Capítulo 56 Pánico Bajo Tierra

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El olor de la sangre empieza a extenderse, al mismo ritmo que crecen los rugidos desafiantes y los ruidos de la batalla se extienden por lo que podría ser perfectamente todo este maldito bosque de árboles retorcidos. Entre ellos huelo un olor distinto al de la sangre, uno que solo puede ser el de la muerte.

Mi cuerpo se estremece cuando mi mente conjura imágenes retorcidas de monstruos de diferentes tamaños destrozándose mutuamente, mandíbulas sobre cuellos, apretando hasta que la sangre sale a chorros mientras el enemigo se ahoga en su propia sangre. De garras cortando y desgarrando la piel con un abandono salvaje, todo mientras canicas hechas de hambre y maldad cristalizados miran con ansia a su próxima comida.

El suelo regado con la sangre de los caídos mientras todos se pelean por los cadáveres y los moribundos, algunos devorando con avidez a aquellos que aun no están del todo muertos. Hincando sus muchos dientes sin querer esperar a que la comida deje de respirar.

La imagen es lo suficientemente grotesca como para encogerme el estómago mientras arcadas trepan por mi boca con desesperación, intentando salir con todas sus fuerzas hacia el exterior.

De hecho, a lo lejos me parece que puedo ver lo que parece ser una pelea masiva con...muchos, muchos monstruos, demasiados monstruos.

*¡¡¡GROOOAAAAAA!!!*

Escucho un rugido estridente que resuena por todo el bosque.

Hago lo inteligente y cavo un refugio lo más rápido que puedo, no hay forma de que pueda cruzar de forma segura el lugar con una especie de guerra civil asesina ocurriendo en este momento. No, ni siquiera una posibilidad. Simplemente me esconderé aquí hasta que lo peor haya pasado, una vez que todo esté más calmado saldré y continuare buscando la salida.

Arriesgarme a salir ahora sería demasiado, no puedo buscar la salida si estoy muerto y enterrado en una tumba poco profunda. Así que no, nop, nooohoho, no estoy saliendo hasta que todo este asunto no esté más calmado, y el olor a sangre y muerte no cuelgue sobre mi lengua como una especie de advertencia ominosa extremadamente siniestra.

Con los rugidos y ruidos de choque como una parodia de música de fondo increíblemente aterradora, como una retorcida parodia a los cantos musicales de pájaros de un bosque real, cierro la entrada y me tumbo en mi espacio seguro mientras espero a que todo pase y deje de dar tanto miedo.

Mientras espero a que todo pase me pongo a juguetear con la magia de tierra, haciendo tallas de serpientes aquí y allá hasta que se me ocurre probar una cosa con la habilidad [Aether Poderoso], siguiendo las instrucciones gravadas en mi cerebro por este invasivo sistema de juego que gobierna esta realidad totalmente jodida. Extraigo Aether desde su fuente, mi piedra de sangre y lo dirijo hasta mi boca, ahí empiezo a darle forma, compactándolo todo lo que puedo antes de atraer mas y repetir el proceso.

Como si doblara un papel una y otra vez, una bola de energía furiosa toma forma, extraigo y comprimo, el proceso se repite hasta que no puedo hacerlo más, como si hubiese chocado contra una pared invisible. La furiosa bola de energía gira y gira dentro de mi sin querer detenerse, es como un destello azul en mi mente. Un destello azul que parece rugir con vida propia.

Esto no me gusta. Estoy empezando a pensar que tal vez jugar con esto en un lugar cerrado no ha sido buena idea, más aún cuando recuerdo que esto fue capaz de transformar un aliento de fuego ya aterrador en algo incluso peor.

En pánico utilizo la habilidad de [Manipulación de Aether] para intentar deshacer la bola de energía comprimida. Pero resulta que intentar deshacer algo al mismo tiempo que lo mantienes quieto y contenido en un lugar es muy difícil. Estúpidamente Difícil.

Sudo de forma metafórica mientras intento por todas las formas posibles deshacer la maldita cosa mientras la mantengo firme en un agarre mental. Mi cerebro se siente como si estuviese en una pelea de boxeo, y fuese el saco de entrenamiento.

Lentamente lo logro, arrancando hilos de poder, casi como intentar deshacer un ovillo de lana, solo que el ovillo es en realidad una bola de energía comprimida y compactada que realmente no quiero saber si puede explotar o no.

Para el momento en el que lo logro mi cerebro se siente como si fuese a partirse en dos y luego derretirse en barro rosado. Por el dios serpiente, eso ha sido complicado. No ha gastado realmente mucha magia, pero me siento como si me hubiese visto tres series a la vez y mi cerebro estuviese intentando entenderlo todo al mismo tiempo.

Ahh, dios como duele. Nota mental, no volver a hacer esto nunca más, es horrible.

[Manipulación de Aether ha subido a Nv10]

[Subida de rango, Modelado de Aether-Desbloqueado]

El ojo de mi mente capta las palabras escasos segundos antes de que el suave goteo de información nueva aparezca en mi mente, por muy aterrador e invasivo que me siga pareciendo que este extraño sistema me meta cosas en la cabeza. He de admitir que ahora mismo aprecio la sensación refrescante del goteo.

Con cada segundo que pasa mi cerebro absorbe la nueva información, mostrándome nuevos caminos y formas para hacer las cosas. Formas que nunca habría imaginado.

Algunas de ellas definitivamente me habrían venido bien hace algunos minutos con el problemilla de la bola de energía de la perdición que tenía atascada en la garganta.

Cuando el goteo cesa, mi cabeza vuelve al estado adolorido de antes, casi puedo notar a mi cerebro latiendo de dolor. Creo que dormiré un poco, a ver si así se me pasa, con suerte cuando me despierte lo que sea que esté pasando ahí arriba habrá parado.

Me encojo en mi camara zapatera y me relajo en el suelo de piedra mientras espero a que mi conciencia flote hacia la nada del sueño.

...

...abgh, despierto, estoy despierto. Hmmmmm...esa ha sido una buena siesta. Me estiro y entro momentáneamente en pánico hasta que recuerdo una vez más mi falta de brazos y piernas. O alguna extremidad de cualquier tipo que no sea la cola al final de mi cuerpo.

Después de superar el pánico inicial y comprobar que no hay indicios de algo excavando en la tierra para abrirse paso hasta mí y comerme, decido abrir la entrada y comprobar las metafóricas aguas de muerte y caos asesino que es el mundo fuera de mi pequeño santuario de seguridad en este horrible lugar.

Abro la entrada y entro en modo periscopio mientras observo el lugar, por suerte para mi parece que la carnicería ha cesado...en cierto grado. El olor a sangre y muerte aún está en el aire, pero los rugidos de guerra suenan más lejanos, siguen siendo potentes, pero parece que están ocurriendo más lejos que antes. O la guerra civil ha parado o se han movido de sitio, o tal vez esté ocurriendo otra guerra civil en otro lado, no lo sé.

Aun así, por precaución espero durante un par de minutos antes de decidirme a salir completamente de mi escondite. Me deslizo incomodo hasta un árbol y de ahí empiezo a pensar hacia donde voy a ir. Veamos...cuando me metí estoy seguro que esa planta estaba detrás de mí, la posición del agujero parece confirmar eso.

Sí, creo que iré hacia allí.

Con la dirección retomada vuelo a mi serpenteo sigiloso y silencioso para no revelarme ante las aberrantes monstruosidades de este lugar.

Vida de una Serpiente Vol.1 Miedo y HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora