CAPITULO 1

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Keira

Esto de estudiar y trabajar al mismo tiempo estaba acabando conmigo, no era que lo necesitara, digamos que mi familia no fumaba dinero pero podia comprar lo necesario, pero lo bueno que se sentia tener tu propio dinero sin que nadie te diga nada en lo que gastas, mas que nada por que soy compradora compulsiva.

Trabajaba en una cafeteria cercana a mi nuevo departamento, justo hace unos meses acababa de mudarme sola, despues de tantas plegarias de mis padres que no me mudara, acabe por que aceptaran y ahora tenia un hogareño departamento en las afueras de la ciudad, junto mi fiel compañero Bodoque.

Bodoque siempre acompañandome a todos lados, ojala fuera un amigo o novio pero no, era mi fiel perro ¿algo mejor que eso? Jamas. Esa cosa peluda y gorda era mucho mas leal que cualquier persona que conozco aun que bueno, a veces me abandonaba por un pedazo de pan.

Justo me encontraba limpiando una de las mesas despues de que dos molestos clientes se fueran, era un dia de mierda y todavia tengo que soportar clientes malhumorados.

Lo haces por el dinero Keira, lo haces por el dinero.

Vuelvo a la realidad dejando mis pensamientos a un lado cuando escucho mi nombre, era Amanda, mi compañera de trabajo.

-Quita esa carota parece que te cayo mal la comida- murmura con gracia mientras yo recojo los vasos y platos sucios colocandolos en una charola para luego caminar hacia ella

-¿Por que siempre me tocan los viejitos malhumorados fumadores y a ti los que dejan buena propina?- comento mientras saco las tres monedas que los viejitos cascarrabias me dejaron en la mesa. Veo a Amara reir mientras se da la vuelta y camina dentro de la cocina.

Amanda era una chica muy linda, tenia unos 3 años mas que yo, pero ella me recibio tan bien en mi primer dia en el trabajo, sin contar que nos conocimos por que me tiro el café encima, desde el primer momento a echo mi estancia en el trabajo un poco mas...tolerable.

Tenia unos grandes ojos marrones con unas pestañas largas y chinas, cabello oscuro que aun con una coleta le llegaba hasta la cintura. Era muy pequeña yo creo que apenas alcanzaba los 1.55cm, aun que algo que le envidiaba mucho era su diciplina. Trabajaba en tres lugares y aparte saliendo iba al gimnasio logrando ese cuerpo tan tonificado que tenia. Amara era una chica muy linda la verdad.

Camino hacia la cocina para dejar los platos sucios para despues dirigirme a la pequeña bodega de empleados y empezar a recoger mis pertenencias, quitandome el mandil y guardando todo en mi locker para luego salir no sin antes despedirme de mis compañeros de trabajo.

A pesar de que mi trabajo no estaba tan lejos de mi departamento, no me hacia mucha ilusión el caminar, por lo cual tomaba un autobús todos los dias que me dejaba en la parada justamente en frente de mi departamento. Coloco mis audifonos en mis oídos mientras tomo asiento en la parada de autobuses.

Despues de unos 5 minutos llega, por lo cual me subo y busco un asiento, lo cual fracaso por lo que me quedo parada tomando el barandal, pesima idea, por que a la hora de llegar el conductor frena tan fuerte que salgo disparada para enfrente golpeandome en la cabeza con el mismo barandal.

-Maldita sea- murmuró mientras acaricio mi frente, siento las miradas de los demas en el autobus y con mucha pena decido bajar sin mirar a nadie.

Subo las escaleras hasta llegar a mi piso y entierro la llave en la manija abriendo la puerta adentrándome a mi departamento.

Una pequeña bola de pelos me recibe con tanta euforia intentando levantarse en sus unicas dos patitas. Bodoque lo adopte despues de que en un horrible accidente, lo atropellaran y el conductor huyera, dejandolo asi sin sus dos patitas delanteras.

A pesar de su discapacidad el es muy feliz y poco a poco intenta adaptarse a su nueva vida.

Acaricio su cabecita peluda mientras lanzo mi mochila a el sillon, camino directamente a la cocina y abro el refrigerador buscando algo que pueda comer. Saco lo necesario para hacerme un sandwich, y al terminar de prepararmelo me sirvo jugo de naranja en un vaso, agarro un pedazo de pan y se lo doy a Bodoque.

Camino directo a mi habitación y al entrar me recuesto en mi cama colocando todo en mis muslos para dedicarme a ver mi serie favorita "The Office"

Un momento mas tarde, siento una mirada prenetante que proviene de mi ventana, pero al voltear solo encuentro los arboles moviéndose debido al viento, confundida decido levantarme y cierro las persianas de esta para luego apagar la televisión y meterme entre las sabanas para caer en un profundo sueño.

InmarcesibleWhere stories live. Discover now