Capítulo treinta y seis

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Dongseok había encerrado a Seokjin en el hotel, no quería tener que lidiar con el en estos momentos.

— Maldito imbécil. — dijo exasperado. — Debí dejar que muriera de una sobredosis. — suspiró despeinando su cabello.

Taehyung observó callado todo, este no era su plan, pero por algo habían salido así las cosas.

— Cásate con Seokjin, necesito deshacerme de ese estorbo y si tu no lo quieres tendré que ver a donde lo mando.

— Esta bien, si me casaré con el.

— Gracias, te pagaré muy bien por esto.

Taehyung sonrió y asintió.

Yoongi llegó golpeando todo en la mansión, subió al cuarto de Namjoon donde también estaba Hoseok.

— Tenemos que hacer algo. — dijo desesperado.

— ¿Hacer que? Te dije que lo tuvieras vigilado. — dijo serio.

— Búscalo y tráelo aquí, yo me encargo de lo demás.

— ¿Qué es lo demás? — lo miró curioso.

— Su padre y Taehyung. — encogió los hombros.

— Le preguntaré a Jimin sobre el paradero de Seokjin.

Yoongi asintió y suspiró.

— Sigue tu propio consejo y no te enamores.

— No estoy enamorado, simplemente no me parece que le hagan esto a alguien inocente.

— Somos conscientes que no van a meterlo a la cárcel, no es la primera vez que mata a alguien. — lo miró. — Pero, esta bien, lo ayudaremos.

Yoongi y Namjoon salieron de la mansión.

Namjoon se encontró con Jimin para saber la dirección de Seokjin y en cuanto lo supo, se la dio a Yoongi, quien no tardó nada en ir a buscarlo.

— ¿Para que quieren a Seokjin? El esta mal y lo que menos necesita es que empeoren las cosas.

— Deberías de preocuparte por ti primero.

— ¿Viniste a matarme? — dijo nervioso.

Namjoon sonrió con malicia, se acercó a él y lo abrazó de la cintura.

— ¿Tu padre o tu? ¿Dime, quién debería morir? — susurró en su oreja.

Jimin se tensó y trató de alejarse, pero el más alto apretó su agarre.

— Tu vas a decidirlo y serás tu quien lo mate. — besó su cuello.

Yoongi llevó a su gente con pistolas, estaba listo para matar a quien sea con tal de llevarse a Seokjin.

Cuando entró a la habitación todo estaba hecho completamente un desastre, había botellas de alcohol vacías en el piso, la cama desordenada y en una esquina se encontraba Seokjin completamente sudado, pálido y ojeroso, su mirada estaba perdida y era evidente que estaba bajo los efectos de las drogas y el alcohol.

Yoongi suspiró y sintió lastima de verlo así, le había costado desintoxicarlo la última vez y creyó que había hecho un buen trabajo, pero esta vez sin duda se veía peor.

Seokjin trató de alejarse empujándolo sin fuerzas.

Yoongi se acercó, lo tapó y se lo llevó cargando de ahí.

Hoseok bajó a la sala y vio a Yoongi entrando con Seokjin en sus brazos.

— El doctor ya esta en su cuarto esperándolo.

Yoongi asintió.

Hoseok suspiró, ya había pedido que aumentaran la dosis del veneno de Dongseok.

Todavía no recordaba muy bien todo lo que había hablado con Jungkook, sabía que algo muy importante se le estaba escapando.

— Deberías de estar descansando.

— Odio que entres de esta forma a mi casa. — lo miró serio.

Taehyung sonrió un poco.

— No vine a pelear.

— Vete de aquí, no eres bienvenido.

— ¿Por qué? Sigo esperando que me trates mejor por salvarte. — se acercó a él y sonrió.

Hoseok se rió.

— Confórmate con que no te maté todavía, porque no hay nada que agradecerte. — se acercó. — Tu eres uno de los causantes de la mayoría de mis desgracias, además que en todo este tiempo nunca me has pedido perdón. — apretó con su mano la mandíbula de Taehyung. — Nunca te sentiste mal por todo lo que provocaste.

Taehyung agarró la muñeca del más bajo.

