaron a mi pecho, atrapando con su boca uno de mis pezones y dando atención con su mano al otro, con cada succión soltaba gemidos ligeramente audibles mientras mis manos vagaban hasta su camiseta inútilmente.

Quiero tenerlo también.

Él detuvo mis manos.

— Oh no princesa, quiero disfrutarte por completo primero.

Jadeé de mala gana cuando bajó sus besos para recorrer mi abdomen. Se detuvo en mi monte de Venus y dejó allí varios besos antes de abrir mis piernas.

El que se haya quedando observándome me hacía sentir tan expuesta, tan vulnerable ante él.

So nass.. — Susurró.

Sentí sus labios en mi entrada ser reemplazados por su lengua, no pude evitar dejar escapar un gemido al sentir casi de inmediato su habilidad jodiendo mi clítoris.

— Quiero escucharte, Mein Liebling, gime más para mí.

Uno de sus dedos invadió mi interior, moviéndolo lenta y torturosamente hasta que introdujo el otro.

Sus dedos eran largos y grandes, sacándome desesperados gemidos de placer mientras saboreaba mi intimidad provocando sonidos obscenos al saborear.

— K.. König.. por favor!

Trapped | KönigDonde viven las historias. Descúbrelo ahora