25. Guerra Fría

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POV Narrador


- No debería de sorprenderme Diego, pero aun así esto es muy bajo para ti – Lizzie espero a salir de la empresa para marcarle a su hermano y conseguir una explicación, la cual sabía que no iba a ser suficiente, nunca lo eran.

- Lizzie, sé que estás enojada, pero también es por tu bien – La condescendencia que desbordaba de su voz le causó náuseas, le recordó a como le había hablado Christopher hace unos momentos, detestaba ese tipo de hombres.

- ¿Por mi bien? Utilizaste a tu hermana menor para tu propio beneficio, ¿Dime que gano yo con esto?

- Tendremos nuestro dinero de regreso, el solo tiene que aceptar el trato y...

- El nunca aceptará nada, actuaste sin siquiera conocerlo – el pensamiento de que al parecer ella tampoco lo conocía le cerró la garganta. Luchó contra las lágrimas que juró no derramar. – con esto simplemente me aventaste enfrente del autobús, me jodiste.

- Supongo que ya te enteraste de que no le importabas – el filo en sus palabras cortó hondo obligando a Lizzie a tomar un profundo aliento antes de continuar.

- No es necesario que te proyectes en extraños Diego, todos saben que nunca has sido el hermano sobreprotector. Pero hoy pasaste el límite, desde este momento dejaré de darles la cortesía de llamarlos familia, creo que todos ganamos con eso, ¿no crees?

- Por dios Elizabeth, no seas dramática, solo son negocios.

- Bien, entonces escucha con detenimiento, recuerda que fuiste tú quién me involucró en esto cuando sabían a la perfección que quería mantenerme al margen, así que tomaré un papel más activo a partir de este momento. Como dijiste, no es nada personal, solo arreglando negocios que debería haber hecho desde hace tiempo.

- ¿Ahora de que rayos estás hablando?

La duda en su hermano le dio un sentido de logro que no duró mucho en su mente, todo su cuerpo estaba manejándose en modo automático. Un paso a la vez, una respiración a la vez.

Colgó la llamada ignorando el ataque de preguntas que venían del otro lado y buscó el número que le ayudaría a cerrar el negocio pendiente.

- Hola Enrique, Necesito un favor – Elizabeth había tomado una decisión, dejaría todo arreglado y después, continuaría con su vida como si estos últimos meses no hubieran pasado. Estaba harta de la guerra en la que insistían que participara así que decidió ponerle fin. – Saca el testamento de mi padre, es hora. 

UN POCO MÁS QUE ORDINARIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora