Capítulo siete

172 36 7
                                    

Hoseok estaba en su cuarto feliz pensando en aquel chico que traía alegría a su vida, no podía borrar la gran sonrisa que tenía en su rostro.

Después de un rato estaba en el comedor con Byeol y su padre, estaban comiendo en completo silencio.

Hoseok sentía la penetrante mirada de Byeol sobre el, pero decidió ignorarla.

— Amorcito, tengo algo que decirte.

— Dime.

— Me da mucha pena decírtelo. — lo miró.

Seung la miró tratando de descifrar su rostro.

— ¿Qué pasa?

Hoseok ignoraba la conversación completamente.

— Esto es lo que está pasando… — sacó una foto y se la mostró a Seung. — No sabía cómo decírtelo, pero me parece muy grave.

Seung tomó la foto y la miró furioso.

— ¿Qué mierda es esto?

— Lamento decirte esto, pero nuestro hijo ha dedicado su tiempo en acosar a una pobre persona. — dijo fingiendo preocupación.

Hoseok al escucharla los miró confundido.

— Eso es mentira, yo no he acosado a nadie. — miró a su papá. — Debes creerme, te juro que esas son puras mentiras.

— Entonces, explica esto. — le mostró la foto.

Hoseok agarró la foto y la miró nervioso, obviamente era el junto con aquel chico.

Pero, ¿dónde habían conseguido esa foto? ¿quién la había tomado? Hoseok pensó en la posibilidad de que lo estuvieran siguiendo.

Byeol lo miró y sonrió.

— Esto me duele mucho, porque ese chico la ha estado pasando mal con todo esto. Hoseok lo hace sentir muy incómodo, además que se la pasa chantajeándolo.

— Deja de mentir. — gritó Hoseok. — Ese chico y yo somos amigos. Padre, los dos lo queríamos.

— Hoseok, no soy idiota. — lo miró. — Yo a ese chico lo conozco muy bien…

— ¿Qué? ¿Por qué lo conoces? — dijo tratando de entender.

— Hobi, mi niño, aquel amigo tuyo es mi hijo, y el vino a mi para decirme que lo estabas molestando, que ya no soportaba tu acoso y que quería mi ayuda. — miró a Seung. — Amor, mi hijo ya no soportaba el acoso de Hoseok.

— Tu hijo… No. Eso no puede ser verdad.

Byeol lo miró y sonrió.

— Hijo, adelante…

Hoseok vio entrar a ese chico que le traía tanta felicidad, no podía creer que de verdad fuera hijo de la mujer que odiaba.

— Hoseok, te presento a mi hijo Kim Taehyung.

Hoseok sintió sus piernas temblar, no podía creer lo que estaba pasando.

— Madre… — sonrió y miró a Hoseok.

Seung miró a Taehyung.

— Dime, ¿qué es lo que sucede con Hoseok?

— Seung, lamento mucho ser yo quien te lo diga. — lo miró. — Pero es verdad todo lo que dice mi madre. Hoseok me ha estado acosando y chantajeando con decirles a todos que soy como el, me dijo que les iba a mandar a todos esa foto. — señaló la fotografía de ellos besándose. — Yo me acerqué porque lo estaban molestando en la escuela, pero después el empezó a perseguirme y molestarme. — suspiró fingiendo estar afectado. — Las cosas han sido bastante incómodas para mí, incluso me dijo que huyéramos juntos, así que no tuve otra más que acudir a ustedes.

Hoseok no podía creer lo que escuchaba, aún no entendía nada de lo que estaba pasando.

— Hoseok me obligó a besarlo y abrazarlo, no importaba cuanto le dijera que yo no era gay, el simplemente me ignoraba y hacía lo que quería.

— Amor, tienes que hacer algo con Hoseok, esto no puede seguir así.

— Todo eso es mentira… — dijo con un nudo en la garganta, podía sentir el picor en sus ojos por las lágrimas que amenazaban con salir. — Te juro que todo eso es mentira. — miró a su papá.

Seung explotó, agarró del cabello a Hoseok y lo jaló lejos de ellos mientras el menor gritaba.

Byeol sonrió.

— Al fin me deshice de él.

Taehyung observó y miró a su madre.

— Te tomaste muchas atenciones con ese.

— Te dije que me estorbaba. — lo miró. — Gracias por ayudarme, lo hiciste excelente. — sonrió.

— Fue mi mejor actuación. — sonrió altivo.

Seung golpeó a Hoseok hasta hacerlo vomitar del dolor, lo dejó completamente desmayado, parecía muerto.

— ¡¡Te lo advertí maldito maricón!! — gritó con todas sus fuerzas.

Seung le inyectó un sedante a Hoseok después de la paliza que le dio.

Hoseok no supo cuantas horas pasó dormido, pero al despertar todo el cuerpo le dolía, no reconocía el lugar en el que estaba.

Se sentía confundido y todo le daba vueltas, trató de moverse, pero sus manos y sus piernas estaban completamente inmóviles, lo habían amarrado, al igual que le habían tapado la boca.

Hoseok estaba bastante drogado, los efectos del sedante aún no pasaban, así que no tenía fuerzas para moverse o tratar de saber en donde estaba.

Cuando despertó al cien, se encontró en una habitación completamente diferente a la suya, el lugar era desconocido y completamente ajeno a él, aún le dolía el cuerpo.

— ¿Dónde estoy? — susurró mirando a su alrededor y vio a una mujer. — ¿Quién eres tú?

— Yo me llamo Irene, soy la enfermera de este lugar. Me dijeron que estaba herido, así que vine a curar tus heridas. — dijo con cierta pena por el estado en el que estaba

— ¿Enfermera de este lugar?

— Estás en un internado, tus padres te trajeron para que te demos terapia de conversión sexual. — sonrió. — Vamos a curar tu problemita.

— No entiendo nada. — dijo confundido. — ¿Sigo en Corea del Sur?

— No, estas en Estados Unidos, pero aquí hay varios Coreanos, así que te sentirás como en casa.

Hoseok no entendía nada, pero se sentía vacío, aún no asimilaba lo que había pasado.

— Descansa, mañana será un nuevo día.

Hoseok se acurrucó y cerró sus ojos.

Byeol consiguió lo que había planeado, se había deshecho de Hoseok con ayuda de su hijo Taehyung, quien se había mantenido alejado por la escuela en la que solía estar, se había cambiado antes de tiempo por el plan de sacar a Hoseok de su vida.

— Taehyung puede mudarse cuando quiera, hay un cuarto vacío a lado del que solía ser de Hoseok.

Byeol se acercó y lo besó.

— Gracias amorcito, hoy me demostraste lo mucho que me amas a mi y a Tae. — sonrió acariciando su mejilla.

— Gracias por protegerme Seung. — lo miró. — Voy a ver mi nuevo cuarto. — subió a su nuevo cuarto, pero se detuvo viendo el cuarto de Hoseok unos segundos antes de entrar a su habitación.

Taehyung sabía de la existencia de Hoseok por su madre, conocía el desprecio que le tenía al chico, y a él le daba igual o al menos así era hasta que su madre le contó la cachetada que Hoseok le había dado, no importaba que o quien, Taehyung siempre defendería a su madre de todo y de todos.

𝙀𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora