Inmarcesible

CAPITULO 39

Keira

El enojo parece desvanecer cuando los labios de Eamon se encucentran con los mios, mi corazón empezaba a latir rapidamente y mi cuerpo no reaccionaba ante aquella acción, Eamon me estaba besando, me estaba besando y pareciera no querer separarse hasta que yo hiciera lo mismo, por ello, mis labios empiezan a moverse en compas con los de el, sintiendo como nuestros labios encajaban perfectamente con armonía, el beso empezo de manera lenta y dulce, como si temiera que lo alejara de mi, para después tomar mi cintura apegandome a su pecho convietiendo el beso en uno apasionado, lleno de deseo, como si sus labios me gritaran "besame hasta que te canses" y aun que mi mente me ordenaba depararme, mi cuerpo hacia lo contrario, mis manos van a su rostro colocandolas en sus mejillas para que no exista ninguna distancia entre nosotros, su lengua buscaba la mia de manera traviesa mientras sus manos delineaban mi cintura hasta mis caderas, la fuerza inhumana de el empezaba a ser palpable gracias a la fuerza con la que me apegaba a el, y eso me fascinaba, me fascinaba el echo de que deseara tocar cada parte de mi cuerpo, y entonces su voz llega de manera abrupta en mi mente.

"No dejes de besarme hasta que me canse de ello"

¿Qué mierda?

Mi cuerpo se separa de el, observando como sus labios ahora se encobtraban inchados debido al beso, por primera vez sus ojos están completamente negros, pero cuando rompo el beso, estos vuelven a su azul electrico natural.

-¿Qué dijiste?- pregunto confundida haciendo enfasis en la oración que había escuchado.

-No dije nada.- dice Eamon confundido, su agarre contra mi cintura se zafa haciendo que el de un paso hacia atrás.

-No estoy loca, dijiste algo Eamon.- contrataco

-¿Cómo iba a decirte algo cuando estaba muy ocupado saboreando tus labios?.- a pesar que era verdad, algo en mi me avergüenza, haciendo que mis mejillas se tiñan en rojo. Tenia un punto, pero no quitara la idea de que habia escuchado claramente su voz.

-No dejes de besarme hasta que me canse de ello.- cito aquella oración que habia escuchado y los ojos de Eamon pasan de confundirse a sorprenderse.

-¿Lo escuchaste?- susurra con las cejas alzadas con sorpresa y yo solo ruedo los ojos.

-Pues claro, no estoy sorda.- bromeo aun que mi rostro no refleja ninguna gracia en aquello.

-No comprendes Keira, no te lo dije, ¿recuerdas que te comente que nosotros podemos comunicarnos telepáticamente? Sin embargo, contigo era imposible eso y leer tus pensamientos por que tu mente estaba bloqueada, bueno aquello que acabas de escuchar te lo dije telepáticamente, pero no esperaba que lo escucharas, eso significa que tu habilidad de telepatia se a desarrollado.- ahora soy yo la sorprendida ante sus palabras ¿acaso ahora podia comunicarme con telepatía? Claro que sabia que ellos podian hacer aquello, pero jamas espere yo lograr a hacerlo, una parte de mi se enorgullece, debido a que los entrenamientos mentales y fisicos estaban dando frutos, desbloqueandome poco a poco, y eso solamente significaba una cosa, iba en un buen camino de aprendizaje, pero por otro lado, me aterrorizaba, por que ahora cualquiera podia hablarme con tan solo la mente.

Entonces escucho un aplauso, volteo hacia donde proviene el sonido, que es en dirección al palacio y de la oscuridad, sale una mujer con cabello blanco, tan largo que casi llegaba a tocar el suelo, su mirada me analizaba mientras una sonrisa maligna dibujaba su rostro, una pequeña corona dorada adornaba su cabeza, un leotardo de cuero color azul claro con adornos de oro se ajustaba a aquella figura que cualquier mujer desearia tener, tambien una falda que se encontraba atada en sus caderas, con una abertura que dejaba libre una de sus piernas, mostrando aquellos tacones que rodeaban su pierna con un liston.