Mi nombre es Irasue Minayashi

Capítulo 11. Harta

Trigésima segunda luna de invierno:

Sí, se lo que dije. Y lo cumplí por más de una década. Pero ya estoy harta. De mi padre. De Zero. ¡De todos! especialmente de ellos dos. Quiero irme de aquí. Puedo:

a) morir en el intento.

b) morir luego de hacerlo.

c) sobrevivir y tener una vida nueva.

Cualquiera de las tres me funciona. Así que me voy a ir de aquí y tú serás mi único acompañante, aunque trataré de escribir lo más posible. Tengo todo planeado; puedo cazar mi propia comida y ... espera ... ¡entonces ya no voy a poder escribir! tengo que pensar en ese tipo de cosas primero.

Pensaba en tomar mi forma yōkai y poder escapar así pero ... ¿no es demasiado vistoso un perro blanco enorme? bueno, mi forma yōkai ya es más voluminosa que un perro grande. Así que ... ash. Espera tanti

Irasue: (esconde rápida y disimuladamente los papeles y la tinta) Aprende a tocar la puerta, no seas maleducada.

Zero: Puedo serlo si se me da la gana. (se percata de que su hermana tiene las manos detrás de la espalda) ¿Qué escondes?

Irasue: (aprieta los papeles) Nada.

Zero: ¿Qué pasa, hermanita? ¿Te sigue doliendo la muerte de ese idiota?

Irasue: Ese tonto no me afecta en lo absoluto. Era raro. Mejor así.

Zero: (burlona) Que fría eres. Anda, déjame ver qué escondes.

Irasue: No escondo nada (aprieta más los papeles en su mano)

Zero: No me voy a quedar con la duda (se comienza a acercar a Irasue)

Zero: Dámelo por las buenas, hermanita (sonrisa ligeramente psicópata)

Irasue: (comienza a gruñir, su esclerótica se torna roja y sus iris azules)

Zero: ¿Eh? (asustada, nunca había visto a su hermana así)

Irasue: ¡No tengo nada! ¡Y no seas fastidiosa, Zero! (la furia se marca en las facciones de Irasue)

Zero: ¡Tch! (chasquea la lengua en señal de derrota y se da la media vuelta) No creas que esto se va a quedar así.