Keira
Caminaba a un costado de Eamon hacia el interior del pequeño bosque dentro de su palacio, el silencio entre ambos era muy reconfortante, ya no era incomodo, un silencio que nos atravesaba a ambos y nos abrazaba de manera calida. Eamon se veia tan jodidamente bien, mi corazon amenazaba com explotar en cualquier momento por cada paso que daba hacia mi, y la gota que derramo el vaso fueron sus labios sobre los mios, moviendose a un ritmo desenfrenado que hacia robarnos suspiros.
Los arboles nos rodeaban, y entre mas caminabamos a las profundidades del bosque, mas seres divinos nos encontrabamos. De una pequeña montaña de huesos y hierba de manera lenta estos van elevandose mientras poco a poco se van uniendo, empezando a agarrar forma, dejando asi a un ser espeluznante con extremidades de raices y craneo de vaca con dos largos cuernos de madera, a pesar de ser temible, este solo pasa por un lado de nosotros ignorandonos llegando hasta el tronco de un arbol para tomar una oruga que se arrastraba en este y comersela de un mordisco, un sonido fuerte hace que voltee, era proveniente de la cima de los arboles, veo como estos se mueven con fuerza debido a aquel dragon con escamas azuladas que vuela aleteando mientras su cola golpetea las ramas de los arboles, y por debajo de este le sigue una mini version de este que era del tamaño de algun cachorro, pareciera que apenas podia con su peso ya que sus alas iban tomando direcciones distintas.
Pasamos al costado de un gran lago con agua cristalina, y mientras detallo la belleza de este, encuentro a varias mujeres hermosas acostadas sobre una roca mientras su cuerpo estaba completamente desnudo, pero no parecia que estuvieran avergonzadas por ello, ya que platican entre ellas de manera casual, Eamon, quien estaba a un costado mio, pasa a un costado de el lago y la mirada de las chicas se centran en el, y al reconocer el individuo, sonrien de manera coqueta.
-Buena Tarde, Señor Eamon.- dicen todas al unísono, la mirada de Eamon va hacia ellas dedicandoles una sonrisa amable haciendo un movimiento con su cabeza.
-Señoritas.- dice el, su mirada centrada en el rostro de ellas a pesar que las chicas ya se habian colocado de pie, presumiendo asi su esbelto cuerpo mientras movian sus caderas de un lado a otro, pero Eamon busca mirarme para posar su mano en mi espalda baja y acercarme a su lado.- Les presento a la señorita Keira, se hospedara con nosotros un tiempo.- murmura y entonces una de ellas, rubia con cabello quebrado que caia hasta debajo de sus gluteos, brinca dentro del lago logrando que un poco de agua me salpique, veo como nada debajo del agua hasta llegar donde estamos parados, sale del agua empujando su cabello mojado hacia atrás, vuelve a sonreirle a Eamon y asi soy capaz de ver aquellos pequeños colmillos escondidos, pero parecian personas normales, unas mujeres de la Tierra que pasaban desapercibido como modelos ¿Qué hacian aquí?
-Un gusto.- me mira de arriba abajo, para luego ver la mano de Eamon descansando en mi espalda mientras su pulgar dejaba suaves caricias.- ¿Y ella es...?.- murmura en dirección a Eamon, quien se pone rígido y alcanzo ver el nerviosismo cruzar su rostro.
-Es hija de la reina Maeve y consejero Desmond.- menciona Eamon, veo la sorpresa de la chica para volver a mirarme, esta vez cuando parpadea contaba ahora con dos pupilas que se unian, saca las manos del agua y logro ver la diferencia de sus brazos a antes de entrar, su piel ya habia perdido color y sus dedos largos estaban unidos por escamas. Sale de el agua para sentarse en el borde mostrándome completamente su cuerpo dejandome boca abierta. Sus pechos estaban expuestos de igual a manera pero debajo de estos, se encontraban varias aberturas, eran branquias, y bajando mas todo estaba cubierto por una larga cola escamada de color verde.
Con que era por eso.
Su mirada pareciera estar fascinada al observarme y estira su brazo mostrandome su espeluznante mano esperando que la tome.- Soy Azura.- murmura con voz suave y melancólica, con dudas en mi mente termino por tomar tomando esta sintiendo la viscosidad de esta que se adhería a mi, el rostro de Azura pasa a ser tierno a uno que te atemorizaba, su sonrisa ahora era solamente dientes filosos que buscaban rasgar, alrededor de sus ojos se marcan unas venas verdes que sobresalian de su piel, su nariz pareciera haber desaparecido, dejando en cambio solamente dos orificios.
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Inmarcesible
FantasyUn dia normal en la vida de Keira, despertar, ir a la universidad, ir al trabajo y regresar a casa para dormir, esa era su rutina diaria que se habia acostumbrado por casi toda su vida. Pero esa noche todo cambio. Siempre mi abuela dijo "la curiosid...