Capítulo 79 Había una vez una Salamandra

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Una. Salamandra.

No he visto una de estas desde la que fue abducida por los murciélagos aquella vez, poco después de mi nacimiento. Se siente como si hubiese pasado una eternidad desde aquello, pero estoy bastante seguro de que, cronológicamente hablando, no ha pasado tanto.

Pero la cuestión se mantiene. Una salamandra. Una salamandra gigante, mucho más grande que la que vi por primera vez.

Esta es incluso más extraña que la anterior, tiene doble cola al igual que la anterior, pero, también tiene dos cabezas...si, no lo has entendido mal. DOS. CABEZAS.

D.O.S, C.A.B.E.Z.A.S

Dos malditas cabezas, y como no, tenía que tener ojos secundarios en las dos malditas cabezas, cuatro en cada cabeza, para un total de ocho ojos. Eso no es para naaaaaaada siniestro, noooo, en absoluuuto...

No sé si estáis captando el sarcasmo, es difícil, lo sé, así que lo aclarare por si acaso. Es malditamente siniestro. Muy, muy jodidamente siniestro.

¿Qué pasa con las salamandras y tener partes del cuerpo repetidas?, eso no puede ser normal, no hay forma de que sea normal. No hay forma de que eso sea sano.

En la tierra eso no era normal, y aunque podría equivocarme, estoy bastante seguro de que esto tampoco es normal aquí, no he visto a ninguna otra monstruosidad con cabezas y colas extra a parte de las salamandras.

¿Es por alguna enfermedad o algo así?, ¿están enfermas?, ¿irradiadas?, ¿existe la radiación aquí?. Todas esas son preguntas sabias y que definitivamente merecen respuesta, pero hay una que sobresale por encima de todas ellas.

¿Qué hace esta salamandra aquí?

Hasta donde sé y vi, no había salamandras en aquel bosque oscuro y retorcido, solo muchos insectos monstruosos, horrores gigantes nadando en las sombras y plantas carnívoras que serían la pesadilla de cualquier botánico.

Muuucha mierda escalofriante. Pero ni una sola salamandra ahí. Entonces, esta debe ser de más arriba, de mi lugar de nacimiento o puede que incluso más arriba incluso, quien sabe.

Fijándome bien en sus ocho ojos dorados y profundos, puedo ver poder, sabiduría, un entendimiento mas allá de lo normal. Oh, ya puedo ver su trasfondo, testigo de los horrores del fuego que se originó en la caverna de mi nacimiento hace ya algún tiempo, testigo de las llamas que se expandieron por la caverna y los túneles cercanos.

Él y sus hermanos salamandra huyendo de las crepitantes llamas de la muerte, varios de ellos cayendo, muertos y carbonizados a sus pies húmedos y resbaladizos de salamandra. Los últimos suspiros de sus parientes resonando en...lo que sea que tengan las salamandras para escuchar, "vénganos, oh gran hermano Salamandra"

Y así, con el último suspiro de sus hermanos, la salamandra inicio su travesía de venganza. Viajando más allá de los montones de ceniza y piedra ennegrecida por las llamas, mas allá de los túneles que una vez conoció. Profundizando cada vez más y más.

Viajando a través de ese bosque horrible de pesadillas y arboles retorcidos, a través de esa caverna ancestral e infinita, llena de horrores de muchos dientes y patas, de insectos y arácnidos, de gigantes que nadan en un cielo falso y horrible, como una mancha de petróleo en el cielo, de plantas aterradoras y siniestras que ansían devorar.

Viajando más allá de donde cualquier salamandra ha puesto en pie antes, moviéndose entre plantas y túneles siniestros, todo infectado por monstruos y muerte. Hasta llegar aquí. Todo para llegar aquí.

Si. Claramente ha tenido que ser así, no hay otra explicación posible.

Y ahora, con sus ocho ojos prácticamente ardiendo como velas en la oscuridad, la salamandra mira con odio a su enemigo jurado, el creador del profano incendio que le arrebato la vida a sus hermanos tan cruel mente, que incinero su hogar y todo lo que alguna vez había conocido.

Vida de una Serpiente Vol.1 Miedo y HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora