Capítulo 63. Un día tranquilo en familia.

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Los tres niños miraban a su madre de manera suplicante.

Irasue: Ya les dije que no. Y no pienso cambiar de opinión.

Tōga: ¿Y yo sí puedo ir? (mirada inocente)

Irasue: Ya te dije que N...

Y en unos momentos después, con sus emocionadas cachorras, el apenas alborotado Sesshōmaru y su marido, corriendo hacia un lago casi helado, Irasue solo pudo suspirar, esbozando una pequeña sonrisa de confusión.

Irasue: Aún no sé cómo haces para convencerme de todo, idiota de la herrería.

El hecho de que aquellos tres se hubieran lanzado al mismo tiempo, salpicó a los otros dos que estaban en la orilla.

Irasue: ¡¡APLÁCATE, IDIOTA, O TE SALES!!

Tōga: Irasue, soy un adulto ind...

Irasue: Pero no maduro. Cuida a tus niñas ¿Sí? No saben nadar...

Suzu: Jeje... Puedo ver mis pies...

Inoko: Woaa... ¡No hay vapor!

Tōga: Sí, sí.

Sesshōmaru: Je,  que infantiles. (ya seco de la salpicadura de hace rato)

Irasue: Tu también querías venir ¿No es así? (suspirando, por lo complicado que era tratar con su hijo)

Sesshōmaru: Jum (asientiendo levemente con la cabeza) Pero no sé si papá se da cuenta de eso...

Irasue: ¿De qué? Ah...

Un pequeño grito de las niñas y un suave alboroto hizo que los dos voltearan a ver. Y ahí estaban: las niñas siendo cargadas por Tōga para ser alejadas del agua, y este separando a un kappa con la planta de sus pies, para que no se acercara a ellas.

Suzu/Inoko: ¡¡¡AAhhhh!!! ¡¡ESA COSA ME TOCÓ!!

Suzu: Ah, moriré (haciendo su cabecita para atrás y poniendo el dorso de su mano dramáticamente en su frente)

Inoko: ¡¡Vamos a morir!! (abrazándose al brazo de su padre)

Con la daiyōkai y su hijo, a ambos le corría una gotita de sudor.

Irasue/Sesshōmaru: Ah, solo era un kappa.

Irasue: (estirándose) Me iré un rato al bosque, por si tus hermanas y tu padre preguntan (comenzando a irse) Ah, y luego me cuentas que pasó con el kappa ¿Sí?

Sesshōmaru: Sí, madre.

Irasue: Y no me llames "madre" de esa forma tan sombría. Vuelvo al rato. O tal vez mañana. (desapareciendo entre la espesura del bosque)

Pensamientos de Irasue: Al finnnn, un poco de tranquilidad. No es que no los quiera. Pero otras dos con la personalidad de Tōga me agobian... (suspiro) Aún así no quitan el silencio que se siente cuando él se va a las batallas... Pero bueno.

Irasue caminó en silencio, hasta que finalmente se sentó en un tronco de un árbol caído. Al cabo de un rato un hombre se le acercó.

??: ¿Que hace una señorita tan hermosa cómo usted en este bosque? (sentándose al otro lado del tronco)

Irasue: (mirando al hombre) Nada que sea de su incumbencia.

??: Hay, señorita, que cruel es usted, yo solo soy un onmyōji que...

Irasue: No mientas. Ya no eres humano.

??: Jaja, tiene razón, ya no más.

Irasue: Veo que usted está emparentado con alguien del clan Dōkuharu.

??: (oliendo sus ropas) ¿Es tan evidente? Señorita, usted sí que tiene buen olfato. (sonriendo)

Irasue: Y usted un mal sentido de la moda y mucha menos precaución de la necesaria. Me sorprende que esas víboras no lo hayan matado.

??: (asiente ligeramente con la cabeza) Tiene razón, señorita, pero, por increíble que parezca, Kusuri-sama preserva mi vida.

Pensamientos de Irasue: (arqueando una ceja) ¿Kusuri? ¿Que acaso la líder no era Kōsui?
Irasue: Bueno, supongo que Kusuri-san debe tener sus razones.

??: Sí, de hecho. Está esperando un hijo mío.

Irasue no pudo ocultar su interés, pues el clan Dōkuharu era matriarcal, y pocas veces los padres llegaban a ver a sus crías. Ella las comparaba con una araña de rincón o una mantis.

Irasue: ¿Y se puede saber cómo ha logrado eso?

??: Jeje... En realidad ni siquiera sé. Solo pasó. La señorita Kusuri me tiene como un objeto de colección o algo así.

Irasue: Sí, un onmyōji que se convierte en yōkai claramente es algo fuera de lo común.

??: (riendo) Tiene razón, señorita... ¿Cuál es su nombre, disculpe? Se que es una Minayashi...

Irasue: (traga saliva y frunce el ceño. Ella ya no era más un Minayashi) Irasue. Irasue Taishō.

??: Ah, ahora es Taishō. Sí, me enteré que hace tiempo el antiguo rey murió. Déjeme presentarme, Irasue-sama. Mi nombre es Nōryoku

Pensamientos de Irasue: ¿No recordaba la muerte de Hakushiki? ¿Pues de cuando...?
Irasue: Espera... Tú ya no estás vivo. ¿No es así?

Nōryoku: ... (mira al suelo) Si soy honesto, solo estoy esperando a mi hija. Para pedirle perdón y poder irme.

Pensamientos de Irasue: Lo sabía.
Irasue: ¿Por qué le necesitas pedir perdón?

Nōryoku: ... Sabíamos que por mi parte humana iba a ser hanyō. Pero pensé que no habría problema, ya que yo ya era un yōkai casi por completo... Pero cuando nació ví que no era así...

Irasue: Una incompleta...

Nōryoku: (asiente con la cabeza) Y la traté de matar.

Irasue: Pero Kusuri-san te mató

Nōryoku: (asiente con la cabeza)

Irasue: Bueno creo que...

Irasue escuchó un grito a lo lejos. Eran sus hijas (y su estúpido, digo esposo) que no dejaban de llamarla a gritos.

Nōryoku: No se preocupe por mí, señorita. Solo esperaré, no podré irme de aquí de cualquier manera.

Irasue: Bueno. (levantándose) No soy de decir este tipo de cosas, pero... Suerte. Espero que pueda descansar. (alejándose)

Mi nombre es Irasue MinayashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora