Capítulo 6. El resto del verano y unas cuantas hojas secas

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Sexagésima cuarta luna de verano:

Nada aún. Bueno, nada relevante. Seguiré recaudando información

Septuagésima tercera luna de verano:

Hoy en la mañana Zero me hizo limpiar sus geta (las zoori se las escondí) y le aflojé uno de los dientes, que se va a soltar cuando jale mal la correa. No hay forma de que se salve (imagina que me estoy riendo como maníaca).

Nonagésima segunda luna de verano (la última):

Zero sí se cayó, pero tengo algo mucho más importante que contar. Hakushiki, por lo que parece, traerá a una nueva esposa. Pero lo que me impacta es que, al parecer, ella tiene más o menos mi edad. ¿Y si hago un cambio de planes? Osea: en vez de hacer guerra contra Zero, hacerla contra mi progenitor. Otro debate abierto. (El de Zero ya lo cerré y concluí que si es completamente natural por que es una idiota).

Tercera luna de otoño:

No es algo que llamaría muy relevante, pero: el rey de los estúpidos mandó a Zero a buscar a esa nueva chica. ¿Por qué no apareció? Zero dijo de un idiota sobreprotector de buen corazón que quería evitar que se la llevaran. ¿Eso tendrá algo que ver? ¿El idiota sobreprotector es el mismo que defendió al jabalí?. Creo que no me queda más que esperar a que el tiempo me aclare las dudas.

Décima octava luna de otoño:

Mis sospechas eran ciertas. ¿Que sospechas? que ninguna de mis teorías eran verídicas. La chica, una inu-yōkai de estirpe débil, no fue negada, al contrario: se le permitió venir. Pero ahí es donde la cosa se complica: Si se le permitió ser la nueva esposa de Hakushiki ¿Dónde está? ¿Acaso se arrepintió? ¿Zero o Kirinmaru la habrán matado para evitar que le hagan competencia a Sorahana? Aún no obtengo respuestas, Zero me sigue tratando como sirvienta y estoy increíblemente aburrida.

Vigésima luna de otoño:

Nada. La asesinaron. O más bien se la comió un ōni de camino al palacio de Hakushiki (¿Por qué no estoy sorprendida?). Pero me enteré de algo. De algo que creo que preferiría no haberme enterado: al hermano de esa chica también lo devoró un ōni. No se más detalles, pero aquella vez, según cuentan, se escapó por poco de las garras de la muerte. Creo que esta la quiso reclamar de la misma forma que había planeado primero.

Cuadragésima quinta luna de otoño:

Encontré algo. No estoy segura de qué pero sé que es algo. Espero que Zero no me lo robe. A menos que sea un aparato que destruya a su portador. Ahí si quiero que lo robe.

Octogésima quinta luna de otoño:

Ayer Zero trató de robarme la cosa y los papeles (no estos, en los que analizaba el objeto) pero no pudo, por que es una idiota, No sabe distinguir una barrera de energía yōkai y terminó ligeramente herida (tengo que mejorar esa barrera, para que al menos se queme las manos gravemente la próxima vez).

Mi nombre es Irasue MinayashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora