CAPÍTULO 4
- ¿Mamá a donde te vas a mudar? – me pregunto Rose sentada en mi cama, viendo como sacaba ropa del armario.
- Conseguí un departamento cerca del ministerio, tengo que ir a hacer unos arreglos los próximos días – comente mientras observaba mis zapatos. – Pueden acompañarme con Hugo, no me molestaría.
Mientras hablaba con Rose, iba separando mi ropa en diferentes cajas, algunas serían donación, otras basura y una tercera sección lo que me llevaría, en la cual no había mucho, ya que había decidido que cambiaria un poco mi estilo cuando me mudara.
- Me encantaría acompañarte, - expreso mi hija, después de pensarlo unos minutos, -¿para cuándo tiene la audiencia definitiva mamá?
Mire a los ojos de mi hija, estaba triste por nosotros, pero había comprendido el por qué de la situación, en un primer momento se había alegrado de la confianza que tuvimos con ella y su hermano, después de unos días ella comenzó a hacerme preguntas al respecto, como ahora, intentaba no atosigarme con todas juntas, veía que a partir de que les dijimos la noticia su padre y yo actuábamos con más tranquilidad y estábamos más distantes de lo que ellos creían.
Le conté que esperábamos la citación a la audiencia la semana próxima, donde terminaríamos de firmar todos los papeles, y que para no causarle mayores problemas a su padre le había dejado la casa y el auto.
- Si mamá comprendo porque le dejas todo a papá, si tuviese que empezar de nuevo él no sabría ni por dónde empezar, es igual al abuelo. - Las dos nos miramos y reímos, era la pura verdad. Y agrego: – Y cambiando de tema... esta noche a qué hora llegan todos.
- A las seis hija.
Esta noche estaban invitadas todas las familias de nuestros amigos: los Potter, los Scamander, todos los Weasleys, los Longbottom y los Malfoy, los últimos me habían sorprendido ya que Draco no había aceptado nunca una de nuestras invitaciones a comer.
Scorpius, por otra parte, venia continuamente a la casa, hasta se había quedado a dormir varias veces en los últimos años, y desde que llegaron de Hogwarts pasaba más tiempo en mi casa con Rose y Albus que en la suya propia. Draco lo traía y lo venía a buscar sin mediar palabra con nadie, muchas veces le ofrecí entrar a tomar algo caliente mientras esperaba pero siempre se negaba.
Se veía lo cansado y deprimido que estaba Draco con la muerte de su esposa, intentaba que su hijo se sintiera lo mas acompañado posible; porque para él era su pilar en este periodo de aceptación y avance.
Me había quedado releyendo lo que había escrito, cuando se escucho un grito de Hugo.
- ¡Mamááá! – en eso entro por la puerta – ¿dónde guardaste mi camisa verde?
- En el armario del lado derecho, colgada, Hugo – explique detallando el lugar preciso. Faltaban unos veinte minutos para que todos llegaran y él todavía no terminaba de vestirse.
Me levante de mi cómoda, cerrando el diario como lo hacía siempre y guardándolo en un cajón. Salí a ver si Rose necesitaba ayuda con algo antes de bajar a comprobar que todo estuviera listo.
Los invitados fueron llegando de a poco y se fueron instalando en las dos mesas que había instalado entre el comedor y el living, todos los chicos en una mesa y los adultos en la otra. Ronald me ayudo a distribuir las fuentes y Hugo a llevar las diferentes bebidas, así empezamos a comer.
- Harry ¿cómo va el caso de los aurores desaparecidos en oriente de los últimas semanas? – pregunte mientras me servía una papa rellena – no ha salido ninguna noticia en El Profeta.
- Es que no hemos tenido noticias, si no aparecen para la próxima semana, se enviaran otros aurores a buscarlos.
- Luna, tu padre y tú han publicado alguna noticia al respecto en El Quisquilloso – inquiero Ginny desde su asiento.
- Si, hubo una pequeña que publicaremos en el próximo ejemplar, parece ser que solo se han perdido en el desierto y piensan volver pronto a Londres. De todas maneras es de esperarse, es tan grande allí...
- Bueno Luna, nos has resuelto el caso – dijo Harry con una sonrisa. Y esta vez le hablo a Malfoy - ¿Tu en que estas trabajando?
Draco miro a todos en la mesa, no había aportado grandes comentarios desde que había llegado hace más de una hora y se veía que quería pasar desapercibido para los héroes de la gran guerra, pero no lo estaba logrando.
- Mantengo la empresa muggle de mi padre, es de embarcaciones para traslado de contenedores de diferentes tamaños. Ahora estamos trabajando en expandir las sucursales a América central.
- Wow, - comenzó a hablar George – no sabía que tu padre trabajaba en el ambiente muggle, nunca demostró interés en tal.
- Vamos Weasley, no creo que hayas conocido ni un poco a mi padre más que lo conocía el resto del mundo mágico – hablo Draco. – Que se muestre de una forma cínica ante gente como tú no significa que lo sea, tenía que aparentan para estar cerca de Voldemort.
- Deja de defenderlo Malfoy, tuvo la oportunidad de cambiarse de bando y no lo hizo – puntualizo Harry.
- ¿Que harías tu Potter si te amenazan con tus hijos y esposa? – subió el tono Malfoy.
- Bueno ya basta – exprese con exasperación. – Tus padres no tienen nada que demostrar ya Malfoy, y Harry tu acepta que eso fue hace más de veinte años.
Todos los adultos me miraban, realmente sus miradas apestaba, me miraban incrédulos. Claro, había defendido a Malfoy antes que a mi gran amigo.
El resto de la cena transcurrió sin otro incidente, todos se fueron tarde decidiendo que la próxima reunión serie en lo de Bill y Fleur antes del comienzo de clases.
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¿¡ Nueva Mansión!? (fanfic de Harry Potter)
FanfictionDraco comprendió al instante que sucedía y tuvo que decir una de sus frases de burla: - Tu esposo te engaña, Granger- me miro con una sonrisa de autosuficiencia que me dieron ganas de pegarle. - No es de tu incumbencia - conteste cortante. DRAMIONE ...