Capítulo 24. ¿No es malo? Es terrible.

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Septima luna de verano:

Nada. No he hallado nada. Dos días de incesante investigación -tiempo en el cual Hakushiki se había tomado tooooda la libertad de agobiarme sobre el papeleo (¡¡Por todos los cielos, apenas soy una joven!! (¡¡¡Y, ADEMÁS, ES SU MALDITO PAPELEO, NO EL MÍO!!!))- y no he conseguido nada.

Creo que no me queda más opción.

Minutos después Irasue se encontraba frente al fusuma que cumplía la función de puerta en el cuarto de su hermana. Suspiró y se dispuso a llamar a la puerta, pero recordó que ella no lo hacía, así que entró sin tocar.

Eso sobresaltó a Zero, que redirigió su atención (antes enfocada en un pequeño pez koi, que parecía estar herido, y andaba con dificultad en el agua cristalina) hacia ella.

Irasue: ¿Que sabes sobre los compromisos? (con una ceja arqueada)

Zero: ¿Por qué yo sabría sobre eso? (perpleja)

Irasue: No te hagas la inocente. Tu haz de saber algo. (seria)

Zero: (se voltea completamente a ver a la otra peli plata y la invita a sentarse frente a ella) ¿Que quieres saber?

Pensamientos de Irasue: Sabía que ella iba a saber algo al respecto.

Irasue: Todo lo que sepas.

Zero: ¿Que me darás a cambio?

Irasue: ¿Tu ya sabías que mi madre tiene un compromiso?

Zero: (abre la boca, no dice nada y la vuelve a cerrar) ¿¡Qué!?

Irasue: (suspira) Yo también me acabo de enterar.

Zero: Mañana nos vemos en la biblioteca. (cortó ella e indicó con la mirada que la otra se fuera)

Irasue se fue, con un gruñido para recalcar su autoridad y corrió el fusuma para cerrar la habitación. Ella llegó a su propia recamara y trató de seguir investigando. Decidió ir a la biblioteca, solo para ver si entendía un poco más. Tal vez Sākuya había escrito algo al respecto o algo así.

Cuando entró a la biblioteca se encontró a la causante de que se revelará aquella marca de compromiso. Irasue maldijo por lo bajo el que nunca pudiera estar sola en la biblioteca y se acercó a ella.

Irasue: Ichiko-san, ¿Te puedo hacer unas preguntas?

Ichiko: S...sí. Supongo.

Irasue: (seria) ¿Cómo era esa marca de compromiso?

Ichiko: (ligeramente horrorizada) Era... Como una mordida. Se podían distinguir los colmillos de Hakushiki-dono. Era color rojo vivo, cómo si fuera sangre fresca o fuego. Y sobresaltaba en la piel pálida de tu madre.

Irasue: ¿Y temes que a tí también te marque?

Ichiko: ... (mira fijamente al suelo)

El resto del día pasó con una incómoda tensión en el palacio. Nadie más lo sabía, pero aún así era completamente incómodo.

Al día siguiente, en la mañana, Irasue se disponía a ir a la biblioteca, para encontrarse con su medio hermana. Su trayecto transcurrió en silencio, enfrascada en sus pensamientos y leyendo unas cuantas anotaciones acerca del pacto.

Escuchó un gruñido familiar y escondió los papeles. Unos segundos después su padre se encontraba frente a ella, acabando de regresar de una cruel batalla, lleno de sangre.
Irasue no se movió, simplemente tragó saliva.

Hakushiki: (en voz baja pero despectiva) Sí no estás haciendo nada, no me estorbes, mocosa.

Irasue: (semblante frío) No se preocupe, padre, no lo estorbaré más. (rodeó a Hakushiki y llegó a la biblioteca)

Zero entró unos instantes después por la puerta paralela.

Irasue: (sería, tratando de disimular su interés) ¿Que sabes?

Zero: (suspiro) Los compromisos son una especie de pacto forzado.

Irasue: ¿Algo que no sea lo escencial?

Zero: Sí quieres estar al tanto de algo tienes que iniciar por el inicio.

Irasue: Eso ya lo sé.

Zero: Entonces no seas impaciente. Mira; el pacto se puede dar de distintas maneras: de sangre, de alma o de algo más...

Irasue: Y en el caso de Sākuya es...

Zero: Me sorprende que la llames así.

Irasue: ¿De que otra forma la llamaría, si no?

Zero: No lo sé, ¿Okasan? (ella vió como la oji ambarina negó con la cabeza) Bueno. ¿Cómo es su marca?

Irasue: Según Ichiko "Como una mordida. Se podían distinguir los colmillos de Hakushiki-dono. Era color rojo vivo, cómo si fuera sangre fresca o fuego."

Zero: ...

Irasue: (suspirando) Adivino: eso es un pacto de sangre y de alma.

Zero: (asiente) Y además ...

Irasue: Ya lo sé, su vida depende del rey.

Zero: A sí es. La puede manejar a voluntad, so pena de... Nadie sabe que pasa si alguien rompe un compromiso.

Irasue: ¿Por qué te aferras a recalcar cosas que todos sabemos? Las preguntas son ¿Por qué tiene el compromiso? Y ¿Desde cuándo?

Zero: Y ahí está el problema. Los sirvientes se negarán a decir palabra alguna, y tú madre es la única que nos podría decir al respecto. Peeero...

Irasue: Sí, sí. No solo no lo diría por cuestiones de su orgullo, si no que también la lengua se le quemaría.

Zero: Creo que es bien sabido lo que implica un compromiso.

Irasue: Sí. (risa entre dientes) Maldita cancioncilla.

"Māku, māku.
"Watashi wa anata o māku shimashita.
"Koko de nani ga okotta no ka ni tsuite wa nani mo iimasen. "Watashi wa anata no karada, tamashī,-goe o kontorōru shimasu. "Anata no yaru koto wa subete, watashi wa shitte imasu.

[Marca, marca.]
[Te marqué.]
[No dirás nada sobre lo que pasó aquí.]
[Controlo tu cuerpo, alma y voz.]
[Todo lo que haces, lo sé.]

Las dos niñas sintieron un escalofrío al recordar la melodía. Nadie recordaba por quién había sido inventada, sin embargo, estaban seguras, que no había ni un solo niño yōkai que no conociera la canción.

Mi nombre es Irasue MinayashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora