Mi nombre es Irasue Minayashi

Capítulo 49. Sesshōmaru

Cuarta luna de invierno:

Mi querido esposo se ha negado a decirme la razón por la que llegó con aquel aroma tan peculiar. Pero bueno. Tal vez algún día que vea a Toshi le pueda preguntar.

Pero eso no es lo más relevante. (Ahora mismo estamos esperando a que mi marido traiga la comida porque dijo que él cocinaba hoy) Pero ese tampoco es el punto:

Sesshōmaru ya sabe caminar en su forma humana. En la canina es relativamente más fácil.
Y creo que ya está aprendiendo a leer. Es un cachorro muy listo. Y tampoco ha desaprovechado la oportunidad para interrogar a su padre.

Por su parte, Tōga, no ha dicho nada ni ha actuado de manera diferente (aunque sí ha cambiado ligeramente en su gastronomía, que sigue siendo deliciosa... Ay, como adoro que cocine con la puerta abierta... Así el aroma llega hasta acá)

Digo no... Osea sí pero hay cosas mucho más importantes.
Él otro día una daiyōkai vino. Es una marginada del clan Ryū y es un poco menor que yo. Sesshōmaru la mordió sin previo aviso.

Mi pequeño Sesshōmaru es posesivo. Tōga se estuvo disculpando la mayor parte del tiempo.

Pero bueno. Mi cachorrito ya tiene casi un siglo. Y yo ya casi lleno toda una recámara con los "aniversarios" en dónde Tōga me trae unos tres libros o pergaminos.

Pero bueno (¿Cuántas veces he escrito eso?) dice el idiota que nuestro niño ya tiene edad para ir a entrenar. Un cachorrito... Supongo que no sería tan mala idea... Ya casi siete décadas. Está bien.

Bueno... La petición que le hice aquella vez a Tōga, él siempre ha buscado pretextos. Y ahora le pregunto si no quiere más cachorritos. Pero me dice que no. Que aún no. Y mira disimuladamente entre nosotros. Y ahí está mi pequeño, dormido entre ambos.

Sesshōmaru: (parándose y tratando de asomarse hacia lo que escribe su madre) ¿Que haces, mamá?

Irasue: ¡! (cierra la libreta) N...nada (sonrojada)

Tōga: (con los platos calientes en las manos, mirando a su mujer) ¿Que pasó aquí?

Irasue: N...nada. Ya siéntate para comer todos juntos.