Keira
Un nuevo maldito dia, y la verdad, no sabia ni como empezarlo, estaba enojada, dolida y confundida, eran muchos sentimientos a la vez que hacian querer ahogarme, no queria salir de la cama y afrontar nuevamente el echo de que acabo de descubrir que no hay solo sangre humana corriendo por mis venas, si no tambien sangre de especies que hace unos dias descubrí que existian. Apenas estaba empezando a adaptarme de tener que vivir con Ángeles Caidos, y ahora tengo que adaptarme a mi nuevo yo.
Con algo de pesadez, logro salir de la cama, caminando descalza sintiendo el suelo frio, tallo mis ojos sintiendo como estos aun se cerraban, pero ya había dormido demasiado como para seguir bajo las sabanas. Hoy se cumplía mi 5to dia aquí, dos dias mas y me iba, o bueno despues de lo que todos nos enteramos, tal vez incluso me quedaria mas tiempo aquí.
Tomo mi celular y me encamino hacia dentro del baño, miro mi reflejo en el espejo y las palabras de Eamon hacen eco en mi cabeza, era una persona que le afectaba todo con facilidad y la verdad eso no me enorgullecía.
Enciendo mi celular y recuerdo que había prometido llamar a mis amigos, los cuales en vez de hacer una llamada uno por uno, decido hacer una videollamada grupal, busco alguna pared lisa, donde no se pudiera ver que en realidad no estaba con mis padres, por que se que me atacarian de preguntas, y no puedo responderlas cuando ni yo conozco su respuesta. Finalmente me acomodo e inicio la llamada, no tarda mucho en conectarse Hayden, quien estaba pegado a la pantalla, dejandome ver solamente sus ojos verdes y su frente -KEIRAAAAA- grita y escucho como al fondo lo callan, se rie en bajito y habla -keiraaa -dice en un susurro y yo suelto una risita, por el fondo sabia que estaba en la biblioteca de la escuela- Hola corazón- comenta y agarra el celular agitandolo- Maldita rata, te desapareciste sin avisarme, si supieras que casi me da un infarto pensando que te habian secuestrado-
Ja, si supiera.
Suelto una risita nerviosa y solamente niego, entonces veo una cabecilla asomarse en la pantalla, era Grecia, traia su cabello suelto y sus lentes, le da un golpe en la cabeza a Hayden haciendo que este se queja -Deja a la pobre y ponte a estudiar- le quita su celular y ahora enfoca bien su rostro que estaba con una sonrisa enorme y sus mejillas rojas. Sabia que estaba asi solo por que Hayden estaba con ella, normalmente esta con una sonrisa timida o seria- Primera cosa que Hayden y yo tenemos en comun, estaba preocupada por ti Keira, tienes que avisarnos y no desaparecer, gracias a Dios estas bien, imaginate si te hubiera pasado algo- escuchp como alza la voz Hayden mientras intenta acercarse -Me hubieras dejado solin solito con esta rara- comenta acercandose al hombro de Grecia, esta solo empuja su cabeza colocando su mano en la frente haciendolo hacia atrás, pero la sonrisa en su rostro la delata que le gusto ese acercamiento.
Entonces se conecta a la videollamada Amara, quien estaba en la bodega de la cafeteria comiendo un plato de spaguetti, al verme saca todo su aire y se lleva una mano a su pecho dramaticamente -Estas viva!- grita llevando las manos al aire, analizandome con cuidado -Y sin ningún rasguño, pense que ya te habias hartado de viejitos amargados y habias renunciado- suelto una carcajada.
-Soportaria esos viejos amargados con tal que me dejen buena propina- comento y veo como la mirada de Hayden esta en los pechos de Amara, quien usaba una blusa entallada negra resaltando sus atributos. Grecia lo mira mal y sus labios se ponen en linea recta apretándolos, para despues concentrarse en sus apuntes.
Ay mi niña.
Trato de llamar la atención de Hayden sacándole conversación -Aca donde estoy vi el videojuego que estabas buscando- miento, pero logro mi objetivo, los ojos de Hayden se centran en mi y se expande su sonrisa para luego hacer un puchero -me lo compras? Prometo pagartelo con amor- dice mientras junta sus manos en forma de petición, yo solo me rio -Mmmh tal vez, tal vez- obviamente no sabia donde comprarselo, pero buscaria si pedirlo en linea para cuando lo vea me perdone por preocuparlo tanto.
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Inmarcesible
FantasyUn dia normal en la vida de Keira, despertar, ir a la universidad, ir al trabajo y regresar a casa para dormir, esa era su rutina diaria que se habia acostumbrado por casi toda su vida. Pero esa noche todo cambio. Siempre mi abuela dijo "la curiosid...