Capítulo ventiocho

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Seokjin volvió después de una semana fuera, regresó como si nada malo hubiera pasado.

Como si no hubiera recaído en esos días que estuvo a fuera.

— No voy a volver a soportar que lo arruines todo otra vez. — dijo molesto.

— ¿Por qué? — lo miró exhausto. — ¿No quieres lidiar con otro muerto más? — suspiró. — Vamos, sé honesto conmigo, ¿qué es lo que realmente te preocupa, eh?

Dongseok lo miró frunciendo el ceño.

— ¿Realmente te preocupas por mi o te preocupa que manche tu imagen? Aceptémoslo, la vez pasada no me ayudaste porque quisieras protegerme a mi, lo hiciste para proteger tu maldito trasero. — dijo señalándolo con su dedo en el pecho ajeno.

— Entonces, lárgate de aquí, porque por lo visto no necesitas mi ayuda.

Seokjin lo miró.

— El día del evento Min Yoongi se me acercó, creo que el infierno va a empezar, así que prepárate. — se dio la vuelta y se fue.

Dongseok apretó el puño y golpeó la mesa.

Byeol caminaba de un lado al otro mientras bebía un poco de whisky.

— Taehyung, te juro que ese imbécil entra a la casa y me inyecta cosas. — dijo temblando. — Quiere volverme loca. — se detuvo y lo miró. — ¿Y si es veneno? Yo creo que me esta matando de a poco.

— Mamá, relájate. — la observó. — Si quisiera matarte ya lo hubiera hecho.

— Tienes que matarlo, antes de que nos mate a nosotros.

— Primero debo encontrar a Seokjin, estoy empezando a creer que Hoseok lo mató.

— ¿Ves? Estoy segura que la siguiente soy yo. — dijo exasperada.

Hoseok había ido a ver a Jungkook, este último lo había invitado a salir, pero antes de verse quería pasar a ver al Sr. Jeon.

— ¿Qué te trae por aquí?

— Saldré con Jungkook, pero antes quise venir a ver si ya tenia lo que le pedí.

— ¿La foto de tu madre?

Hoseok asintió.

Deoksu sacó la foto y se la dio.

Hoseok agarró la foto y la observó, todo su cuerpo se debilitó al ver a su mamá tan joven y llena de vida, era hermosa y tenia una sonrisa radiante, y a su cabeza llegaron imágenes de la última vez que la vio, la diferencia era abismal.

Parecía que eran dos personas diferentes, odiaba que la última vez que la vio fue en ese hospital luchando por su vida.

Hoseok cerró los ojos y se recordó una y otra vez su venganza. No podía demostrar debilidad, así que volvió a su máscara de siempre.

— Gracias.

Deoksu lo observó y carraspeó.

— ¿Tu tienes a Seokjin?

Hoseok lo miró entrecerrando los ojos.

— ¿No cree que su pregunta ha sido muy imprudente? Claro, lo olvidaba, esa pregunta solo me la hace a mi o a mis amigos, porque somos ex convictos. — se rió con falsedad. — Es gracioso que todo mundo me pregunte a mi, ¿por qué querría yo hacerle daño?

— La gente habla sobre una venganza que tienes.

— Ustedes no han hecho nada ¿o si? — se acercó más a él. — Mi venganza es solo para quienes lastimaron a mi mamá y a mi, así que si no hizo nada, no tiene porqué temer. — sonrió.

— ¿Tu venganza iría solo a tu padre si estuviera vivo? — dijo aflojando su corbata sintiendo que se asfixiaba.

— ¿Qué dijo? ¿Mi padre podría estar vivo? — su semblante cambió completamente e iba acercarse, pero la puerta fue abierta por Jungkook interrumpiéndolos.

— ¡Hobi, no sabía que estabas aquí! — dijo con sorpresa y sonrió. — ¿Pasa algo?

— No, solo vino por una foto de su madre.

Hoseok miró al hombre, no podía quitarse de la cabeza la idea de que su padre viviera.

¿Las cosas cambiaban si aquel hombre vivía? Posiblemente lo único que cambiaría es que su odio se volvería más grande, pues habría ido a la cárcel en vano, y nuevamente le habrían hecho vivir una pesadilla.

Hoseok se quedó con eso rondando su cabeza.

Jungkook lo observó detenidamente tratando de entender lo que pensaba.

— ¿Qué pasa? Estas muy callado.

— Es solo que es cansado que todos crean que yo le hice algo a Kim Seokjin. — lo miró. — ¿Tu también crees que yo le hice algo? — entrecerró los ojos.

— No, yo creo que la gente te está prejuzgando sin conocerte. — acarició su cabeza. — Creo que serias incapaz de hacerle algo a alguien.

Hoseok lo observó fascinado de su incredulidad y sonrió de lado.

— ¿Qué? ¿Acaso ya te enamoraste de mi?

— Jungkook, el que se enamore pierde. — le dio unas palmadas en la mejilla y se acercó a su oído. — Y creo que tu ya perdiste. — susurró.

Jungkook se rió.

— No te preocupes por Seokjin, ya volvió y esta bien.

Hoseok escuchó con atención y asintió.

— Tuvo problemas con su padre, así que se quedara conmigo.

— Puede quedarse en la mía, ahí hay muchos cuartos vacíos.

— Le voy a comentar, gracias. — sonrió.

Seokjin y Jimin comían en un restaurante.

— ¿Dónde carajos estuviste metido todo este tiempo? Todos te buscamos como locos, incluso decían que los ex convictos te habían hecho algo.

— Estoy bien, solo me tomé un respiro de todo esto.

— Vaya forma de hacerlo.

Seokjin encogió los hombros y suspiró.

— Creo que esto se va poner muy feo.

— ¿Por qué?

— Min Yoongi se acercó a mi en aquella reunión.

— Namjoon también se acercó a mi. — se quedó pensativo. — Y también vi a Jungkook con Hoseok.

— Ten cuidado con ellos.

— Veamos que pasa. — suspiró.

La élite estaba sintiendo la tensión de la presencia de Hoseok y los demás chicos ahí, los nervios de todos estaban a todo lo que da.

𝙀𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora