Capítulo 94 Ojos en la oscuridad

102 25 9
                                    

...sabéis, tengo miedo de que todo este aislamiento y constante miedo por mi vida este empezando a afectarme un poco, solo un poquiiito de nada...tal vez un poco bastante...

No, no, deja de pensar en eso, no puedo pensar en esas cosas, si lo hago la crisis existencial se acercará más, y aun no puedo permitirme que me alcance. Cuando llegue a la tierra prometida, ya podre tener todas las crisis existenciales habidas y por haber, pero ahora no.

Ahora necesito concentrarme, enfocarme en este trabajo tan delicado. Vuelvo a enfocar mi atención en cavar el túnel, mientras aparto toda la piedra a mi alrededor y la reubico encima de mí para engrosar el techo, me doy cuenta de algo.

No sé qué tan ancho es el túnel.

La última vez que estuve aquí la niebla no me permitió ver a penas nada, luego aparecieron esos demonios en forma de cangrejo y todo se fue por la borda del SS pánico.

Quiero decir, en mi defensa, no se veía una mierda y estaba intentando que no me comieran, a mi parecer esa es una justificación más que razonable. Pero la cuestión es, ¿ahora qué hago?

Mi cerebro da vueltas en pánico, y lado humano le sigue el ritmo con una buena dosis de gritos de pánico. Los engranajes en mi cabeza giran mientras la ansiedad crece a su mismo ritmo.

¿Qué hago ahora?

¿Cómo soluciono esto?

Mi cabeza da vueltas mientras intento pensar en alguna forma de salir de esta situación. En un pánico absoluto, el lado humano da vueltas en círculos, intentando encontrar una solución, incluso instinto se une y propone ideas con su cruda sabiduría.

Y así, mientras pienso, el tiempo pasa.

Después de la serpiente en el cielo sepa cuanto tiempo pensado, llego a una conclusión. Una horrible conclusión, una conclusión terriblemente mortal.

Una conclusión que había aparecido como un destello fugaz de peligro en mi mente y que había descartado, porque no quería hacerlo, porque tengo miedo. Porque hacerlo da miedo.

...pero creo que no me queda más opción, voy...voy a tener que sacar la cabeza e intentar vislumbrar y adivinar cuanto me queda hasta llegar a la pared...no, no, y una mierda, me niego, tiene que haber alguna otra opción.

Me tomo un momento para descansar y calmarme practicando algunas cosas con la magia, para distraerme, para intentar estar más fresco mentalmente.

Piensa, ¿[Sentido de Aether]?...no, la última vez que lo intente con la niebla brillaba tanto que me cegó. Fue como intentar ver directamente al sol, fue horrible. Y solo puedo imaginar que la cantidad de aether de la niebla fría y siniestra solo ha aumentado desde aquel intento.

Si hago eso y me ciego, no podre hacer absolutamente nada si uno de esos cangrejos gigantes aparece y pone sus pinzas en mi cuello escamoso. No puedo hacer nada con eso.

¿La [Manipulación Externa]?...no, ¿de que serviría?, ¿qué se supone que podría hacer eso con la niebla?

¿Tengo alguna magia que pueda funcionar?...no, no veo como la tierra seria útil para intentar ver a través de la niebla y no sé qué tan bueno sería vomitar fuego en medio de toda esa oscuridad llena de monstruos hambrientos.

Si lo hago, bien podría estar diciéndoles donde estoy y a qué hora se sirve la comida. La comida obviamente soy yo, por cierto.

Le doy vueltas y vueltas a todo, pienso y pienso hasta que me duele la cabeza, pero no importa cuánto piense, no importa cuánto mi mente parpadee de un lugar a otro en busca de otra solución, de otra forma de hacer esto.

Vida de una Serpiente Vol.1 Miedo y HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora