CAPITULO 2
Draco comprendió al instante que sucedía y tuvo que decir una de sus frases de burla:
- Tu esposo te engaña, Granger- me miro con una sonrisa de autosuficiencia que me dieron ganas de pegarle.
- No es de tu incumbencia – conteste cortante.
Ya hace tiempo sabía que Ronald andaba con otra pero él no sabía que yo estaba enterada de ello gracias a nuestro anillo de casamiento.
- No será de mi incumbencia pero yo que tu haría algo al respecto –me miraba los ojos queriendo descifrar que pasaba por mi cabeza en ese instante.
El anillo dejo de brillar y volvió a su color natural: blanco.
Draco siguió trabajando hasta que un elfo apareció diciendo que estaba el almuerzo servido.
El salón celeste no era en absoluto celeste, al contrario tres de sus paredes eran blancas con cuadros con bordes rojos de diferentes tamaños de los Malfoys que estaban sentados con nosotros a la mesa, y la cuarta pared era roja con dos grandes ventanales que daban a los patios que se extendían hacía un bosque cercano.
Era mucho más pequeño de lo que había supuesto, en él estaba una mesa para 10 personas y varias mesas adicionales para apoyar fuentes, jarras con bebidas, etc. No había mucho más en la habitación.
Esperábamos por los chicos, que unos minutos después entraron en el más puro silencio, los tres cambiados a ropas más cómodas.
- Papá – comenzó a decir Scorpius, su padre levanto la vista mirándolo para que prosiguiera, - ehh... ¿cuándo se hará el funeral de mamá?
- Mañana mismo hijo, - contesto tranquilo Draco, observando como su propio hijo estaba evitando llorar en la mesa – ya se le avise a todos los conocidos. Llegaran tus abuelos esta noche.
- ¿En dónde va a ser enterrada Sr. Malfoy? – pregunto de pronto Rose, con su habitual interés de conocimiento. – Por lo que nos contó Scor – continuo, mirando por un segundo a su amigo y volviendo a su padre – el mausoleo Greengrass está cerca de su casa de Aberdeen, Escocia; y el Mausoleo Malfoy está aquí en esta propiedad.
- Aquí mismo Rose, cuando Astoria se caso conmigo tomo mi apellido como el suyo, eso hizo que la pudiera enterrar en esta tierra según la magia que rige al matrimonio.
Esa noche antes de que llegaran los padres y suegros de Draco Malfoy no estaba segura que fuere bueno que me vieran aquí, no sabía si lo tomarían para bien o para mal, pero mi problema mayor en este momento era que la única ropa que llevaba era la que traía puesta, no sabía qué hacer. Podría llamar a algún elfo y enviarlo a mi casa por ropa para mí y para Rose, y que hiciera otro viaje a casa de Albus. No podíamos aparecer así en el funeral de la madre de Scorpius, sería irrespetuoso y poco amable de nuestra parte siendo que los estábamos acompañando en este momento tan difícil para su familia. En esto estaba pensando cuando tocaron a mi puerta muy sutilmente.
- Adelante.
Cuando se abrió la puerta me asombre, Malfoy estaba entrado a mi recamara con dos cajas forradas de azul.
- Te traje esto Granger – dijo bajo, mirando mi poca reacción a acercarme.
- ¿Qué es eso?
- Vamos, pensé que eras más inteligente – expreso con una media sonrisa que ya conocía. Se acerco hasta una cómoda que había al costado del cuarto y apoyo las dos cajas allí – No has traído mas ropa que la que llevas puesta, y no creo que quieras presentarte con ella ante mis padres y suegros.
Pase la mirada de sus ojos a las cajas y viceversa; pero no me acerque.
- Les has dado algo a Rose y Albus – pregunte para desviar mi contestación por unos segundos más.
- Sí, de eso se encargo Scorpius. – Me observo con interés, yo seguía sin responder – sabes un gracias no vendría mal – señaló mientras iba hacia la puerta y adiciono antes de salir – en media hora te esperamos abajo.
Di unos pasos hacia las cajas, no sabía bien que hacer, había solucionado mi problema mental sin siquiera pedirlo. Conocía los comentarios que él había cambiado mucho después de la guerra pero no pensé que aceptaría que viniera a su casa y me ofreciera ropa así sin más.
Abrí la caja más pequeña primero, dentro encontré unos zapatos en punta de tacón alto de color gris topo, eran hermosos y por lo que supuse de mi talle exacto. Los deje a un lado y al abrir la segunda caja encontré un hermoso vestido corte princesa con escote en V tul y bordado con lentejuelas.
Me di una ducha rápida y me puse el hermoso vestido, era sorprendente que Malfoy haya sabido mi talle, los zapatos también me quedaban de maravilla.
En el baño había visto que se encontraban algunos maquillajes, así que decidí ponerme un poco de delineador negro y rímel, en los labios me puse mi habitual labial nude. Me arme un poco más los rulos para dejármelos al natural.
Cuando sali de la habitación no estaba segura a que parte de la casa dirigirme, Malfoy había dicho que bajara pero no a que parte de la casa. Alguien se aclaro la garganta y baje la vista, un elfo estaba allí esperándome.
- El señor me pidió que la guiara al salón por donde llegaran su familia, por favor sígame.
- Claro – hable y él comenzó a caminar con rapidez hacia las escaleras.
En el salón ya me estaban esperando Rose y Albus, quienes iban muy bien vestidos, mi hija con un bellísimo vestido corto color cereza y mi sobrino con un traje de color azul oscuro. Los tres nos sentamos a esperar a los dueños de casa y a los invitados que llegarían en cualquier momento.
- Papá ya deja de insistir con mi cabello – se escucho de pronto la voz de Scorpius – a la abuela le gusta que lo lleve de esta manera.
- Scorpius a tu abuela paterna no le gusta que lo lleves así cuando estas vestido de traje, arréglatelo antes de que llegue o si no ella... - acababan de atravesar la puerta cuando levanto la vista y me miro de pies a cabeza, solo le sonreí al levantarme.
Scorpius miro de su padre a mí, y se escabullo hacia sus amigos; que hablar en ese preciso instante. Draco se acerco sin decir una palabra.
Unos diez minutos después llegaron sus familiares a través de la red flu, nos saludaron a todos sin la menor muestra de rencor en la voz, lo que me genero un alivio muy grande. Del salón pasamos al comedor, allí donde Harry me había contado que había visto sus visiones de Voldemort.
Cenamos con una charla amena, hubo muchas preguntas a los chicos sobre su año en Hogwarts, que contestaron con muchos ánimos, contando anécdotas y aventuras que habían vivido.
A mí me preguntaron sobre mi trabajo y el resto de mi familia; en eso Draco me miro, seguramente para saber que contestaría, después de lo que había visto esta tarde pensé que lo contaría a todo el que se cruzara y esta era su oportunidad para burlarse de mí como lo había hecho tantas veces en nuestra adolescencia, pero solo mi miraba mientras que yo hablaba de lo bien que estábamos y los planes de estas vacaciones. Él me estaba sorprendiendo este día.
Al día siguiente al enterrar a Astoria Malfoy, mi hija dijo unas palabras por su amigo y estuvo a su lado hasta que volvimos a Londres.
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¿¡ Nueva Mansión!? (fanfic de Harry Potter)
FanfictionDraco comprendió al instante que sucedía y tuvo que decir una de sus frases de burla: - Tu esposo te engaña, Granger- me miro con una sonrisa de autosuficiencia que me dieron ganas de pegarle. - No es de tu incumbencia - conteste cortante. DRAMIONE ...