CAPÍTULO 13
Toda la semana estuve rememorando el primer día de vacaciones que pase con los Malfoy, me había sentido tan cómoda con ellos y Draco había escuchado mis opiniones con total fascinación. Habíamos tenido un día esplendido y no podía negar ante mi misma que lo había disfrutado muchísimo, pero tenía esa vocecita en la cabeza que me decía que no era correcta esa cercanía hacia ellos.
Las vacaciones se estaban haciendo eternas, faltaba poco para el retorno a Hogwarts de los alumnos. Mis viajes continuos a Hogwarts hacían que estuviera poco tiempo en casa, la cual estaba muy sola porque mis hijos no querías quedarse mucho. En el trabajo había muchos proyectos de gran envergadura, lo que hacía que no pudiera irme por mucho tiempo durante mis horas de trabajo. Y mi poca vida social había desaparecido.
Me sentía frustrada y malhumorada todo el tiempo, era demasiado para mí, no podía disfrutar del trabajo porque era demasiado, no podía disfrutar de mi tiempo libre porque lo dedicaba al trabajo, y no podía divertirse de mis hijos porque no sabían en qué momento iba a estar en casa. Todo se estaba volviendo un caos y a pesar de que me mantenía positiva, costaba muchísimo.
Hoy se hace la juntada anual de mi promoción de Hogwarts y todavía no se si iré, que pocas ganas de salir cuando podría quedarme a descansar, pero Ginny ha dicho que me pasan a buscar y se daría cuenta que le estoy poniendo una escusa para no ir. Tendré que cambiarme, que embole.
- Hermione, ¡hola! Te ves estupenda – Seamus siempre con sus halagos, no se guardaba nada para sí mismo.
- Gracias Seamus.
- ¿Cómo has estado? Me entere que ya no trabajas más en el ministerio.
- Muy bien, gracias por preguntar – si todos iban a hablarme así, me sería una noche larguísima, esperaba no hablar mucho de trabajo – Si, he dejado por un tiempo el ministerio de magia para dedicarme a una afición que tenía desde pequeña, a arquitectura.
- Wow Herms, hay que meterse de nuevo en el mundo muggle a nuestra edad, te debe gustar de verdad para ponerte a estudiar ahora.
- Si realmente me gusta.
- Y si no le crees deberías ir a su casa, siempre se lleva trabajo a casa – me di la vuelta al escuchar la voz de Draco Malfoy, no lo veía hace semanas y lo agradecía en el interior cada día, hasta este encuentro – Buenos noches Finnigan, Hermione.
¿Qué hacía este llamando por mi nombre? Al momento que reaccione a su impertinente aparición él ya se había ido hacia su grupo de amigos.
- Hermione ¿estas bien? – Seamus me miraba preocupado, obviamente mi rostro inexpresivo había seguido a Malfoy con la mirada.
- Si claro.
- Tengo una duda ¿por qué te llamo por tu nombre de pila? ¿Tienes una relación más cercana con Malfoy ahora?
Largue un suspiro de impotencia y volví a mirar a mi amigo – No lo sé, anda actuando extraño desde que falleció su mujer hace dos años. La única relación que mantengo con él es por la relación de amistad que tiene Rose y Scorpius, su hijo. ¿Te acuerdas de él?
La noche estaba pasando lenta, todos me preguntaban porque había dejado el ministerio y que era eso que yo llamaba arquitectura, todos me preguntaban por como llevaba el divorcio y mi relación con Ronald, todo era preguntas de mi vida personal o trabajo y me estaba cansando, simplemente no podrían dejar de ser chusmas y meterse en sus vidas. Mi sonrisa forzada no se borraba de mi rostro ya la había adoptado para toda la noche, esto se estaba volviendo muy aburrido. Me disculpe con Luna y algunas amigas suyas y fui al baño para estar un momento a solas.
ESTÁS LEYENDO
¿¡ Nueva Mansión!? (fanfic de Harry Potter)
FanfictionDraco comprendió al instante que sucedía y tuvo que decir una de sus frases de burla: - Tu esposo te engaña, Granger- me miro con una sonrisa de autosuficiencia que me dieron ganas de pegarle. - No es de tu incumbencia - conteste cortante. DRAMIONE ...