Capítulo 7 Un Hongo Casi me Mata

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Serpenteo con cuidado hasta el pilar resplandeciente donde alguna vez estuvo una salamandra, visto de cerca, el pilar es extraño e imponente, hecho de roca maciza que se eleva hacia lo alto, brilla con lo que ahora sé que es luz azul y amarilla por los hongos. Estos son carnosos, de color azul en la superficie con motas amarillas repartidas por sus partes carnosas, el tronco o como sea que realmente se llame la parte que lo conecta a la piedra es amarillo brillante y la parte donde supongo que están las esporas es también de color amarillo, pero de una tonalidad más apagada.

Miro por el pilar, revisando y escudriñando hasta que encuentro una seta cerca de la base, lo muerdo por la parte gruesa y con mi pequeño cuerpo de serpiente tiro de él. La operación tarda varios angustiosos minutos antes de que finalmente la seta brillante de aspecto mágico ceda y se desprenda del pilar.

Con mi premio finalmente en mis man...mandíbulas, si, mandíbulas, me deslizo hasta mi agujero en el suelo, una vez en la seguridad de mi zona anti-muerte inspecciono el hongo. Es uno pequeño...pero aun así sigue siendo grande para estándares de serpiente recién nacida...por ahora intentemos comernos solo un pedazo de él.

Muerdo el hongo e intento tirar de él, pero no funciona, supongo que las serpientes realmente no están hechas para morder, así que cambio de táctica. Empiezo a hacer la croqueta con mis pequeños dientes de serpiente aun aferrados al hongo.

Como si fuera un cocodrilo sin brazos, piernas ni mandíbulas fuertes y dientes grandes, doy vueltas sobre mí mismo en un intento.

Las vueltas se prolongan durante diez minutos completos (con una parada cada pocos minutos para recuperarme), hasta que finalmente se parte un pedazo del hongo.

Ufff...dios, eso ha sido...ufff...difícil...uff...realmente difícil...pero al final aquí esta, un pedazo de hongo del tamaño de un bocado (para estándares de serpiente recién nacida).

Después de considerarlo por un momento, decido asarlo un poco con [Aliento de fuego], cuando la llama se desvanece como si fuera una vela a la que han soplado con fuerza, un pedazo de hongo con una capa tostada de aspecto crujiente es lo que queda.

Perfecto.

Buen provecho a mí mismo.

Agarro el pedacito ligeramente cocinado de seta con mi boca y después de algunas dificultades relacionadas a aprender a comer sin manos y sin poder masticar me lo trago de la mejor manera que puedo, noto como desciende por mi garganta hasta caer a mi estómago y asentarse.

Hmm, pues en realidad no esta tan mal, tiene un toque churruscado y sabe a-

¡¡DUELEEEEE!!

Me derrumbo en el suelo convulsionando mientras mi cuerpo duele, todo duele, ¡¡¡dueleeeeee!!!

Me estoy muriendo, definitivamente me estoy muriendo, lenta y dolorosamente me estoy muriendo. Ahora parece estúpidamente obvio por qué ninguna de las cosas de por aquí comen hongos.

Son venenosos.

Me lanzo [Curación débil] en un intento desesperado por sobrevivir. Mi cuerpo brilla con luz blanca, el dolor para de repente y las convulsiones cesan.

...he, heh, lo he conseguido, he sobre-oh, no, oh no, el dolor ha vuelto.

Como una ola, retrocedió y ahora ha vuelto con el doble de fuerza, mi cuerpo vuelve a sufrir espasmos mientras todo duele. Segunda ronda, [Curación débil].

...oh, sí, mucho mejor, el dolor se ha ido...creo...creo que-no, no, sigue ahí, el veneno sigue ahí.

Lanzo una tercera vez la curación y las cosas mejoran durante un corto tiempo, pero el veneno vuelve.

Vida de una Serpiente Vol.1 Miedo y HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora