¿¡ Nueva Mansión!? (fanfic de Harry Potter)

CAPÍTULO 35

CAPÍTULO 35

El jueves llego con buena marcha en la oficina, mi jefe estaba que desprendía completa

felicidad de haber adquirido una cuenta tan grande como la que iba a pagar Malfoy,

me comento lo mismo que ya me había dicho el rubio, nada especifico sino que todo

vendría por cuenta de Narcisa Malfoy y lo que ella deseara.

Por los nervios me había levantado antes que el despertador, me había tomado una

ducha relajante y estuve un rato mirando que me pondría, tenía que ser profesional

pero no quería utilizar traje, y quería aparentar fortaleza sin ser insulsa, termine por

elegir un jean azul oscuro con camisa bordo, un blaizer azul y unas sandalias con taco

fino con tiras trenzadas blancas y azules. Busque un bolso de cuero ecológico blanco

que utilizaba para cuando debía llevar mis objetos de trabajo a un nuevo proyecto,

metí en él varios tipos de block de hojas blancas, fibras, colores y reglas de medición,

con eso bastaría para comenzar; las casas del distrito de Chelsea eran grandes y

tendría que estar cómoda para trabajar allí.

A las diez de la mañana Draco Malfoy apareció en la puerta del departamento vestido

con un traje clásico azul marino y una camisa salmón, se veía fantástico y parecíamos

a juego. Me dio un dulce y casto beso antes de salir hacia su auto. En quince minutos

llegamos a una calle poco concurrida del distrito de Chelsea, Draco me guio hacia una

casa a mitad de cuadra, era una estampa hermosa.

Tenía la puerta a la izquierda con un gran ventanal a su lado y arriba tenía dos

balcones con grandes puertas de madera antigua, se veían tragaluces en varias zonas

de la fachada. Era moderna pero con detalles antiguos que la hacían ver majestuosa.

- ¿Cómo obtuviste la casa Draco? – pregunte mientras observaba los detalles.

- Hace algunos años utilice la táctica de prestar dinero a empresas menores para

hacerme conocido, uno de los dueños pidió mucho dinero y al cumplirse el

plazo de pagar, tenía una deuda mayor de la adquirida con mi empresa, para no

pasar a términos legales le propuse a través de mi abogado que me diera la

empresa, que haríamos una transacción pacifica y que lo mantendría como

director de uno de los ámbitos de la empresa. Él se negó darme la empresa,

alegando que era una herencia familiar y que deseaba mantenerla, aunque

sabía que no había ganado lo suficiente para devolver el dinero dado en

préstamo. Como contraoferta me ofreció para pagar la deuda una propiedad,

me dio a elegir entre dos propiedades en Londres con valores similares o

mayores a la deuda y elegí esta.

Me asombro la capacidad de generosidad de este hombre mi lado, a pesar de la deuda

había intentado no tirar abajo la empresa de la otra persona, y a su vez había hecho un