Inmarcesible

CAPITULO 34

Kyrell

Llevaba dias entrenando a Keira que llego un punto en el que estaba cansado físicamente, estaba acostumbrado a hacer ejercicio todos los dias, pero era algo mas complicado cuando se trataba de enseñarle a alguien desde cero y a la vez tener cuidado en que no se lastime.

Keira paso de ser una humana perdida en un bosque, a una amiga a la cual le empleaba mis conocimientos, y buscaba su protección y fortaleza propia. Teniamos algunos temas que nos interesaban en comun, sacar una conversación con ella era facil e incluso entretenido, Keira era tan transparente que me hacia temer que la dañaran, seguia viendola como una niña infefensa que necesitaba cuidados, aun que fuera una bestia salvaje que aun no se dejaba notar, y me lo demostro aquella vez en el bosque, cuando fui testigo de su fuerza sobrenatural y la forma en el que se desconoció a si misma.

Keira era una mujer poderosa, una de las pocas mujeres que en tan poco tiempo se habia ganado mi respeto, el conocimiento de sus habilidades me tenía hipnotizado e impresionado, y no era el unico, ya que desde el momento que estuvo frente a nosotros, note aquella atracción de Eamon hacia ella, que durante las primeras semanas intento esconderla, pero era muy notoria ante Nevan, Aster y yo.

La forma en que miraba su caminar cuando pasaba a un lado de el, la admiración en su rostro cuando lograba algo en alguna sesión con nosotros, aquellas veces que lo atrapaba sus pensamientos que se centraban en el rostro de Keira, sus labios, sus pecas, sus ojos. Tambien aquellas veces que lo encontraba recargado en el mural de la puerta de la habitación de Keira observandola mientras ella dormia y entraba a acomodar las mantas sobre ella para cubrirla del frio, cuando Keira entro en un trance y Eamon no cerro los ojos en ningún momento y estuvo a su lado hacienfo las cosas mas tontas que lo e visto hacer.

Eamon habia caido en los encantos de Keira, y una parte de mi se alegraba que despues de tantos siglos, encontrara alguna chica que le interesara lo suficiente como para dejar atras a ella, como para que sus pensamientos dejaran de rodear en el "que hubiera pasado si aun estuvieramos juntos" y cambiaran a uno donde solamente sus ojos estan puestos sobre Keira, y aun que buscara que hablara sobre ello, se negaba rotundamente a admitir que su interes por Keira iba mas lejos a un solo deseo. Otra parte mia, buscaba alejarlo de Keira, por que temia lo mucho que ambos se podían terminar lastimandose.

Por otra parte, mi cabeza estaba echa un caos gracias a esa chica de ojos marrones y cabello oscuro que atrapo mi ser con solo una mirada, una mirada que me desnudo el alma, una mirada que hacia correr una electricidad entre nosotros. ¿Pero como era posible? Era una humana, una bella y dulce humana que pareciera tener el cuerpo de una diosa y una mirada seductora que tenia a cualquiera a sus pies.

Amara era la mujer mas bella que habia conocido en mi existencia, y era increíble, por que habia conocido incluso a las mismas diosas, y ninguna se comparaba a ella.

La imagen de ella rebotaba en mi cabeza a diario, al amanecer y al anochecer, rondaba en ella como un habito, el recuerdo de sus caderas menearse al caminar, como acariciaba su cabello con nerviosismo cuando nuestras miradas se cruzaban, o cuando fruncia la nariz ante el coqueteo de Nevan a su amiga la rubia.

Me costaba admitirlo, pero me tenia hechizado.

Y como me jodia el que no la volveria a ver.

Estaba en mi habitación con las manos en la cabeza para despues despeinar mi cabello largo. -Maldita seas Amara.- murmuro entre dientes para alzarme y levantarme de la cama destapando mi cuerpo desnudo que se escondia entre las sabanas.