Keira
Me encontraba cansada fisicamente, mis habilidades habian consumido una parte de mi energía, mi cabeza se cuestionaba seguido pero seguia centrada en como estaran mis amigos, necesitaba llegar a su lado y asegurarme que se encontraran bien, mucho me basto con la muerte de la señora Scarlett, quien me sigue doliendo su recuerdo en mi cabeza, desgraciadamente la ultima imagen que tendre de ella, es como su piel palida empezaba a endurecer mientras que aquella expresión de agonía ante el dolor durante sus ultimos segunos de vida.
Claro que sabia que esto era solo un truco retorcido de mi madre en busca a que vuelva, algo que no sucedera, pero tampoco dejare que destruya a cada ser que amo y a sido la familia que jamas tuve.
Caminaba a un costado de Eamon, sintiendo como su figura masculina estaba alerta y al pendiente de algun movimiento en falso de aquellas personas, mientras que su brazo busca empujarme con delicadeza para esconderme detrás de el para esconderme detrás de su cuerpo.
-¿A dónde nos van a llevar? ¿Es seguro entrar?.- susurro detrás de el buscando mantenerme en cercanía.
-¿Ves eso?.- habla Eamon mientras señala aquella construcción abandonada echa de piedra rugosa, que transmitía alguna vibra espeluznante al tan solo verla.- Eso es un adoratorio, cuando estas tierras estaban pobladas por mi gente, solian ir hacia este lugar para dejar ofrendas a Satanas, pidiendoles algun intercambio a favor de ellos, este lugar tambien fue mi residencia, donde tambien recibia ofrendas en forma de gratitud ante su salvación, pero al abandonarlo, los Ásvaldr lo ocuparon como su refugio y escondite, y un lugar donde facilmente llevan a sus presas para ofrecer a Satanas, y respondiendo a tu otra pregunta, por mas estupidos que se vean, Azkeel, quien es el lider de esta familia, siendo padre y esposo, sabe bien que mi amenaza no son solo palabras al aire, es un juramento que se hara realidad si no sigue mis indicaciones, siendo aun su superior, y los demas siguen las indicaciones de Azkeel, por lo que si el ordena no atacar, no lo haran.- Eamon ladea su cabeza un poco para observarme de reojo, me observa de pies a cabeza unos segundos para despues fijarse en mi rostro mientras guarda silencio, intento descifrar que es lo que cruza por su cabeza, intentando adentrandome a su mente como el lo hace con los demas, y como Aster me habia mostrado, pero justo cuando lo intento, veo como Eamon parpadea varias veces desconcertado, y rapidamente vuelve su cabeza y mirada hacia en frente para seguir caminando.
Algo extrañada, ignoro esa accion y poder comprender mejor sus palabras, los Ásvaldr se trataban de aquella familia, y el tal Azkeel que es el lider, debia ser al que mas se dirigia Eamon, era tambien el que se veia de mayor edad, aun que seguia llevando consigo esa apariencia masculina oscura con un aire de juventud, y debia aprovechar para decir que entre mas personas conozco por parte de Eamon, me doy cuenta que estos seres no saben lo que es la fealdad.
Siento una mirada en mi, haciendo que levante mi mirada buscando al dueño de esta, encontrandome con uno de los hombres que se encontraban mas adelante caminando en conjunto con aquella chica que parecia tener un interes en Eamon, ya que anteriormente vi su coqueteo y la labia al hablarle. Este hombre tenia una mirada penetrante, sus ojos contenian un brillo inusual que te atrapaba, no se igualaba a la mirada de Eamon, pero tenia bonitos ojos.
Finalmente llegamos a aquella construcción de piedra antigua, Azkeel empuja aquellas grandes puertas de roble que rechinan mientras se abren de par en par, siendo ellos quienes entran primero, y nosotros por detrás de ellos. El interior de aquel lugar era aun mas grande de lo que se podía observar por fuera, dejando aquel clima humedo y frio por un lado, ya que dentro se sentia calido. Su estructura era algo barroca, pero con aquel toque abandonado, a pesar que se veia que alguien habitaba dentro, no pareciera que les importara remodelarlo. La entrada nos recibe con una larga alfombra roja de gamusa que contrarrestaba la oscuridad de las paredes. Pareciera ser algun tipo de iglesia o templo, solo que la diferencia es que este estaba acondicionado para vivir.
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Inmarcesible
FantasyUn dia normal en la vida de Keira, despertar, ir a la universidad, ir al trabajo y regresar a casa para dormir, esa era su rutina diaria que se habia acostumbrado por casi toda su vida. Pero esa noche todo cambio. Siempre mi abuela dijo "la curiosid...