Capítulo 110 Come piedras

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Mientras me deslizo por el suelo frio y l niebla oscura, puedo capar pequeños destellos carmesí aquí y allá, a lo lejos.

¿Aún quedan cosas de esas?, pensé que algo ya había venido y llevado todo. Pero en realidad aun quedan...quedan muchas de hecho.

Cuando mas me concentro, mas puedo notar pequeños brillos carmesí desperdigados por la niebla. Espera, ¿no hay demasiados?, quiero decir, pensé que algo ya había tropezado por aquí, detectado las piedras y atiborrado con ellas hasta su máximo.

Así que, ¿por qué hay tantas?

Intento oler el aire, buscando algún rastro o indicio de olor a monstruo. Pero todo lo que me llega a la lengua es el olor de la ceniza y restos quemados.

Tal vez...ya que quedan tantas podría...

"Refuerza"—ronronea el instinto mientras observo uno de los brillos carmesí a lo lejos. Hay hambre en su tono.

Me siento tentado. Si absorbo un montón de estas cosas podre tener aún más magia que antes, más magia equivale a poder salir de aquí más rápido.

Y para eso voy a necesitar toda la magia que pueda obtener. Hasta el último gramo de ello. Pero...estoy tan malditamente cansado, la curación no puede curar el cansancio, estoy hecho trizas física y mentalmente, lo único que quiero es encontrar mi agujero, tapar toda esta estupidez y pasar dos días enteros durmiendo.

Instinto me susurra en la cabeza, sobre como necesito las piedras si quiero sobrevivir, sobre como tengo que consumirlas en cada ocasión que tenga. Y tiene razón, el haber sobrevivido a todo esto no ha sido más que un milagro divino de la serpiente en el cielo.

Y si por lo que sea vuelve a pasar, no sé si podre sobrevivir de nuevo con solo puro favor divino. Con más de aether, podre cavar un poco más lejos, alejarme del peligro un poco más, asegurar que mi vida no acabe al ser devorado por mandíbulas o fauces aterradoras de pesadilla.

Sintiéndome aun como la mierda y con el silencio y el sigilo activados, serpenteo hasta la gema carmesí más cercana. Tomare las que pueda mientras busco el agujero del que salí.

Me acerco hasta la gema que he localizado y el mensaje vuelve a saltar en mi mente, la absorbo. Centro mi vista y encuentro más y más con cada segundo, mi corazón se enciende con una codicia que no sentía desde el incidente con los cadáveres aplastados.

Una codicia fruto del deseo de escapar de aquí, de huir lo más lejos posible de este infierno horrible y alcanzar la tierra prometida. Un lugar donde el sol brilla en el cielo azul, donde los pájaros cantan y vuelan, donde no hay horrores sobrenaturales acechando en las sombras y las grietas entre la piedra.

Un paraíso de sol y calor que contrasta con la oscuridad y frio de este agujero maldito. Este horrible lugar de paredes de piedra infinitas y cielos falsos donde cosas horribles y antinaturales habitan. Donde pesadillas nacen y mueren mientras se devoran entre si ante el poder que los gobierna.

La muerte.

"Refuerza"—ronronea una vez más el instinto, alimentando esa llama de codicia en mi corazón.

Me muevo lo más rápido que el sigilo y mi cansado cuerpo me permiten hasta la siguiente gema mientras sigo buscando mi agujero en la oscuridad. Sé que necesito encontrar la forma de volver antes de que algo decida pasearse por aquí, no estoy mentalmente ni físicamente preparado para otra experiencia como la anterior.

Ni tampoco la quiero.

Pero necesito las piedras. Mas magia pude hacer la diferencia en la excavación, puede permitirme escapar de aquí más rápido, alcanzar mi meta, la tierra prometida, escapar. Así que por más cansado que este, por más destrozado que me sienta, por más asustado y paranoico que me encuentre, he de hacerlo.

Sigo buscando mi agujero mientras me deslizo de piedra en piedra. Dos se convierten en cuatro, cuatro en ocho, ocho en dieciséis. Con cada piedra, noto como mi reserva crece un poco más cada vez.

Después de las veinte piedras dejo de contar mientras absorbo todas las que me encuentro, hasta que unas palabras saltan en el ojo de mi mente.

[Piedra de Sangre Maximizada, has alcanzado el máximo de piedras de sangre que puedes absorber para tu nivel de evolución.]

Reviso mi reserva y definitivamente ha habido un gran avance, como, realmente grande. No se cuanto porque no hay forma de que pueda medirlo realmente, ¿tal vez cerca de un cincuenta porciento mas que antes o algo así?

No estoy seguro, solo sé que realmente ha aumentado con esto. Toda esta magia definitivamente ayudara en la misión de salir de este maldito lugar.

La codicia en mi corazón se apaga finalmente y continuo mi deslizante camino en búsqueda de mi agujero original cuando de repente se enciende una vez más cuando un pensamiento salvaje cruza por mi mente.

¿Y si me llevo algunas para tenerlas listas cuando pueda volver a absorberlas?

El pensamiento cruza tan rápido que apenas y puedo registrarlo como mi propio y me quedo congelado durante un momento. Antes de agarrarlo y lanzar ese pensamiento al abismo mental de donde salió.

No, no, no,no.

Absoluta y jodidamente no, en primer lugar, no tengo manos para cargarlos ni nada, y aunque los tuviese, sería estúpido tenerlas ocupadas para eso. Eso solo dejaría mi boca, la cual necesito para vomitar fuego si algo se me acerca demasiado, así que eso es un gran NO.

Absoluta y jodidamente no. Descartado, desechado y quemado hasta las cenizas. No estoy haciendo eso, demasiados riesgos de muerte segura. No vale la pena el riesgo.

Continuo mi deslizamiento ciego en la oscuridad en busca del agujero que me llevara a mi línea de túneles, intentado ignorar los casuales destellos carmesí en la niebla. Con cada destello el pensamiento resurge de las profundidades de mi mente y me veo obligado a empujarlo al abismo del que surgió cada vez.

No puedo hacerlo, necesito mi boca libre para vomitar fuego si algo se me acerca demasiado, y no puedo hacer eso si tengo una piedra enterrada en mis cachetes...¿las serpientes tienen cachetes?

Lo que sea, mi punto se entiende y se mantiene, necesito la boca libre para repartir defensa flamígera y ardiente ante cualquier cosa asesina que acerque demasiado su fea cara a mi cara escamosa. No puedo hacer eso con una piedra atascada en la garganta.

Mientras me deslizo en la oscuridad, noto un destello rojo más, pero este es...diferente. Más profundo.

Instinto empieza a presionar para que me acerque hacia el brillo en la oscura niebla, susurrándome, instándome a acercarme más y más. No me gusta cuando instinto hace eso, me pone las escamas de punta, es demasiado siniestro.

De forma reluctante acato las sugerencias susurradas de instinto y me deslizo hacia el brillo carmesí en la niebla oscura, cuando finalmente llego, asomando entre una montaña increíblemente grande de ceniza, hay una piedra de sangre, una muy, muy grande.

Al verla, el pensamiento resurge y la codicia se enciende una vez más en mi corazón.

...mierda.  

Vida de una Serpiente Vol.1 Miedo y HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora