✩˚̩̥̩̥ Aiko y Sabito ˚̩̥̩̥✩

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Tsuki seguía en ese internado y si no fuera por su capacidad de lavarle el cerebro a las demás personas, hubiera sido imposible haber creado documentos tan creíbles para que no se vean extraños en ese lugar.

Se les dificulto un poco lo del sol ya que hay distintas actividades que les requieren salir afuera, aunque Tsuki puso en ambos documentos que tenían una alergía a la luz solar y por ende no pueden salir al menos que no haya, literal ni Tsuki sabe de donde se le ocurrio tal alergía pero logro falsificar recetas medicas y algunos documentos que lo confirmaban.

Su plan iba a la perfección y ni siquiera tenían que hacer algo ya que todo estaba pasando por unos simples celos, de verdad que cada vez la complejidad del ser humano les sorprende, ellos solo están disfrutando del posible final que podrían tener, es incluso mejor que matarlos y ya.

En fin, solo disfrutaban el sufrimiento ajeno.

[...]

Sabito iba muy feliz hacía el área preparatoria, no tanto porque iba a ver a su amigo Giyuu, sino, que iba a ver a su crush.

Ese chico de cabello rojo como una manzana dulce, sus ojos como un oceano y su piel blanca como porcelana, al igual que estas pequeñas pecas que adornan su rostro y esa nariz respingada, ahh...simplemente es el tipo de Sabito.

Él nunca se cuestiono su sexualidad, mucho menos llego a pensar en que le gustase un chico alguna vez, bien que antes nunca había tenido parejas aunque uno que otro interés amoroso si, pero siempre fueron chicas.

Aiko es el primer chico que le ha gustado, desde la primera vez que lo conoció se le hizo tierno y lindo, aparte que en lo que iba conociendo a Aiko, empezó a sentir cierta atracción por él.

Simplemente era un pequeño chico lindo, su chico lindo.

Siguió su camino pensando en Aiko.

[...]

-Por qué me sigues tanto? - dijo volteando por sexta vez atrás viendo al rubio.

- Entre más me evitas, más captas mi atención - dijo con brazos cruzados recargado en la pared.

- Fua, eso no es acoso? Meh, me da un poco igual, pero minimo disimula la mirada que la siento en mi espalda y es raro - continúo caminando con los papeles que le encargo Yuichiro.

- Con esa vista es imposible no mirar - susurro y siguió atrás del más bajo.

- Oye, no te llevas bien con Yuichiro-sama... No creo que debas ir donde me voy a encontrar con él.

- Voy por ti tesoro ¿Qué tiene que esté Yuichiro ahí?

- Uhm - "Tesoro"? Le dio algo de vergüenza que le llamará así y se sonrojo un poco - B-bien.

- Ya veo - se dio cuenta del nerviosismo que le dio ese apodo, vaya que ya sabe un punto bajo, la atención.

- Oye, por qué eres así? Tu mamá parece alguien agradable.

- Así cómo? - pregunto alado del más bajo.

- Acosador e irrespetuoso.

- Que mala imagen tienes de mi señorito, pero creéme, si me conocieras tendrías otra vista de mi.

  Cuando te conocí me llamaste enano y ofendiste  a Yuichiro-sama, es muy lógico que tenga esa imagen — muy directo.

— Sigues enojado por eso? Niño, literal el que sufrió fui yo, minimo nadie te pego una patada en la cara.

— Te pegué porque era necesario! Estabas siendo muy molesto  para Yuichiro-sama! (-"-;)

— Igual no era para tanta violencia y si vi la pistola electrica que ibas a usar conmigo sino me iba, que salvaje eres.

༄ᗷᖇꄲᖶᕼꏂᖇꇙ ꒒ꄲᐺꏂ༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora