𝙀𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨.

Capítulo veintiseis

Seokjin comenzó a respirar de manera errática mientras lágrimas caían sin parar de sus ojos.

La noticia de que había asesinado a alguien lo tenía muy destrozado y paranoico, pues quienes lo conocían de cerca sabían de su poca estabilidad emocional y de lo fácil que era desestabilizarlo.

Hoseok lo observaba desde lejos, le parecía bastante patético, sonrió de lado y se acercó a él.

— ¿Estás bien?

— Lárgate… — susurró sin vida.

— Bueno, no te vendría mal un trago, así que dejo esto aquí por si quieres. — dejó la copa y la botella que llevaba en sus manos. — Disfrútalo. — se fue dejándolo solo.

Seokjin giró su cabeza mirando lo que sabía que podía calmarlo.

Jungkook chocó con Hoseok que regresaba a donde estaban todos.

— Fíjate por donde caminas. — dijo molesto.

— Discúlpame. — se rió. — ¿Jung Hoseok, cierto?

Hoseok lo observó de pies a cabeza levantando una ceja y asintió.

— ¿Eres el heredero Jeon, no?

Jungkook se rió de forma irónica.

— Prefiero que me llamen Jungkook. — lo miró de manera fija tratando de descifrarlo.

— Mucho gusto. — sonrió con falsedad.

Jungkook se rió al notarlo.

— Relájate, tu y yo no somos enemigos. — le guiñó el ojo coqueto.

— Bien, entonces invítame un trago.

— Perfecto, solo que estoy buscando a Seokjin… — dijo tratando de ver hacia afuera por encima del hombro de Hoseok.

— Tómalo o déjalo, no voy a estarte rogando, y mucho menos esperándote. — dijo acaparando todo el campo visual del más alto, prohibiéndole ver más allá de él.

Jungkook asintió siguiéndolo, dejando de lado su búsqueda por Seokjin.

Ambos tomaron unas copas de vino.

— Brindemos. — acercando su copa al chico frente a él.

— ¿Por qué? — lo miró curioso.

— Por el inicio de una nueva amistad. — sonrió coqueto y le guiñó el ojo.

— Si tu lo dices. — se rió y chocaron sus copas brindando.

— Hoy iremos a un bar, ¿te gustaría ir?

— ¿Quiénes irán? — lo miró.

— Jimin, Seokjin, Taehyung y yo.

— Bien, también iremos.

— ¿Tú y quién más?

— Beomgyu, Namjoon y Yoongi. Obviamente si ellos no van, yo tampoco. — sonrió falsamente.

Jungkook asintió.

— No creo que les moleste.

— Y aunque lo hiciera, no les estoy pidiendo permiso para ir. Nosotros podemos ir a cualquier lado.

— Tranquilo, no tienes que estar a la defensiva todo el tiempo. — levantó las manos en señal de rendición.

— ¿Crees? Porque yo sigo sintiendo las miradas de todos sobre mi y mis amigos, es obvio que a nuestras espaldas deben estar destruyéndonos con sus palabras.

— La gente no los conoce, pero se van a acostumbrar. — sonrió de lado.

— Si, lo harán. — dijo observando a su alrededor.

Yoongi se había sentado molesto a lado de Namjoon.

— ¿Qué tienes? ¿Lograste hablar con Seokjin? — lo observó.

— Es un idiota. — dijo cruzándose de brazos.

Namjoon lo miró y se rió.

— Quédate con Beomgyu, voy a ir a hablar con Jimin y su padre. — se levantó y se dirigió a los Park.

Sangwoo lo miró y se puso a la defensiva.

— Buenas tardes. — dijo de forma cortés.

Jimin lo miró y sonrió un poco.

— Veo que no me recuerdan. — analizó las acciones de Sangwoo. — Solía trabajar para ustedes en las finanzas, pero hice algo que no les pareció y me degradaron a chófer.

Sangwoo tosió.

— Te equivocas, nunca tra…

— ¿Kim Namjoon, eres tu? — dijo con una pequeña sonrisa formándose en sus labios

Namjoon lo miró con grandes y brillantes ojos.

— Si, soy yo. — sonrió.

Namjoon había trabajado para todas las familias de la élite, pero por un buen tiempo se dedicó a ser la mano derecha de Sangwoo. Fue así hasta que Namjoon cometió el error de enamorarse de Park Jimin, había sido lo suficientemente tonto como para poner sus ojos en el heredero de los Park.

Fue tan tonto, que creyó que por ser la mano derecha del Sr. Park lo dejarían siquiera tutear al hijo de su jefe, pero en cuanto el hombre se dio cuenta hizo hasta lo imposible por deshacerse de él. Intentó matarlo cuando lo degradó a chofer, pero fue inútil, así que lo encerró creyendo que nunca saldría, pero ahora lo tenía frente a él sonriéndole descaradamente a su hijo.

Namjoon había cometido muchos crímenes por los cuales encerrarlo, pero la razón por la que lo metieron a la cárcel había sido por robo, y si algo tenía el hombre es que le era leal a sus jefes y odió que tacharan su nombre de esa forma, además que quería ser feliz con Jimin.

Un estruendoso ruido se escuchó en el patio haciendo a todos sorprenderse, miraron hacia la puerta esperando saber la razón del ruido.

Entró por la puerta un guardia corriendo alterado.

— El joven Seokjin se fue y chocó algunos autos mientras trataba de salir del patio. — bajó la mirada. — Creen que tuvo una recaída.

Hoseok observó con una sonrisa de lado, volteó a ver a Jungkook que se veía bastante afectado con la noticia.

— ¿Qué pasa, Seokjin esta enfermo? — lo miró fingiendo preocupación.

Jungkook lo miró y asintió.

— Tiene problemas con las drogas y el alcohol, pero llevaba nueve años sobrio. — suspiró bajando la mirada. — No entiendo que lo llevó a esto.

— Ahora que lo dices, yo lo vi con una botella y una copa en el patio, pero no tenía idea de esto sino habría hecho algo para detenerlo.

Jungkook lo miró y sonrió.

Hoseok sonrió tomando su mano.

Taehyung los observaba desde lejos apretando sus puños, importándole poco y nada lo que sucedía con Seokjin, en esos momentos solo podía pensar en la forma en la que se sonreían Jungkook y Hoseok.