— No quieras ser el héroe de segunda que no eres, y que nunca serás. — susurró.

Taehyung acarició la mejilla de Hoseok, amaba la loción del más bajo.

— ¿Por qué quieres seguir peleando?

— Yo solo volví a eso, vine a ver como corre la sangre de todos ustedes.

— ¿Me perdonarías si me arrodilló ante ti? Somos buenos en la cama, así que no lo arruinemos con estúpidas venganzas.

— Eso no quita que voy a matarte, Kim Taehyung. — se alejó. — Jungkook también era buen amante y eso no quitó que lo matara.

— Es diferente, lo nuestro es diferente. Tu y yo tenemos historia.

— Lo sé y es bastante horrible.

— No siempre lo fue.

— Lo fue cuando me enteré que solo te acercaste a mi porque la bruja que tienes de madre te lo pidió, que todo lo que me dijiste era parte de un maldito plan para que me mandaran lejos. — lo miró enojado. — Por tu culpa recibí una paliza de Seung y estuve en ese horrible lugar durante tanto tiempo.

Taehyung no pudo decir nada.

— Que me salvaras de Jungkook no compensa toda la horrible mierda que sufrí por ti en ese maldito internado de conversión. — apretó la mandíbula. — Todo los días que estuve ahí deseé que murieras. — puso sus manos en el cuello del más alto.

Taehyung miró el dolor y odio que aquel hombre sentía hacia el, y le dolió, porque en aquella época, cuando lo había conocido deseó que todo fuera diferente.

Deseaba que ese chico solitario no fuera Jung Hoseok, todos lo días deseó que nunca se hubieran conocido, pero ya no había forma de cambiar eso.

— Créeme que yo también deseaba morirme. — susurró sin aire.

Hoseok lo miró con ojos grandes y lo soltó.

— Lárgate. — le dio la espalda. — No regreses, porque te juro que si vuelvo a verte te mato.

Taehyung respiró desesperado por llenar sus pulmones de aire mientras acariciaba su cuello.

— Hoseok…

— Es la última vez que te lo pido de manera amable. — se alejó de él.

Taehyung suspiró y salió de la mansión.

Yoongi observó a Seokjin dormir.

— Te odio, porque ahora me das lastima  y será más difícil matarte. — susurró.

Seokjin se despertó de manera abrupta por una pesadilla.

— Jungkook, no… — gritó y se tensó al ver a Yoongi.

— Mierda. Me asustaste.

Seokjin lo miró asustado.

— No voy a lastimarte. — se levantó y se acercó a el.

— Mátame, por favor. Hazlo… — las lágrimas se hicieron presentes y suplicó.

Yoongi lo miró confundido.

— Quítame este sufrimiento que siento. — agarró la mano del pálido y la puso en su cuello.

Yoongi agarró su cuello y se acercó a él.

— Dedícate a descansar. — acarició su cuello con su pulgar.

Seokjin no dejaba de suplicarle que lo matara.

— Dame alcohol o drogas para poder descansar, solo así dejaré de tener pesadillas. — susurró limpiando sus lágrimas.

Yoongi levantó una ceja y negó lentamente.

Seokjin suspiró.

Yoongi se acostó a un lado y agarró su mano.

— Mi padre hacia esto para que pudiera dormir, así que inténtalo. — lo miró. — No iré a ningún lado y tampoco te lastimaré.

Seokjin se acostó y cerró los ojos.

Yoongi lo observó, sabía que las pesadillas seguían, pues se quejaba, fruncía el ceño, se movía y algunas lagrimas habían aparecido.

— Todo estará bien. — se acostó y lo abrazó acariciando su cabeza.

Seokjin se acurrucó y se aferró al más bajo.

Hoseok miraba una foto de la que se suponía era su familia feliz, observó la imagen de su padre.

— Realmente espero que te estés pudriendo en el infierno.

El recuerdo de lo último que Jungkook le dijo antes de morir vino a su mente y se tensó sintiendo un nudo en el estómago.

—  Está vivo… — susurró sin saber que hacer ante ese recuerdo.

Hoseok necesitaba saber si era verdad o no aquello, porque fácilmente podían ser solo palabras para atormentarlo.






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