⩩ XXXVII. Tener que despedirse

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Cuando te sientes ansioso por la llegada de algo tu mente empieza a formular escenarios hipotéticos

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Cuando te sientes ansioso por la llegada de algo tu mente empieza a formular escenarios hipotéticos.

Y König deseaba que aquel fuera uno de ellos.

¿Por qué se supone que luchaba? ¿Donde está la razón?

Ya sabe que existía la posibilidad de que Nikol haya mentido pero ¿Y si no? ¿Qué haría sin __________?

El tiempo se había convertido en un calvario. Anteriormente trabajaba para llegar a esta oportunidad y ahora sentía ansiedad ante el momento.

Mañana. El mañana está tan cerca.

Por un lado deseaba que llegase para que pudieran empezar la operación. Pero por otro sentía pánico si es que aquella confesión llegaba a ser cierta.

El sonido de los pasos a sus espaldas lo sacó de sus pensamientos.

— ¿Me puedo sentar? — Era Simon.

— Como quieras. — Y no tenía muchas ganas de hablar con él.

El silencio daba paso a la tensión, pero ambos parecían estar renuentes a ceder al inicio de una conversación. O eso hasta que Ghost rompió ese patrón.

— Ella está bien.

— ¿Cómo lo sabes?

— Porque la conozco, sé que está luchando con todas sus fuerzas. Ella quiere verte.

— No intentes... Consolarme así. — Su rudeza flaqueaba. — Puede que espere un hijo mío pero sigue siendo legalmente tu esposa.

Ghost suspiró, acomodándose en el pasto con su mirada entretenida entre las ramas de los árboles que se movían con la brisa nocturna.

— _________ no dejó de amarte König, ni un segundo. Incluso antes de que sucediera el accidente.

Un breve silencio, intentaba encontrar las palabras.

— Desde que la conocí me di cuenta de que había alguien en su corazón. Te juro que intenté hasta el cansancio hacerte salir de allí pero jamás lo logré.

Ghost nunca había sido tan expresivo con las palabras, y cada vocalización era un golpe a su orgullo por tener que admitir su derrota ante ese hombre.

— Yo jamás la toqué, y solo pude besarla antes de que tú llegaras. Pero cuando volvió conmigo solo lo hizo porque estaba confundida.

— ¿Por qué me estás diciendo todo esto?

— Porque quiero que sea feliz. Quiero que tenga contigo toda la felicidad que yo nunca pude darle, y es porque ella se lo merece. Ella debe ser feliz.

— La recuperaré, la traeré de vuelta.

Sentían lo mismo y lo sabían.

Miedo.

Trapped | KönigDonde viven las historias. Descúbrelo ahora