El Asistente

¡GUAUF!

El Señor Jeon estaba enfadado, pero no tenía claro si se debía a que yo me reía de las bromas de Namjoon; o a que sospechaba que el cirujano y yo habíamos intimado en navidad más de lo que se había imaginado. Fuera lo que fuera, no le hacía ninguna gracia y no se molestaba lo más mínimo en tratar de ocultármelo, dedicándome miradas fijas y apretones en la pierna mientras seguía sonriendo como un maniático delante de Namjoon.

—¿Y tú a qué te dedicas, Lana? —le preguntó el cirujano, intentando continuar educadamente con la conversación y no dejar extraños espacios vacíos antes de la cena.

No habíamos llegado temprano, pero la gente todavía charlaba en pequeños grupos a lo largo de la sala y las mesas estaban empezando a llenarse poco a poco. Quizá nos quedaran quince o veinte minutos antes de que sirvieran el primer plato.

—Soy recepcionista en INternational —respondió ella—. La empresa de... Jung Kook —aclaró al final, echando una rápida mirada al Señor Jeon, sentado a su lado e ignorándola por completo—. ¿Y tú a qué te dedicas, Namjoon?

Alcé las cejas y pasé la mirada de Lana a Namjoon, que se había quedado tan sorprendido por la pregunta como yo. Le había presentado como al «Gran Doctor y Cirujano Kim Namjoon» y la joven le estaba preguntando a qué se dedicaba.

—Es astronauta —respondí yo por él. Y Lana se lo creyó.

—¡Oh! ¿En serio? —exclamó.

—No, no... soy astronauta —tuvo que responder Namjoon, negando con la cabeza mientras me miraba por el borde de los ojos—. Es otra de las bromas de Jimin—sonrió—. Soy cirujano de urgencias en el Weister's Hospital.

—Oh... —murmuró Lana, sonrojándose más al darse cuenta de que había caído como una tonta en la broma. Trató de recuperarse jugó con sus dedos bajo la mesa antes de preguntar—. Claro, qué tonta he sido... ¿Por eso has venido a la cena benéfica?

Namjoon asintió con la cabeza y sonrió un poco más. Posiblemente empezara a entender todo lo que le había contado de la joven, eso que él creía que era fingido.

—Namjoon nos invitó personalmente —le explicó Jung Kook, sin perder la oportunidad de decir aquello—. Sabe que nos encanta la beneficencia, ¿y qué mejor que ayudar a un hospital público que hace tanto por la comunidad?

—Muchas gracias, Jung Kook —respondió Namjoon, creyendo que aquello era realmente un halago y no un insulto velado del Señor Jeon.

Lana asintió un par de veces, muy convencida de aquellas palabras.

—Mi familia va siempre al Weister's —le dijo a Namjoon—. Bueno... toda la gente que conozco —se rio un poco.

—Jimin y yo no vamos al Weister's —le aseguró rápidamente Jung Kook sin dejar de sonreír.

—Por supuesto que no —asentí—. No tiene departamento de salud mental.

Fue una pequeña broma que, por suerte, disfrazó aquel extraño e incómodo momento que había dejado el comentario del Señor Jeon. Namjoon soltó una breve carcajada y Lana se rio por lo bajo; pero ninguno de los dos lo hizo más alto que Jung Kook, quien aprovechó el momento para darme un visible y público apretón en el hombro mientras decía:

—¡Es verdad! A veces, con todas las cosas de la empresa, nos volvemos locos. Son demasiados clientes, reuniones, proyectos... buff —resopló, como si solo recordar el éxito que tenía le pareciera demasiado que soportar—. Si hubiera estudiado medicina como tú, Namjoon, seguro que estaría más tranquilo. Tanto viajes y cenas pueden llegar a ser agotadoras, créeme —y se volvió a reír.