CAPITULO 27

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Keira



Imágenes impulsaban mi cabeza de manera rapida, mi vista estaba en negro y solo veia aquellas imágenes que parecían ser recuerdos, cosas que aseguraba nunca vivir y que a la vez era un infierno que viviera eso.



Un primer recuerdo llega a mi cabeza pausando el presente.

...

Me encontraba en una cueva mientras en frente mio se encontraba un ser majestuoso con alas blancas y un rostro perfecto, pero que estaba invadido de lagrimas mientras rogaba que lo dejaran ir, sus brazos están encadenados hacia el techo y veo mi madre acercarse a mi con una daga de madera con una gran y larga punta que amenazaba con cortar todo a su paso.

-Recuerda lo que te hemos enseñado- comenta mi madre colocándose a mi altura para después alejarse y colocarse a un lado de mi padre que miraba la escena orgulloso.

Lo estaba haciendo bien, estaban orgullosos de mi.

Entonces los ojos cambian a ser completamente negros dejando ver una maldad mientras sonrio con malicia

-Por mi Dios todo poderoso, es solo una niña!- grita aquel angel, y si, lo era, era una niña que deberia estar centrada en jugar con sus muñecas o aprender matemáticas, pero en cambio aprendia a matar.

Mi yo pequeña se abalanza hacia la criatura mientras la daga atraviesa su cuerpo tantas veces que pierdo la cuenta. El cuerpo sin vida del ser ya arrastraba el auelo, pero no me bastaba, queria mas, y sigo penetrando su piel salpicándome de sangre. Voy contra su rostro y con la misma daga hago cortes profundos logrando que este sea irreconocible a como estaba al principio.



Unos brazos me jalan pero soy mas fuerte y busco sostenerme al cuerpo sin vida, mientras la daga abre profundamente el abdomen de la criatura dejandome ver sus organos, estaba a punto de meter mis manos cuando me jalan fuertemente haciendome hacia atras.

-Keira!- grita mi padre quien me quita la daga para mirarme al rostro -Ya esta muerto, lo hiciste, ya basta- mis ojos grandes parpadean varias veces, para despues lanzarme a llorar mientras abrazo a mi padre.

Otro recuerdo interviene y ataca mi memoria.

...

Un bosque.

Un bosque me rodeaba, la oscuridad de la noche me acechaba, y a pesar de que eso haría temblar a cualquiera, yo me sentia viva.

Llega mi madre vestida con una capucha negra que le caía por la espalda hasta el suelo y un gorro que cubria su cabello blanco, tenia aquellos ojos que estaba acostumbrada a ver, doble pupila que se fusionaban. Me sonrie con amor y toma mi mano, acepto esta y caminamos dentro del bosque, hasta llegar a un espacio sin arboles donde estaba pintado en el suelo un pentagrama y en cada esquina, se encontraba una vela negra, rodeando este muchas personas que no lograba visualizar su rostro debido a la misma vestimenta de mi madre.

-Hic est altera regina mortis, mali et doloris, lauda Satanam ( Esta es la segunda reina de la muerte, del mal y del dolor, alabado sea satanás) -mi madre habla y no reconozco aquellas palabras pero pareciera que las otras personas si por que contestan.-

-Lauda Satanae et futurae reginae (Alabado sea Satanas y la futura reina)- llevan sus manos hacia el cielo y yo rio por que me parecia algo chistoso, pero a ellos no les parecia gracioso.

-Anima pura tua tradetur Domino nostro, qui eam capiet et finget eam, ut erit via tua, et destruet viam tuam ad coelum (su alma tan pura sera entregado a nuestro señor, quien la tomara y moldeara para que sea aquella que guie su camino y destruya el camino al cielo) .- aquellos sujetos dicen la misma oración y toman algunas cosas colocandola en el centro del pentagrama, veo como esparcen un liquido para despues hacer que una gran llame levante esta.

InmarcesibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora