Capítulo 55. El resto de los días

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Las náuseas matutinas agobiaban a la daiyōkai, cosa que no había pasado durante su primer embarazo.

Irasue: (con una mano sobre su sien, los ojos apretados y una taza de té medicinal en su otra mano) Te atreves a decir una sola maldita palabra al respecto y te juro que te lanzo el té.

Su marido se quedó callado ante tal amenaza. Sesshōmaru solía hablarle al vientre de su madre, sintiendo ella las pequeñas pataditas de sus cachorras como respuesta a eso.

Sesshōmaru: (susurrando al vientre de Irasue) Ah, y mamá ya se enojó.

Irasue: (con una sonrisa forzada, sin abrir los ojos, y apretando la taza en sus manos) No, mamá no está enojada.

Tōga: ... (separa discretamente a Sesshōmaru de su madre)

Irasue: (rompe la taza de té por la fuerza con la que la apretaba, haciendo que todo se derrame en el tatami y el vidrio roto le cause solo unos pequeños raspones en la mano)

Sesshōmaru: (mira eso con cara de sorpresa y se esconde detrás de la estola de su padre, desapareciendo por completo de la vista)

Tōga: (sigue a su hijo con la vista, hasta que se esconde detrás de él) ... (mira a Irasue) ¿Te sientes muy muy mal?

Irasue: (con los ojos cerrados con más fuerza y apretando su sien con la mano con la que no tronó la taza) Solo dos muy es poco.

Tōga: ... Mi brujita... (acercándose para darle un abrazo a su mujer)

Sesshōmaru: (dándose cuenta que su padre se está levantando)

Irasue: (tomando aire) Me dices así de nuevo y vas a tener que imaginar tu caja torácica como esa taza.

Sesshōmaru: (escucha eso y se abraza más a la espalda de su padre)

Tōga: ... (voltea hacia atrás tratando de ver a su pequeño, pero solo ve un bulto dentro de su estola) sí... (voltea a ver a Irasue) ¿Te traigo otra taza de té o ya no?

Irasue: (asiente con la cabeza mientras traga saliva) Sí, por favor.

Ella escuchó como su marido se iba y se quedaba sola.

Irasue suspiró, mientras acariciaba su vientre.

Irasue: Mierda, ustedes me están complicando la vida...

Se queda callada, sintiendo como su kimono le comienza a calar.

Pensamientos de Irasue: No me voy a enojar, yo misma rompí la taza. Espera... ¿¡Por qué no me quemé!?

Al cabo de un rato, Irasue se había levantado para ir al cuarto de baño, para darse una ducha y poder cambiar su kimono.

Cuando se hubo terminado de tallar el cuerpo, dejando su kimono doblado cerca, se sumergió en aquella agua caliente.

Ni siquiera habían pasado cinco minutos cuando alguien tocó a la puerta.

Pensamientos de Irasue: ¿Cuanto a que es Tōga?
Irasue: ¿Sí, diga?

?: (persona diciendo algo, que no se entiende, por qué sí se entendiera no escribiría esto)

Irasue: Hush ... ¡Abra un poco para que se escuche!
Pensamientos de Irasue: DEFINITIVAMENTE es Tōga.

?: (abre un poco la puerta) Perdón, solo te quería decir que tu té se va a enfriar un poco y que...

??: (nervioso) no le digas, no le digas.

Tōga: Ah, dice Sesshōmaru que nada. Te esperamos acá afuera.

Irasue: SÍ.
Pensamientos de Irasue: (suspirando y sumergiéndose nuevamente en el ofuro) Sabía que era Tōga ¿Que querrá -o más bien no querrá- decir Sesshōmaru?

Mi nombre es Irasue MinayashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora