3. Olivia

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—¡Lo sabía! —gritó Martín.

—No creo que estuviera hablando en serio, tal vez solo era una broma de su parte —dije mientras pintaba una rosa en un pequeño lienzo de 10x10, mis trazos no eran como siempre, estaba siendo descuidada y mi atención no estaba del todo en lo que pintaba, pero si no me ponía a pintar me daría algo, necesitaba mantener mis manos moviéndose.

—Por favor, Livy, cuando estebamos desayunando se notaba a la perfección que el hombre estaba interesado en ti, no culpo a Karina por equivocarse cuando dijo que la miraba a ella, las dos estaban una al lado de la otra, hasta yo me hubiera emocionado y dicho que me miraba a mi —argumentó Martín sentado frente a mi en mi cama.

Ni siquiera lo miré a la cara, seguía mirando mi rosa deforme, aunque parecía que estaba concentrada en pintar, no lo estaba.

—No lo sé, es muy extraño que me mire a mi —susurré, no es porque tuviera poca autoestima, es que con el pasar de los años lo había notado, no le gustaba a los chicos, era un cero a la izquierda todo el tiempo, incluso llegué a pensar que olía mal o mi aliento apestaba, pero Angélica me aseguró que no era así, ella me juró que no había nada malo en mi, cosa que no creí—, a lo mejor solo me quiere por sexo, y yo no soy el tipo de persona que podría acostarse con cualquiera que acaba de conocer.

Sonaba como una mosca muerta, pero era toda la verdad, no me sentiría cómoda con la situación, necesito confiar en alguien como para acostarme con esa persona.

—No hagas conjeturas, el hombre solo dijo que le gustabas, no sabemos hasta donde quiere llegar contigo, y deja de menospreciarte, eres muy linda y no me sorprende que le gustes al señor Gastélum, no te rompas la cabeza tratando de convencerte de que todo es una trampa —dijo Martín molesto por mi manera de pensar.

Mi amigo había intentado hacerme salir con chicos en la universidad, dos de ellos se interesaron por Angélica, y los otros dos nada mas querían sexo, después de eso le había prohibido a Martín presentarme a mas personas, estaba harta de la misma historia siempre.

—Como sea, no creo volver a velo, probablemente en un par de días este en un avión rumbo a comprar otro hotel, o yendo a otro lugar a hacer cosas de persona exitosa, yo que sé —zanjé el tema haciendo un garabato en la rosa, la deformidad en la pobre flor me había colmado la paciencia, había tratado de arreglarla por un rato y no había funcionado, cuando estuviera mas calmada lo haría todo de nuevo.

—Bien, porque ya veras que ese tipo va a intentar volver a salir contigo —Martín se dejó caer en mi cama y mirando todos los cuadros que había pintado recargados contra una pared de mi dormitorio me preguntó:— ¿por qué no vendes todas tus pinturas?

—Porque nadie las compraría —me levanté de la cama y busqué con que limpiar mi pincel, no recordaba donde había dejado el aguarrás, pero estaba segura de que aun quedaba un poco en la botella.

—No lo creo, son geniales, mezclas de puta madre el realismo y romanticismo del siglo XIX con el horror del siglo XXI, se que a veces te pasas con la sangre, pero es muy bueno lo que haces, no te faltarían clientes si los vendieras —me alagaba que Martín pensara así de mi arte, pero aun tenía unas cuantas inseguridades con respecto a pintar—, si no las quieres vender, al menos publícalas en internet, tu misma te darás cuenta de que a muchas personas les van a encantar.

Probablemente Martín tenía razón, publicar lo que hago no estaría mal, así puedo saber lo que los demás piensan de mis pinturas, es una buena manera de tener critica constructiva y destructiva.

—Tal vez pueda subirlas a Instagram —cedí encontrando el aguarrás detrás de un vaso lleno de pinceles.

—Genial, avísame cuando tengas una cuenta para empezar a seguirte, ahora me tengo que poner con mi proyecto, no llevo nada —sabía que a Martín le preocupaba muy poco el proyecto, él estaba mas enfocado en disfrutar de la restauración y el arte del pueblo que en su proyecto final, aun así se que en un fin de semana sin dormir terminaría su proyecto, era la clase de estudiante que hacía todo un día antes y aun así sacaba 10.

Trampa Para MariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora