Capítulo 103 El Peligro Vive en la Oscuridad

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Ufff...*Bleeegghh*

Urgh...uahahhh...*Bleeeeeeeeegghh*

Resuello, derrumbado en un fideo escamoso e inerte, mi consciencia al borde de caer por el abismo. Honestamente, me sorprende que no esté inconsciente en este momento. Todo mi cuerpo duele, todo. Si tuviera parpados, hasta ellos me dolerían. Me duele y cuesta respirar, mis pulmones se sienten como si se estuvieran asando, mis músculos bien podrían estar para retirarse a un geriátrico, no creo que pueda moverme, estoy medio bañado en mi propio vómito, cegado y estoy prácticamente sin magia.

Estoy muerto en vida.

Pero estoy vivo. VIVO.

¡¡¡MALDITAMENTE VIVO!!!

¡¡¡¡MALDITA Y JODIDAMENTE VIVO!!!!

Tengo ganas de llorar, gritar, de reír incluso. Pero no puedo, no soy físicamente capaz de llorar, y de mi boca no salen ni gritos ni risas, solo siseos carrasposos, gastados y medio agonizantes. Pero nada me va a detener de intentarlo y de llorar en mi alma.

HHHIIIIIiiiissssssss—siseo lastimeramente lo que en el idioma de las serpientes es un: ¡ESTOY VIVO! Gritado a los cuatro vientos...más o menos, puede que en este momento me fallen un poco algunas consonantes, pero eso da igual.

¡ESTOY VIVO!

Nunca me he sentido tan orgulloso de estar vivo como ahora, tan-tan solo...nunca pensé en lo contento que puede estar uno de estar vivo. Claro, estar atrapado en un infierno helado de oscuridad, miedo, hambre y lleno de cosas horribles con demasiadas patas, dientes y...bueno, demasiado de todo es malditamente horrible, aterrador y para qué negarlo, ciertamente deprimente.

Pero a la mierda todo eso, ¡estoy vivoooo!, y nunca he estado me...mej...mejor.

Ught...

*Bleeeeeegth*

Sin la amenaza inmediata de muerte a manos de alguna cosa horrible y alienígena, la adrenalina está desapareciendo de mi sistema, y el verdadero dolor y cansancio de todo me golpea como si fuese un camión cisterna con el cargamento lleno.

El vómito vuelve a surgir desde lo más profundo de mi garganta y no tengo forma de frenarlo. Derramo todo mi contenido estomacal en el suelo con un audible chapoteo y me quedo inerte en el frio suelo, cubierto de vomito.

Dios...estar vivo nunca se ha sentido tan bien y tan mal al mismo tiempo, me siento horrible. Esto ha sido una experiencia traumática que absoluta y jodidamente NO quiero repetir en ningún otro momento de mi vida.

Como en, nunca más.

Pelear es horrible, absolutamente horrible, duele y da miedo, mucho, mucho miedo, es aterrador, simple y absolutamente aterrador.

Malditamente horrible.

Creo que ya entendéis mi punto, no voy a volver a hacerlo.

No recuerdo si os lo comenté antes, seguramente sí, pero nunca fui del tipo que se mete en peleas. Diablos, puedo jurar con un margen de error mínimo que nunca me he metido en una pelea seria en toda mi vida.

Como mucho algún rifirrafe entre primos cuando era pequeño y poco más, ya sabes, la típica discusión tonta entre niños pequeños que al final nunca llega a nada.

Puedo decir, que obviando tal vez el incidente aquel con la flor falsa en la que casi me comen e instinto vomito fuego que acabo matando a esa cosa, esta ha sido mi primera pelea real como tal.

Y maldita sea que no quiero volver a repetirla.

0/5 estrellas, no se lo recomendaría a nadie. Especialmente si ese alguien no tiene ni brazos ni piernas.

Vida de una Serpiente Vol.1 Miedo y HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora