Keira
Un fuerte dolor en mis sienes que hace que mi cabeza quiera estallar, es lo que me va despertando poco a poco, mi vista se va acostumbrando a la luz a mi alrededor, parpadeo varias veces para recapitular lo que a pasado. Miro hacia mis alrededores y solo encuentro una habitación muy bien arreglada, aun que no contaba con mucha decoración o algo que me diera pistas de donde estoy o como lograr salir.
El cuarto era gris con blanco, lo suficientemente grande como para dos personas. Me levanto mirandome a mi misma y me encuentro con la misma ropa, acomodada debajo de lasa sabanas de la cama, con un conejo de peluche a mi costado perfectamente colocado.
Me levanto rapidamente buscando algun tipo de rasguño, herida o alo diferente en mi cuerpo pero todo esta igual que cuando baje del camión. Unos pasos fuertes hacen que me ponga alerta e inmediatamente me coloco a un costado de la puerta. Esta va siendo abierta poco a poco y yo estoy perfectamente lista para poner en marcha mi plan, es entonces cuando entra una persona a la cual no siquiera me tomo el tiempo de analizar por que ya estoy lanzandome contra ella, golpeando su rostro lo mas fuerte posible, sintiendo un agudo dolor en mis nudillos.
-¿Que cojones?- grita aquel chico el cual al verlo reconozco que es Eamon, su rostro esta contraido mientras su mano se encarga de agarrarse la nariz la cual veo un liquido negro salir de ella.
Que mierda.
Maldigo cuando empiezo a presenciar mas fuerte el dolor en mi mano, subo mi vista hacia el rostro de Eamon, y me encuentro con que la nariz la cual aseguraba que habia roto, ahora estaba completamente sanada, sin ninguna marca, o liquido negro.
-¿Que mierda pensabas niña?¿Que con ese golpe ibas a irte sin importar que hay otros dos mas afuera? -se queja mientras se coloca en cunclillas y empieza a recoger algo del piso, es cuando me doy cuenta que a la hora de golpearlo habia echo que tirara una charola completa con mucha comida, comida como para una semana. De alguna u otra forma me siento apenada por lo cual me agacho a ayudar, pero Eamon solo suspira y truena sus dedos, observo aquel movimiento y cuando bajo la mirada a los objetos y comida tirada, esta había desaparecido.
-¿Que demonios?- caigo de senton al piso impresionada a lo que escucho un suspiro irritado por parte del chico. -Esto me pasa por hacerle caso a Nevan y venir a dejar este estupido intento de comida- murmura molesto, yo hice caso omiso por que seguia aun muy impactada a lo que acababa de hacer
Pero si hace unos segundos estaba recogiendolo y ahora ya no habia ni una pizca de vidrio tirado en el suelo.
Unas pisadas rápidas resuenan, para luego hacerse presente el chico rubio, Nevan se llamaba.-¿Que mierda paso?- comenta agitado fe venir corriendo, Eamon solo rueda los ojos y me da la espalda para empezar a caminar hacia la puerta -Tu niñita humana que me rompio la nariz- al escucharlo, Nevan suelta una carcajada que hace eco en la habitación, se acerca hacia mi colocandose a mi altura -Bueno, era mas facil que escaparas por la ventana que intentarnos dañarnos, pero aprecio que te tomaras el tiempo en considerarlo muñeca- murmura para despues despeinarme el cabello, ese gesto hace que me haga hacia atras con miedo y el semblante de Nevan cambia radicalmente de gracia a uno serio -Oye niña, de verdad que no te lastimaremos, solo estas aqui por protección tuya y nuestra, es todo- murmura colocandose de pie para luego volver a su semblante normal de diversión -Bueno ire a preparar mas comida, tarde tres horas en hacer lo que tiraste, pero te lo perdono por ser bonita- guiña un ojo antes de cruzar la puerta.
Mi culo sigue plasmado en el suelo, pero ahora mi viste se dirije al bello ser de ojos azul electrico, que me esta mirando de forma penetrante haciendome sentir desnuda, sonrie ladinamente de forma divertida y murmura con su voz ronca -Tienes todo lo necesario aqui, puedes tomarte una ducha que apestas a humano, hay varios cambios de ropa de tu talla en el closet, tambien todas esas cosas que usan las humanas femeninas y eso -dice con cierta incomodidad en su rostro- cuandotermines baja, necesitamos explicarte algunas cosas- su mirada esta posada en mi y al terminar de hablar esta me recorre de pies a cabeza para después relamerse los labios y salir de la habitación cerrando la puerta.
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Inmarcesible
FantasyUn dia normal en la vida de Keira, despertar, ir a la universidad, ir al trabajo y regresar a casa para dormir, esa era su rutina diaria que se habia acostumbrado por casi toda su vida. Pero esa noche todo cambio. Siempre mi abuela dijo "la curiosid...