CAPÍTULO 21

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CAPÍTULO 21

Seguía pensando en lo que había pasado con Draco el fin de semana pasado, nos habíamos besado, y varias veces, no dejaba de sentir esa ternura y asombro al unir nuestros labios y cuando sus manos se desplazaron por mi cuerpo de manera tan sensual, ni con Ronald me había sentido así, Draco provocaba que mi piel se erizara al tocarme y que mi cerebro se desconectara de la realidad, nunca nadie había logrado eso.

- Hermione ¿me estas escuchando? HERMIONE – reaccione con un salto al escuchar a mi secretaria gritar mi nombre, la mire con el ceño fruncido.

- ¿Y ahora qué Julie? ¿Por qué me has gritado?

- Como que porqué, te he estado llamando los últimos cinco minutos, ¿Quién te tiene volando tan alto? Tu no eres así – me observaba con las cejas levantadas – es el hombre que te ha enviado esas hermosas roas inglesas cada día, no nos has querido ni decir el nombre del afortunado.

- Hoy no ha enviado flores, seguro se ha cansado de que no le conteste- exprese con una semi sonrisa.

- La verdad es... - mi secretaria comenzó a mirar hacia todos lados sin mirarme, que habría pasado hoy.

- ¿Qué Julie?

- Me parece que él esta afuera – mi cara palideció – este hombre trae las mismas rosas que te han enviado lunes, martes y miércoles, tal vez como tu no le contestaste, ha decidido venir a buscarte.

- ¿Cómo? – mire el florero con las rosas inglesas en colores naranjas y rosas pálidas, hable bajo – Draco no puede estar acá, lo voy a matar.

- ¿Le digo que pase?

- Primero pregúntale su nombre, tal vez es otra persona.

- Oh... claro...

No solo iba a matar a Draco si era él el que estaba afuera, sino también e Julie, por permitir que una persona como Malfoy estuviera en mi oficina sin mi consentimiento y sabiendo que no deseo ningún tipo de relación con él.

- Hermione, se llama Harry Potter.

Mi suspiro fue tan grande que mi pobre secretaria no entendía porque era.

- Dile a... el Sr. Potter que pase y cierra la puerta al salir.

- Claro jefa – contesto con una sonrisa, huy tendría que explicarle a Julie que Harry era un gran amigo y que estaba muy felizmente casado, y que no era el pretendiente que a ella le gustaría que yo tuviera.

- ¡Buen día Herms! – mi fiel amigo apareció por la puerta con un pequeño ramo de flores inglesas blancas, me las entrego dándome un besa en la mejilla y sentándose frente a mi escritorio.

- Harry, que gusto verte, ¿por qué has venido a verme? – mientras hablaba, agarre otro florero que tenia en uno de los estantes y puse sus flores, mas tarde le pondría agua. – Son hermosas estas flores.

- Veo que no soy en único que sabe de tus flores favoritas, Ronald te ha enviado estas – dijo mirando las que tenia sobre el escritorio.

- No, él no me ha enviado nada, esas son de otra persona – si llegaba a mencionar a Malfoy mi amigo me tiraría una bronca gigante.

- Ahh... - se sobo el cuello avergonzado – pensé... ya sabes él me dijo... bueno no importa... Venia a felicitarte – lo mire extrañada, porque me tenía que felicitar, él lo noto al instante – por el ascenso.

- Ahhh... si ¡Gracias!

- Ginny me lo contó ayer, estoy pasando poco tiempo en casa con este posgrado que estoy haciendo pero tu deberías haberme enviado aunque sea una lechuza.

- Lo siento Harry, ha pasado todo tan rápido desde el viernes pasado, el fin de semana me lo he pasado en cama descompuesta y ya el lunes he empezado con un ajetreo de nuevas cosas que me ha costado adaptarme, mira que me encuentras justo en un monto de tranquilidad porque sino no hubiese podido atenderte.

Harry me observo por unos minutos en completo silencio - ¿por qué estas así Hermione?

- ¿Así como Harry?

- Estas nerviosa, y antes de que digas nada más, se que lo estas porque nunca das tantas explicaciones de tu vida; ni siquiera a mi.

Lo mire atónita, el muy hijo de puta me había sacado la ficha.

-Bueno, tienes razón, estoy nerviosa - ahora tenia que hacerlo creíble - el nuevo puesto es impresionante, un montón de cosas a mi cargo, mas de 100 personas bajo mi autoridad, y el tiempo en la oficina ha aumentado una barbaridad. He tenido que reorganizar un montón de proyectos y obviamente todos mis horarios. Todavía estoy intentando adaptarme, se me esta haciendo complicado.

- Vamos Herms, yo se que no es por eso. Pero si no deseas contarme no lo hagas, confió en las decisiones que tomas. Tu trabajo nunca te ha absorbido tanto, estoy seguro de eso, pero tu sabes adaptarte mejor que nadie a situaciones inimaginables, o te tengo que recordar todo lo que pasamos en Hogwarts hace tantos años atrás.

Una amplia sonrisa asomo en mi rostro, Harry podía ser despistado a la hora de los detalles pero en sentimientos y emociones me descifraba al instante; para afuera podía estar bien vestida con un peinado de lo mas formal, maquillada como todos los días y mostrando mi típico semblante serio; pero Harry, y solo él, lograba reconocer cuando mi autoestima estaba baja, o cuando estaba enfadada, o dolida, o como ahora nerviosa.

Lo adoraba por poderme decir las palabras correctas en el momento correcto. Y no esperar que le cuenta las cosas a puros detalles, él era único para mi y no cambiaría su amistad por nada.

- Gracias Harry, creo que necesitaba escuchar eso - me levante y lo abrace. En eso tocaron la puerta, me separe de Harry y conteste un adelante a mi secretaria.

- Srta. Granger, la llaman del sector de ventas, dicen que es urgente.

- Claro, comunicarles que voy para allí - mientras Julie se iba a su escritorio, Harry también se levanto.

- Es mi momento de irme, tu trabajo te llama y seguramente no hay otra persona mejor que tu para solucionar el problema.

Fuimos hacía el ascensor juntos, yo baje solamente dos pisos en el edificio de la empresa, Harry se tenía que ir al Ministerio.

¿¡ Nueva Mansión!? (fanfic de Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora