CAPITULO 38

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Eamon



Durante tanto tiempo, me había burlado de la debilidad de los humanos, aquella debilidad que hacia que con tan facilidad, pudieran entrar a su vida y hacer lo que quisieran con ellas, al inicio fue tan facil seducir a las damas y que abrieran su corazon y su confianza hacia nosotros, me burlaba ante su falta de resistencia, sin embargo, es la primera vez que logro comprenderlos, por que a pesar de ser una criatura que mantiene sus muros en alto, y siempre cuenta con aquella sombra de seriedad, en un corto lapso, se habra hacia alguien, debilitandose ante esa persona.



Keira era la metafora de la fruta prohibida del jardin de Eden, aquella que deseabas por tocar, acariciar y probar, pero tambien sabias que aquello llevaria a una consecuencia de vida o muerte. Cualquier sentimiento sujeto a la atracción era un arma filosa, una bomba que amenazaba con estallar, ya que gracis al encabto de este, se haria cualquier cosa, sin importar que tanto daño se haga.



Senti su presencia y su aroma desde que estaba bajando por las escaleras, preparandome para recibirla, pero supongo que no me prepare lo suficiente como para encontrarme con aquella bella imagen de Keira con aquel vestido azul que mande a hacer con sus medidas, especialmente para ella, utilizando el color de su aura, y a sido la mejor decisión que e tomado en siglos. Se veia tan inocente pero a la vez, su rostro buscaba transmitir firmeza y seguridad, la habitación entera quedo en un silencio rotundo, admirando la belleza de aquella mujer, y no los culpaba, claro que era bella, pero no entendia el por que mirarla tanto.



En ese momento odie el poder leer los pensamientos de los demas, y enterarme de las barbaridades que decian sobre Keira, haciendo mi sangre hervir, pero no pelearia, cuando esta reunión es por una causa y lo que menos quiero es empezar algo, cuando no tengo argumentos para hacerlo.



Presentarle a Keira a cada miembro fue increíble, las reacciones de ella ante cada uno me hacia querer sacar una sonrisa, pero si veian los demas que ella lograba aquello, significaba que era importante para mi, y lo era.



Aquella niñata se habia impregnado a mi sin necesidad de intentarlo.





Habia llegado la hora de la comida, anteriormente me encargué personalmente de dirijirme con el chef del palacio, ordenando que hicieran un banquete especial para Keira, debido a que, lo que se serviria, para ella seria algo incomible, tal vez en algun futuro se alimentara de lo mismo que nosotros, pero por mientras, sigue teniendo esos asquerosos gustos humanos. Encargue a Nevan que investigará el platillo favorito de Keira, y eso fue lo que se serviria, lasagna recien salida del horno, acompañado con su guarnición, y de postre un brownie de chocolate con helado de vainilla.



Mientras tanto, soy consciente de la mirada de Asmodeo hacia Keira, con claras intenciones de cortejeo, desde que Keira llego al lugar, la atencion de Asmodeo fue centrada en ella, sus orejas puntiagudas se contornearon y su espalda se enderezó en señal de interés, y cuando este se presento a pesar de no ser tan evidente, se olvidaba que todos aqui tenemos acceso a sus pensamientos, enterandome de sus intenciones obscenas y fuera de la linea que claramente habia marcado, con ella.





Durante toda la comida, Asmodeo se quedaba observandola y no sabia si levantarme y revantar su rostro contra la mesa o mantener mi postura, por su parte, Keira y su inocencia estaban inertes en terminar de comer cada pequeña sobra de su plato, que cuando los meseros llegan con el postre, su rostro se ilumina con emoción, tomo mi copa llevándola a mis labios ocultando la sonrisa causada por ella.



Una mirada cae en mi, y al obsevar, veo como Asmodeo me mira con los labios en linea.



Maldito imbecil, ¿que no ve que esa sonrisa la cause yo?



InmarcesibleWhere stories live. Discover now