Capítulo trece

164 33 4
                                    

— ¿Estás segura de que Hoseok no será un problema? — la observó.

— Eso espero, aún así ya acudí a ellos por ayuda.

— ¿Crees que te ayuden? Deberíamos encargarnos nosotros, ya no quiero seguir pidiéndoles ayuda. — dijo serio sentándose en el sofá.

— Ellos tienen los contactos, nosotros no. — se acercó a él. — Taehyung, entiendo tus preocupaciones, pero no tenemos otra opción.

— Podemos empezar a tener nuestros propios contactos. Mamá, tu y yo sabemos que ellos no dudarán en traicionarnos si es necesario.

— Lo sé, pero ellos pueden matarnos si se dan cuenta que los estamos traicionando. — dijo con cierta preocupación en su voz.

— No podemos seguir dependiendo de ellos para siempre, necesitamos empezar a ser independientes de ellos. — la miró. — Necesitamos empezar a tener el mismo poder que ellos o hasta más.

Byeol asintió mirándolo con orgullo.

Taehyung le sonrió, se despidió de ella y salió de la casa yendo a la cárcel.

Le avisaron a Hoseok que tenía visita, le pareció raro dado que nunca lo iban a visitar a excepción de su abogado, pero ya no tenía uno.

Taehyung estaba sentado mirando todo a su alrededor en aquel cuarto.

Hoseok entró y lo miró con una sonrisa altiva.

— Pero miren a quien tenemos por aquí. — se acercó sentándose en la silla de enfrente. — ¿A qué debo tu visita?

Taehyung lo observó de arriba abajo.

— ¿Qué? ¿Te gusta lo que ves? — le guiñó el ojo.

Taehyung se rió y bajó la mirada.

— Di lo que viniste a decirme, porque dudo mucho que solo hayas venido a verme. — dijo recargándose en el respaldo de la silla.

— Solo quería verte… — sonrió de lado.

— No me hagas reír.

— ¿No me crees?

Hoseok negó lentamente con la cabeza.

— ¿Cuánto dinero quieres por desaparecer? — lo miró fijamente.

Hoseok levantó una ceja.

— ¿Quieres que desaparezca? — sonrió. — No sabía que te molestaba tanto mi presencia, creí que yo era algo insignificante en tu vida.

— No te creas importante, pues eres insignificante para mi, pero para mi madre eres un problema del cual necesita deshacerse, y yo quiero darle ese regalo.

— Es una lástima que no puedas cumplir con ese deseo de tu mami. — hizo un puchero. — Yo nunca te ayudaría ni a ti ni a la zorra de tu mami. — susurró. — Lo único que yo podría hacer por ustedes es hacerlos sufrir o matarlos. — se acercó y rozó sus labios con los del más alto.

Taehyung apretó sus puños.

Hoseok se rió y se alejó de él.

— ¿Me estas amenazando? — entrecerró los ojos.

— No, te estoy advirtiendo.

Taehyung lo observó.

— Esa fue la última vez que caí en sus malditas trampas, créeme que la próxima ves que nos veamos voy a hacer que tú y tu madre se arrepientan por todo lo que me han hecho a mi y a mi mamá.

— A pesar del odio que nos tienes caíste en la trampa, así que no creo que está vez sea diferente.

— Me citaste en el hospital donde estaba mi padre únicamente para que me culparan a mi de su muerte, cuando quien lo mató fue tu madre inyectándole algún veneno. — bajó la mirada. — Fui un idiota, pero ten por seguro que eso no va a volver a pasar.

— Yo que tu aceptaba mi propuesta, porque sino tendrás que desaparecer de la forma difícil y no tan amable.

— No pienso desaparecer, así que nos vemos en unos años. — sonrió, se levantó y salió del cuarto.

Taehyung lo observó y se rió molesto por la actitud.

Hoseok enterró sus uñas en las palmas de sus manos sintiendo su corazón latir a mil.

Aunque aparentaba que no le afectaba en el fondo ese chico seguía provocándole muchos sentimientos, pero nunca lo admitiría enfrente de él.

Yoongi lo miró y se acercó.

— Hoseok, ¿te encuentras bien?

Hoseok lo miró con ojos llorosos y asintió.

Yoongi miró sus manos con sangre y aunque no quería se preocupó notablemente.

— No estas bien, ¿qué fue lo que pasó?

— Él vino a verme. — susurró.

— ¿Quién? — preguntó confundido.

— Mi primer y único amor. — se rió dolorosamente. — Mi enemigo.

Para Hoseok, Taehyung siempre sería su primer amor, su primer beso, su primer amigo y esa esperanza entre tanta mierda que estaba viviendo, también sería su primer decepción, su primera traición y su primer corazón roto.

Y aunque ahora lo odiaba, en el fondo no podía evitar recordar el sueño que había vivido a su lado, ese sueño que ahora era una pesadilla.

Yoongi lo llevó a la celda y curó sus palmas.

Hoseok lo observaba.

— Debes lastimar a otros, no a ti mismo.

— Gracias por curar mis manos.

— No tienes que agradecer, ahora somos un equipo y debemos cuidarnos entre nosotros.

Namjoon llegó corriendo a la celda de ellos.

Ambos lo miraron confundido.

— Escuché que Hobi estaba lastimado. — dijo tratando de regular su respiración. — ¡¡Min Yoongi!! ¿¡Qué le hiciste!? — dijo molesto.

Yoongi lo miró serio y ofendido por la acusación.

Hoseok se rió un poco.

— Nam, estoy bien. — sonrió un poco. — Yo me lastimé solo, Yoongi me ayudó a curar las heridas. — mostró sus manos.

Namjoon se tranquilizó, asintió y se acercó a Hoseok.

— Debes tener más cuidado. — agarró las manos del menor con delicadeza.

Hoseok lo miró y sonrió con nostalgia.

Hacía mucho tiempo que nadie se preocupaba o lo cuidaba de esa manera, las únicas personas que lo habían hecho era su mamá y Taehyung, pero ahora sabía que este último solo lo hizo para lastimarlo.

𝙀𝙣𝙚𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora